México D.F. Martes 18 de noviembre de 2003
Blair justifica la invitación al mandatario:
"es momento de estar del lado de EU"
Hoy inician movilizaciones en Gran Bretaña contra
la visita de Bush
Más de 100 mil firmas de inconformes Dispositivo
de seguridad de 14 mil policías
THE INDEPENDENT, AFP, REUTERS Y DPA
Londres, 17 de noviembre. El primer ministro de
Gran Bretaña, Tony Blair, defendió hoy la visita de Estado
que realizará a partir de este martes el presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, contra la que se pronunciaron 100 mil personas en una carta
y para la cual se ha desplegado un dispositivo de seguridad "sin precedentes"
con 14 mil policías.
Blair insistió en que tomó la decisión
correcta al invitar a Bush. "Es el momento exacto de estar del lado de
Estados Unidos para derrotar al terrorismo en donde sea", declaró
el premier británico en Birmingham. "Este no es momento de titubear,
sino de ir hacia adelante".
La insistencia de Blair para que Bush visitara Gran Bretaña
dejó desconcertados a varios políticos dentro del Partido
Laborista, muchos de los cuales continúan resentidos por la participación
del Reino Unido en la guerra contra Irak y por el fracaso en encontrar
las supuestas armas de destrucción masiva, el principal argumento
empleado para iniciar la ofensiva bélica contra la nación
árabe.
Por
su parte, el alcalde de Londres, Ken Livingstone, acusó a Bush de
ser "la mayor amenaza para la vida en el planeta", en declaraciones a una
revista ecológica británica.
Livingstone, excluido del Partido Laborista y uno de los
más destacados opositores británicos a la guerra, indicó
que la política del jefe de la Casa Blanca todavía puede
borrar a la humanidad.
Bush llegará la noche de este martes y será
recibido en el palacio de Buckingham; su estadía en suelo británico
será de tres días.
El miércoles comenzará sus actividades,
entre las cuales destaca un encuentro con las familias de las víctimas
del 11 de septiembre, antes de asistir a un banquete que ofrecerá
en su honor la reina Isabel II.
Una operación de seguridad "sin precedente" ha
sido desplegada. Scotland Yard informó que aumentó a 14 mil
el número de policías que vigilarán los pasos de Bush,
y añadió que cientos de agentes especiales estadunidenses
ya están en Gran Bretaña.
Sin embargo, la intensa seguridad no impidió que
una manifestante escalara los seis metros de una reja de las puertas del
palacio de Buckingham, donde se alojará Bush, para colgar una bandera
de Estados Unidos invertida con la inscripción: Elizabeth Windsor
y Compañía. El no es bienvenido.
Dos horas después de haber escalado la reja, la
mujer dejó caer la bandera y descendió: en ese momento fue
arrestada por la policía.
Asimismo, una petición firmada por 100 mil personas
contra la visita de Bush fue entregada este lunes en las oficinas de Blair,
informaron fuentes de la organización Stop the War. Los signatarios
estiman que "el presidente estadunidense no es bienvenido en Gran Bretaña
y no debió haber sido invitado".
A su vez, manifestantes contra la presencia de Bush obtuvieron
el lunes la autorización de marchar sobre Whitehall, frente a Downing
Street, la sede del gobierno y domicilio de Blair, luego de haber amenazado
con hacerlo con o sin el permiso de las autoridades, informó Scotland
Yard, que se oponía a la protesta.
"Es un resultado muy fructífero", indicó
el diputado laborista Jeremy Corbyn, uno de los organizadores de la manifestación
junto con Stop the War.
El martes por la noche, a la llegada de Bush, está
prevista una manifestación en Euston Square, en la que participarán
el dramaturgo Harold Pinter y el diputado Tony Benn, figura de la izquierda
laborista. Al día siguiente se prevé una primera marcha de
protesta por las calles de Londres, que se anuncia llena de colorido debido
a una parodia del suspendido desfile protocolar en carroza real que debía
realizarse sobre el Mall.
El jueves será derribada una gigantesca efigie
de Bush, en un acto que imitará a la destrucción de una gran
estatua de Saddam Hussein ocurrida el 9 de abril, cuando las tropas estadunidenses
tomaron Bagdad.
La estatua de seis metros de altura será derribada
en la plaza Trafalgar del centro de Londres con la ayuda de un tanque rosado.
"Esto le mostrará a la gente de todo el mundo que no estamos de
acuerdo con la guerra en Irak", declaró Mell Harrison, activista
de 32 años.
En este contexto, Bush señaló que los soldados
caídos en la guerra de Irak han muerto por la "noble causa" de la
"paz y la libertad", en entrevista concedida el viernes y publicada este
lunes por el diario londinense The Sun. Bush respondió a
los manifestantes antiguerra, que piensan ser decenas de millares este
jueves en las calles de Londres: "Yo diría a los escépticos
que tengo el deber de proteger la seguridad de Estados Unidos y que Saddam
Hussein representaba un riesgo para la seguridad".
Además añadió que su país
no tiene planes inminentes de abandonar Irak, contrastando con las recientes
medidas para adelantar la transferencia de la soberanía. Bush recibirá
a las familias de las víctimas británicas en la guerra en
Irak.
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