México D.F. Domingo 23 de noviembre de 2003
Diego Fernández y Salinas exigen que
el Ejército siga custodiando a ex mandatarios
Persisten diferencias por el plan de reducir prestaciones
y pensión a ex presidentes
Según el proyecto, sólo cobrarán
1.8 millones de pesos al año si no tienen otro trabajo
ANDREA BECERRIL
Año y medio después de que se presentó
la iniciativa del senador del PRI, Oscar Cantón Zetina, encaminada
a regular las pensiones y retribuciones millonarias que por decreto se
otorgaron los ex presidentes de la República, está casi listo
un proyecto de dictamen sobre el tema, el cual aún está en
discusión toda vez que no hay acuerdo pleno sobre la seguridad de
los ex mandatarios, hasta ahora a cargo del Ejército.
En el proyecto de dictamen, elaborado por las comisiones
de Gobernación y de Estudios Legislativos, se disminuye en más
de 90 por ciento el presupuesto destinado a los cinco ex presidentes vivos,
ya que de los 260 millones de pesos al año que ahora se les destina,
quedarían sólo 19 millones, toda vez que se suprimen el pago
de estímulos y reconocimientos, gastos para oficina, viajes, seguro
de vida y se les retiran los 25 servidores públicos que tienen asignados
"para asuntos personales".
Sin
embargo, el punto más discutido es el del personal que habrá
de brindar seguridad a quienes gobernaron el país, toda vez que
los ex mandatarios no están de acuerdo en que sea la Policía
Federal Preventiva (PFP) quien se encargue de protegerlos, como se propone
en la iniciativa. Las presiones provienen sobre todo de Carlos Salinas
de Gortari, quien ha mandado mensajes a los legisladores en el sentido
de que no le importa la pensión, pero sí que los 103 integrantes
del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea que tiene asignados
sigan a su servicio.
El coordinador de la bancada panista en el Senado, Diego
Fernández de Cevallos, condicionó incluso el voto de los
senadores del PAN en favor de la aprobación de la nueva "Ley de
Pensiones y Prestaciones a Favor de los ex presidentes de los Estados Unidos
Mexicanos" a que se mantenga la seguridad de los ex mandatarios a cargo
del Estado Mayor Presidencial.
Tal criterio lo llevó al proyecto de dictamen el
presidente de la Comisión de Gobernación, el también
panista Gildardo Gómez Verónica.
"Tomando en cuenta que durante el ejercicio del cargo
el Presidente es el jefe máximo de las fuerzas armadas, cuya función
puede implicar decisiones trascendentes, al dejar el cargo pueden poner
en riesgo su integridad física, es el Ejército quien debe
velar por su seguridad", se plantea en el predictamen.
Sin embargo, se deja a consideración del Ejecutivo
federal la decisión de cuántos elementos y de qué
jerarquía deberán proteger a los ex mandatarios. Actualmente,
con base en los decretos expedidos por Luis Echeverría y Miguel
de la Madrid, ellos, además de José López Portillo,
Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo disponen cada uno de 103 miembros
de las fuerzas armadas para su servicio.
De acuerdo con el senador Cantón Zetina, este punto
sigue a discusión y Gómez Verónica llevará
una nueva propuesta el próximo lunes.
En lo que sí hay consenso es en fijar a los ex
presidentes una pensión vitalicia de 1.8 millones de pesos al año,
más un aguinaldo de 200 mil pesos. Se suprimen los 3.5 millones
de pesos que cada uno recibía por concepto de "reconocimientos y
estímulos", al igual que los 6.2 millones de pesos para pago de
inmuebles y equipo de oficina, 6.2 millones para transportes, viajes y
servicios, 6.2 millones para seguro de vida y 6.2 millones de pesos para
gastos médicos mayores del ex presidente y su familia.
En
lo que se refiere a los 40.3 millones de pesos que en la actualidad reciben
los ex presidentes para el pago de personal administrativo y de seguridad,
en la nueva ley se disminuye a 1.8 millones de pesos bajo el nuevo rubro
de "para personal de apoyo", toda vez que se suprimen los 25 servidores
públicos civiles dedicados a sus asuntos personales de los que disponen
ahora.
Se establece que el personal de apoyo que decidan contratar
no formará parte de la plantilla del gobierno federal, lo que significará
un ahorro en pensiones o incapacidades. Además deberán presentar
ante la Oficina de la Presidencia de la República "una declaración,
bajo protesta de decir la verdad", de las cantidades que eroguen en el
pago de esos colaboradores.
Además, se condiciona el pago de la pensión
vitalicia a que los ex mandatarios no tengan otro empleo, cargo o actividad
profesional de la que se puedan seguir sosteniendo. La pensión se
suspende en el caso de que obtengan otras remuneraciones.
Algunos senadores del PRI están en contra de que
se legisle en la materia, sobre todo Emilio Gamboa Patrón y Ernesto
Gil Elorduy, quienes fueron secretario particular y secretario privado
de De la Madrid y Echeverría, respectivamente. La bancada tricolor
se encuentra dividida.
|