México D.F. Miércoles 19 de noviembre de 2003
ALTERNATIVO
Benjamín González Pérez
Espacios culturales barriales independientes en Buenos Aires
ESPECTACULOS SIN VIAJAR al centro es el lema de más de 104 espacios independientes que desarrollan trabajo cultural en Buenos Aires, ubicados en la periferia de la ciudad. Estos centros son gestionados por vecinos, promotores culturales y artistas con la finalidad de establecer una red de promoción al trabajo artístico y como forma de generar economía doméstica basada en el consumo cultural: iglesias que ahora son cineclubes (la nave de los sueños), cines de barrio abandonados por la industria comercial y rehabilitados por los vecinos y los gobiernos locales, casas ganadas por el Estado en litigios y entregadas a grupos organizados de artistas, bares en bodegas abandonadas donde se presenta teatro y danza, pequeñas escuelas de educación básica que por las tardes se convierten en escuelas de tango que organizan "milongas" para recabar fondos; en fin, una red basada en la gestión y en la participación de la comunidad cultural y los vecinos.
EL ASTROLABIO, EL Puente, La Sodería, son algunos de los nombres que llevan estos espacios barriales. Algunos son lugares donde se imparten talleres de iniciación artística, en otros se ofrecen obras de teatro montadas con los vecinos a bajo costo (unos 6 pesos argentinos, aproximadamente 23 pesos mexicanos) y en algunos se sirve vino y cerveza mientras se disfruta de un recital de poesía o de un cortometraje; los llaman ellos mismos lugares para aprender, expresarse, mirar, mirarse, juntarse, compartir y trabajar.
EL EXITO DE estos espacios, que se fueron abriendo paso a pesar de la crisis económica, es que existe, desde la parte gubernamental, la suficiente visión para verlos como oportunidades de desarrollo cultural; que cada iniciativa como ésta representa, para quienes gobiernan la ciudad, una terminal donde poder hacer llegar sus propias políticas culturales. El gobierno local acompaña estas iniciativas independientes con su programa cultural de barrios, que cuenta con 36 centros similares a los primeros; en el fondo hay una apuesta de los ciudadanos y el gobierno por considerar a las ciudades proyectos culturales.
DESPUES DE PRESENTAR el programa del Faro en esta ciudad sudamericana (basado en la recuperación de un espacio en desuso para convertirlo en una escuela de artes y oficios y un centro cultural), la pregunta es: Ƒpor qué en la ciudad de México no ha florecido una propuesta de espacios alternativos para el arte y la cultura? ƑPor qué muchos de los foros existentes están siempre bajo la zozobra de ser cerrados por no contar con permisos adecuados, ni condiciones para su desarrollo económico?
UN COMENTARIO FRECUENTE en nuestra ciudad es la ausencia de lugares para la cultura, espacios que tengan lo mínimo indispensable para montar una obra de teatro, escuchar un concierto de jazz o simplemente beber un café mientras se lee. Los proyectos independientes casi siempre se enfrentan con el problema del financiamiento, cuando podrían ser estos mismos colectivos quienes se financien bajo esquemas muy particulares; hablo de que el Estado tiene la obligación de seguir financiando proyectos culturales y además crear las condiciones para que otros se desarrollen solos.
EN LA CIUDAD tenemos pocos lugares independientes dedicados a la cultura, y son contadas las experiencias de espacios exitosos (Foro Alicia, el Circo Volador, el DadaX, el Tianguis del Chopo, entre otros) que a pesar de los problemas representan espacios necesarios para la ciudad. La experiencia argentina, y la de otros países, nos obliga a discutir por qué en una ciudad de 20 millones de habitantes existen tan pocos espacios dedicados a la cultura.
LA CIUDAD DE México no tiene un marco legal que permita el desarrollo de pequeñas empresas culturales autofinanciables; hablo de teatro comunitario, café-bar galería o un espacio para la música rock o dark; la mayoría de los creadores depende del dinero que invierte el Estado (que cada vez es menos) en sus políticas publicas, y de la industria del espectáculo.
JOSE LUIS PAREDES Pacho, baterista del grupo Maldita Vecindad, ha sido durante años el abanderado de una interesante propuesta de reformas legales y administrativas que permitan el crecimiento y desarrollo de pequeñas industrias culturales, dotándolas de personalidad jurídica, pero teniendo un régimen particular por su vocación cultural. Incluso propone que sean las dependencias culturales quienes otorguen estos permisos y supervisen su vocación.
ES UN BUEN momento para llamar la atención de los diputados de todos los partidos y entrar a la discusión sobre un modelo de desarrollo para cientos de lugares (cines abandonados, centros de abasto en desuso, etcétera) que se encuentran ociosos y que con una política inteligente se pueden ir gestionando a favor de colectivos de artistas y promotores culturales, con convenios muy claros y bajo condiciones especificas, para así desarrollar una red de servicios necesaria en una ciudad tan diversa.
DE LOGRARLO, DETONARIAMOS el interés por la promoción cultural, podríamos dar cabida a cientos de artistas egresados de todas las escuelas de arte formal y no formal, y daríamos un paso definitivo en la construcción de nuevas poéticas, fomentando el desarrollo social y económico a través de la cultura. Director de la Fabrica de Artes y Oficios de Oriente (Faro de Oriente)
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