México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
Bajas en los precios de bienes y servicios compensarían
alzas de alimentos: CEESP
"Erróneo", considerar sólo los efectos
negativos de la tasa generalizada de IVA
ISRAEL RODRIGUEZ
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado
(CEESP) consideró que la propuesta de homologar la tasa del impuesto
al valor agregado (IVA) ha causado una impresión errónea
al considerar sólo el efecto del gravamen en alimentos y medicinas
y no analizar al mismo tiempo el de la reducción de la tasa general.
En
su punto de vista semanal, el CEESP señala que en un escenario de
homologación del IVA a 10 por ciento la recaudación por este
concepto se elevaría en 70 mil millones de pesos, en tanto que por
eficiencia recaudatoria se tendrían recursos adicionales por 68
mil millones de pesos.
Es de esperar que al aplicarse IVA a alimentos los precios
finales de éstos aumenten en la misma proporción, lo que
en principio sería un impacto directo en el gasto de la población.
"Obviamente esto incidiría en mayor proporción en la población
de menores ingresos." Cabe señalar que en los deciles más
bajos las familias destinan cerca de 30 por ciento de los ingresos para
el consumo de alimentos, mientras que en el decil más alto el porcentaje
se reduce a 8 por ciento.
Sin embargo, afirma el organismo, si consideramos el mismo
argumento, tenemos que al homologar el IVA en 10 por ciento para el resto
de bienes y servicios es de esperarse que los precios de éstos también
respondan con una disminución equivalente, lo cual compensaría
con creces los efectos ocasionados por el IVA en alimentos; incluso el
efecto neto sería una disminución en el índice general
de precios al consumidor, lo que se convertiría en una ganancia
en el poder adquisitivo de la población, beneficiando en mayor medida
a los hogares de menores ingresos.
Numéricamente, el efecto de un incremento de 10
por ciento en los precios de alimentos que no están gravados, los
cuales tienen un peso específico de 18.3 por ciento dentro del Indice
General de Precios al Consumidor, tendría una incidencia inflacionaria
de 1.83 puntos porcentuales. En el interior de éstos, los alimentos
procesados participarían con 0.42 puntos y los no procesados con
1.41 puntos.
En contraste, si se toma en cuenta que 81.7 por ciento
del total de los precios al consumidor tendrían una disminución
de 5 por ciento, su incidencia sería negativa en aproximadamente
cuatro puntos porcentuales. "Esto nos indica que en términos netos
los precios al consumidor tenderían a disminuir en aproximadamente
2.2 puntos porcentuales."
De esta manera, según el CEESP, la homologación
del IVA, además de estimular la recaudación tributaria al
aumentar implícitamente el número de causantes, representa
un beneficio para la población en general.
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