México D.F. Miércoles 19 de noviembre de 2003
Versión de que el visitante no anunciará el levantamiento de las sobretasas al acero
Llega el presidente Bush a Londres en medio de protestas de pacifistas
Petición de periodista británico al mandatario: "cuando se vaya, Ƒpodría llevarse a Blair?"
AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT
Londres, 18 de noviembre. El presidente estadunidense, George W. Bush, comenzó la noche de este martes en Londres una visita de Es-tado de tres días a Gran Bretaña en medio de gran tensión y fuertes medidas de seguridad. Su programa de actividades oficiales comenzará el miércoles con una ceremonia formal en el palacio de Buckingham con la reina Isabel II.
Grupos pacifistas empezaron este mismo martes su anunciado programa de protestas, que se prolongará hasta el viernes, cuando el mandatario regrese a su país.
Fuentes cercanas a Bush y al gobierno británico han dicho que tanto el anfitrión como el visitante defenderán la guerra contra Irak, a la que se opuso la mayor parte de la población británica.
Una fuente anónima cercana al mandatario estadunidense indicó que el gobernante republicano pronunciará este miércoles un discurso sobre política exterior en el que mencionará los que supone "tres pilares" necesarios para garantizar la paz y la seguridad internacionales.
Según esa fuente, los tres pilares son: el apoyo de Estados Unidos a las instituciones internacionales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de actuar -incluso por la fuerza- para defender la paz y los valores democráticos y la promoción de esos valores en el mundo.
Bush llegó esta noche a Londres y fue recibido privadamente por el príncipe Carlos, encuentro que no fue transmitido por la televisión local.
El invitado de la reina Isabel II pasará buena parte de su estadía londinense protegido detrás de los muros del palacio de Buckingham y de la sede del primer ministro, en el 10 de Downing Street.
Sólo el viernes Bush se permitirá la aventura de ir con el primer ministro de Gran Bretaña, el laborista Tony Blair, hasta el feudo electoral de éste en Sedgefield, en el noroeste de Inglaterra.
Así Blair devolverá la cortesía que Bush tuvo con él a principios de año, cuando el cuestionado gobernante británico fue invitado al rancho del mandatario estadunidense en Crawford, Texas.
La leyenda diplomática cuenta que fue ahí donde ambos descubrieron, divertidos, que usan la misma pasta dental, lo que los convirtió, dicen, en más amigos.
El jueves próximo Bush y Blair conversarán sobre los temas más delicados, entre los cuales figurará la forma de acelerar el paso del poder a los iraquíes, anunciado por el presidente Bush la semana pasada y aprobado por Londres.
El conflicto israelí-palestino, en torno al cual los dos países mantienen sus divergencias entre bambalinas, será también abordado por ambos.
En el plano bilateral, Bush y Blair hablarán sobre las tasas arancelarias impuestas por Estados Unidos a las importaciones de acero. Respecto a este tema, Tony Blair se mostró muy crítico hacia Washington, lo que deja presentir que Bush podría tener un gesto positivo durante su visita.
Pero un responsable de la administración estadunidense indicó que el republicano no anunciará durante su visita el levantamiento de las sobretasas al acero.
"No habrá anuncio", dijo la fuente en entrevista con la prensa a bordo del avión presidencial que trasladó a Bush de Washington a Londres.
"El presidente examina y reflexiona siempre sobre las cuestiones vinculadas con el acero, y creo que es eso lo que dirá al primer ministro británico", agregó el funcionario, que pidió el anonimato.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) rechazó la semana pasada los argumentos de Washington en defensa de las sobretasas, impuestas por tres años en mar-zo de 2002 con el objetivo de salvaguardar un sector industrial en crisis.
Mientras tanto, decenas de miles de manifestantes pacifistas prometieron hacer sentir al gobernante visitante en cada día de su visita de Estado su descontento frente a la guerra y a la posguerra en Irak; se espera lograr la participación de hasta 100 mil personas en las protestas.
"Pienso que la gente está indignada contra Bush por varias razones, esencialmente la guerra, pero no sólo esto", explicó An-drew Burgin, uno de los responsables de Stop the War, coalición de movimientos pacifistas que llamó a una manifestación nacional para el jueves próximo.
Burgin dijo que los británicos también rechazan al mandatario por su posición ante la protección del medio ambiente, por la ruptura de varios tratados internacionales, los ataques contra las libertades civiles y la situación en el Medio Oriente.
Una encuesta publicada el domingo anterior reveló que 60 por ciento de los británicos ve a Bush como una amenaza para la paz en el mundo, 14 por ciento como estúpido y 53 por ciento se declaró favorable a que se realicen manifestaciones durante su estadía en el Reino Unido.
De su lado, el popular y muy liberal alcalde de Londres, Ken Livingstone, estimó en una entrevista a la revista The Ecologist Magazine, que George W. Bush representa "la mayor amenaza que haya visto contra la vida en este planeta".
Livingstone anunció también que organizará en la capital británica una "recepción alternativa para todas las personas que no sean George W. Bush".
Asimismo, el Museo de Arte Moderno Tate, ubicado a orillas del río Támesis, ejecutó su propia bienvenida a Bush.
Una proyección de rayo láser con las palabras "Bush, go home" (Bush, vete a casa) se proyectó sobre el cielo, al tiempo que alrededor de 80 personas se recostaron sobre el suelo para escribir con sus cuerpos la misma frase.
Los pacifistas obtuvieron el lunes anterior la autorización para realizar una manifestación en Whitehall, la avenida londinense donde se encuentran los ministerios y frente a Downing Street, luego de haber anunciado que lo harían con o sin permiso de las autoridades, según informó Scotland Yard, que se oponía al desfile.
Unos 14 mil policías estarán movilizados durante toda la visita del mandatario de Estados Unidos, anunció Scotland Yard.
La logística estadunidense trajo para la visita a 250 miembros armados de los servicios secretos, a 150 consejeros del Departamento de la Seguridad Nacional y dos helicópteros que, según el periódico Times, "patrullarán en el cielo de Londres" durante la estadía de Bush.
Mientras, 60 intelectuales y dirigentes británicos y estadunidenses escribieron minicartas abiertas al presidente de Estados Unidos en un suplemento especial titulado "Querido George", publicado este martes por el periódico británico The Guardian, con ocasión de la visita.
"Estoy seguro de que usted tomará un rico té con su compañero y criminal de guerra Tony Blair. Por favor, pásese los sandwiches de pepino bebiendo un vaso de sangre, con mis cumplidos", escribió el dramaturgo británico Harold Pinter.
"Usted se opuso y destruyó al dictador más sanguinario del mundo. Es bastante imperdonable", señaló con ironía el novelista británico Frederick Forsyth, uno de los pocos en el cuaderno en desear la "bienvenida" a Bush.
El corresponsal de The Guardian en Nue-va York, Gary Younge, le formuló en un post-scriptum un pedido especial: "Cuando parta, Ƒpuede llevarse a Blair con usted?"
El actor británico Hugh Grant se sumó a los críticos al presentar hoy su nueva comedia romántica en París.
Periodistas le preguntaron sobre su definición del amor, y respondió: "Es amar a alguien pese a sus defectos, de manera cie-ga e incondicional, como Tony Blair ama a George W. Bush. Esa es la forma más pura del amor británico".
Como para enojar más a sus críticos, a su llegada a Londres, Bush condenó la decisión de la Corte Suprema del estado de Massachusetts en favor de los matrimonios entre homosexuales, y anunció que hará todo lo posible para hacer respetar "el carácter sagrado" de esa institución.
La Corte Suprema de Massachusetts falló este martes en favor del matrimonio entre homosexuales, al considerar que es "in-constitucional" privarles de los derechos del casamiento civil.
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