México D.F. Miércoles 19 de noviembre de 2003
Continúa el éxodo de campesinos
de Guerrero al DF
Mineros se unen a la lucha contra las reformas de Fox
Anuncian grupos hidalguenses adhesión a la marcha
del 27
FABIOLA MARTINEZ, MISAEL HABANA DE LOS SANTOS Y CARLOS
CAMACHO REPORTERA Y CORRESPONSALES
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos
y Similares de la República Mexicana, integrante del sector obrero
del PRI, participará en la marcha del próximo 27 de noviembre
en repudio a las pretendidas reformas foxistas en materias fiscal, laboral
y energética.
Hasta
ayer habían confirmado su participación en la protesta opositora
dos centrales afiliadas al Congreso del Trabajo (CT). En principio, la
Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), aliada
del senador priísta Manuel Bartlett, y ahora el gremio minero, que
agrupa a más de 250 mil trabajadores en el país. A este bloque
podrían agregarse pequeñas confederaciones -como la COR y
la CRT- simpatizantes de los mineros.
Así toman forma los anteriores acercamientos entre
el dirigente minero y los líderes de la Unión Nacional de
Trabajadores y del Frente Sindical Mexicano, principales impulsores de
la protesta; primero ante la llamada reforma Abascal a la Ley Federal
del Trabajo (LFT) y ahora ante el pretendido gravamen de 10 por ciento
en alimentos y medicinas.
En tanto, campesinos de la Costa Grande de Guerrero continúan
su avance hacia la ciudad de México para sumarse a la protesta nacional
referida. Hoy llegarán a Acapulco y se espera que alrededor de 600
campesinos culminen su recorrido en la capital del país, señaló
Raymundo Velásquez, líder de la Liga Agraria Revolucionaria
del Sur Emiliano Zapata.
Comentó que el 28 de este mes se realizará
un foro sobre defensa de la tierra y vida digna, en la colonia Fuerza Aérea.
El objetivo es pugnar por una ley de amnistía que beneficie a los
presos políticos y luchadores sociales.
En Hidalgo, obreros, maestros, campesinos y representantes
de organizaciones sociales manifestaron su adhesión al frente estatal
en defensa de la soberanía nacional y contra la privatización
del sector eléctrico, y se sumarán a la gran concentración
del 27 de noviembre.
Cinco días antes encabezarán un encuentro
sobre energía eléctrica, al que está invitado Barlett
y el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Rosendo Flores.
El 23 de noviembre recibirán a la caravana "Nueva Rosita", que pernoctará
en la normal rural de El Mexe.
Por su parte, el dirigente de los mineros, Napoleón
Gómez Urrutia, consideró que si el gobierno federal insiste
en los cambios referidos habrá protestas generalizadas en el país
y un ambiente "caótico y peligroso". Al interior del PRI, agregó,
"estaría en riesgo la cabeza de Elba Esther Gordillo", coordinadora
de los diputados del tricolor, y de muchos otros.
"Por ello decimos un no rotundo a las reformas
constitucionales, que lejos de modernizar y mejorar la política
económica del país, representan nuevamente el sacrificio
de los trabajadores", señaló.
Durante el noveno Foro Minero Nacional, Gómez Urrutia
informó que participarán en la marcha "de manera pacífica,
con pancartas", y advirtió que si el gobierno federal ignora esta
manifestación e insiste en sus reformas, "crecerá la inestabilidad
social".
Este dirigente, abierto opositor al presidente del CT
y líder cetemista, Leonardo Rodríguez Alcaine, emitió
ayer un largo discurso en el que en todo momento lanzó críticas
a la "paralización e indefinición" del movimiento obrero
afiliado al PRI, el cual "ni siquiera se reúne para discutir los
grandes temas nacionales".
No podemos, insistió, gravar alimentos, medicinas
y prestaciones cuando la seguridad social, la educación y la capacitación
aún no han llegado a todas las familias mexicanas.
Presente en el foro minero, el abogado Néstor de
Buen hizo un llamado a los trabajadores a adoptar una estrategia de lucha
en rechazo, particularmente, a las pretendidas reformas a la LFT. "Si ustedes
no actúan, poco podremos hacer los académicos", comentó.
El objetivo, indicó, es luchar por aspectos fundamentales,
como los derechos colectivos, entre los que destaca el voto secreto para
la elección de dirigentes sindicales, y por la desaparición
de organismos "fascistas" como las juntas de conciliación. "Que
los asuntos los decidan los trabajadores y no un líder charro
y corporativo", expresó.
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