Impacta a los germanos la actuación del mexicano

Shanti Oyarzábal presenta la Danza de la Muerte en escenarios alemanes

ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL

Wolfsburg , 6 de noviembre. Shanti Oyarzábal, actor mexicano de teatro corporal residente en Berlín recorre Alemania en esta temporada de muertos con su Danza de la Muerte. Su actuación es definida por el público como impactante, la "viva" muerte acabada de salir de alguna tumba que ejecuta una danza inspirada en piezas de antiguas deidades mexicanas, cuya ejecución se arraiga en la tradición del culto a la muerte.

Conceptualizada hace casi 10 años, aunque en constante evolución, esta danza intenta transmitir la presencia de la muerte misma sin caer en fórmulas de tipo cómico, de la calaca que nos arranca la sonrisa. A partir de una gama variada de movimientos disociados y lentos, como temblores, saltos y caídas inesperadas, Shanti representa a la muerte en acción. Su delgado cuerpo -expuesto a más de dos horas de maquillaje para adquirir la textura y tonalidad de una pieza de barro recién desenterrada- y la pesada máscara que porta durante el espectáculo transmiten las características que los vivos asociamos a la figura de la muerte como la vejez, la falsa fragilidad de un cuerpo tembloroso que es a la vez insaciable, pues nunca se cansa de recoger a sus víctimas y lo hace muchas veces de manera impredecible, hecho que Shanti expresa mediante sorpresivos saltos y caídas.

El caracter inflexible de la muerte -"cuando te toca, te toca", expresa el artista- lo representa Shanti mediante lapsos lentos de movilidad apenas perceptibles, la muerte-Shanti, está sentada (o), no se mueve, pasa el tiempo, tres, cuatro, cinco minutos y cuando repara el público ya la muerte mira de frente, mira a todos y no mira a ninguno, se levanta lentamente, estira los brazos en señal de poder, sabe que tarde que temprano a todos y cada uno se los llevará a su territorio.

La Danza de la Muerte se ha presentado en importantes foros de la escena cultural alemana como el Museo Etnológico de Dahlem o La Casa de las Culturas del Mundo, en Berlin. Aunque este espectáculo no se ha presentado aún en México, el artista mantiene su trabajo constante de establecer un puente entre Alemania y México.

Las actuaciones de Shanti Oyarzábal comprenden una amplia variedad de performances en los que actúa solo o en compañía de otros actores. En 2001 obtuvo con Coracium el primer lugar en el Concurso Internacional de Esculturas Vivientes en Dornbrin, Austria.