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México D.F. Lunes 17 de noviembre de 2003
Jorge Santibáñez Romellón*
ƑY como para cuándo damos el primer pasito?
Acaba de concluir la vigésima reunión binacional entre los gobiernos de México y Estados Unidos. A pesar del alto nivel de los funcionarios de ambos gobiernos que son movilizados en estas reuniones, esencialmente se trata de reuniones de trabajo destinadas a abordar los temas del momento entre los dos países y a elaborar una especie de diagnóstico de dónde estamos en los temas que nos interesan. Desde esta perspectiva, se trata sin duda de reuniones importantes, pero de las que no debemos esperar grandes avances.
El encuentro recién concluido tenía por lo menos dos intereses adicionales. El primero se refiere a que podría marcar el reinicio formal de las buenas relaciones entre México y Estados Unidos, después de que México asumió una posición contraria a los intereses de nuestros vecinos en el asunto de Irak, y el segundo tiene que ver con el avance que podía lograrse en el tema de la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, toda vez que el presidente Vicente Fox había prometido, como resultado de aquella breve reunión con George W. Bush en el foro del Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que en la reunión binacional se vería un panorama más claro.
Estas reuniones son, además, un espacio vital de acercamiento y abordaje informal de diversos asuntos entre funcionarios de alto nivel de los dos países que en pocas ocasiones tienen la oportunidad de este tipo de convivencia. Lo que se dice entre sesión y sesión, en las comidas o cenas, o al margen de las reuniones protocolarias, la "química" que surge entre ellos, es tanto o más importante que lo que oficialmente se concluye del encuentro. Por desgracia, nosotros solamente tenemos acceso a los comunicados y declaraciones oficiales y nuestras opiniones las expresamos en función de esos insumos.
Respecto al primer tema, el reinicio de nuestras relaciones, los resultados parecen ser positivos. El mero hecho de que la reunión se haya efectuado y que hayan concurrido funcionarios de alto nivel de los dos gobiernos refleja la voluntad de al menos seguirnos dando el trato de antes del asunto Irak. De hecho, al término de la reunión, Colin Powell, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, declaró su beneplácito por los resultados del cónclave en cuanto a los temas de seguridad (hasta anunció la instalación de una hot line entre los dos gobiernos) y agua (anunciando que México ya cumplió con lo pactado para este año).
Por desgracia, en el segundo tema, el de la migración, ambos secretarios fueron más que cautos en sus declaraciones, y lo más que dijeron es que los avances se darán "paso a paso". En la conferencia de prensa no faltó el reportero que preguntó a Powell cuál sería ese primer paso y cuándo se daría. Como siempre, la respuesta fue evasiva y poco clara.
En efecto, la expresión suena a burla, como si el tema fuera nuevo, como si no se supiera lo que hay que hacer, como si no hubiera ideas, como si se requirieran prolongados estudios para hacer algo, como si se corrieran riesgos y tuviéramos que ser muy cuidadosos y avanzar paso a paso, poco a poco. Como si los 400 migrantes que mueren cada año en su intento por cruzar hacia Estados Unidos o los miles que se accidentan en el intento, o aquellos que son explotados y maltratados por sus empleadores en Estados Unidos pudieran esperar pacientemente que "llegue el momento". ƑPor qué no se tiene esa cautela en el tema de la seguridad o el terrorismo? ƑPor qué se puede instalar una hot line de la noche a la mañana y no se puede dar un paso concreto en el tema migratorio, el que sea?
Más allá del acercamiento, de la eventual mejoría en nuestras relaciones y el efecto futuro que ello acarrearía, sin duda positivo, la sensación que nos deja la declaración de Powell es que en SUS temas se avanzó y se desarrollaron acciones concretas, tan concretas e inútiles como la famosa hot line o teléfono rojo, como decimos en México, pero que en nuestros temas, los que a nosotros nos interesan, como que hay que ir despacio, paso a paso.
Entiendo que la diplomacia no se presta para decir a Colin Powell que ya nos cansamos de sus "paso a paso", que en el fondo sólo significa que por el momento no se hará nada y que ignora nuestras propuestas, pero espero que la delegación mexicana a su regreso haya informado al Presidente que en el tema migratorio no hay avances y que por lo menos hay que revisar las estrategias que hasta ahora se han implementado. Nosotros no podemos ir paso a paso o poco a poco. *Presidente de El Colegio de la Frontera Norte
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