México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Se presenta mañana en el Auditorio Nacional,
donde recordará a su amigo Compay
Por fin se me hizo justicia, me dejaron grabar un bolero,
dice Ibrahim Ferrer
ARTURO CRUZ BARCENAS
El cubano de 76 años de edad Ibrahim Ferrer, ganador
del Grammy 2003 en la categoría Música tropical tradicional,
se presentará mañana, 8 de noviembre, en el Auditorio Nacional,
junto con la orquesta del Buena Vista Social Club, que estará integrada
por Orlando Cachaíto López, Manuel Guajiro
Mirabal, Jesús Aguaje Ramos, Juan de Marcos y Demetrio Muñiz.
Tocará, cantará y bailará sus clásicos El
platanal de Bartola y Mi quimbin, así como sus versiones
de Dos gardenias, Perfume de gardenias y Naufragio.
En entrevista, el maestro del son, la guaracha y el bolero
informó que presentará al público mexicano el referido
disco ganador del Grammy, titulado Buenos hermanos (su segundo como
solista), producido por Ry Cooder, donde incluye algunos temas de su autoría.
La canción de la que se toma el nombre del cd corresponde a la inspiración
de Miguel Matamoros, quien la hizo en 1943.
Anunció que en homenaje póstumo a su amigo
Compay Segundo interpretará Chan chan. A la charla
llegó contento y sin falsas modestias expuso que el pasado 25 de
septiembre añadió otro trofeo a sus vitrinas: el prestigiado
premio británico MOBO Award, en la categoría World Music,
donde compitió con Carlos Santana, Youssou N'Dour y Ladysmith Black
Mambazo.
A
través de sus lentes de grandes aros casi redondos, dijo que venir
a dar este concierto es, para él, "algo muy especial. Veo a México
como veo a Cuba. A lo largo de los años Ibrahim Ferrer ha tenido
cambios, pero no los que algunos imaginan, porque yo soy una persona de
familia, un hombre luchador. El único cambio es que hoy tengo una
posición que no tenía. Vivo muy natural, en un lugar que
puedo presentar a todos ustedes, que pueden ir a mi casa y los puedo recibir
sin ningún tipo de pena. ¿Usted me entiende?" Quedó
claro.
Reforzó: "Sigo siendo el mismo amigo, el mismo
hombre, el mismo padre, el mismo abuelo, el mismo bisabuelo. He cambiado
en el sentido de que antes no podía ayudar, de acuerdo con mis posibilidades,
y hoy estoy ayudando, tanto a mi familia como a mis amistades. ¿Usted
me entiende? ¿La música? Ahora estoy aprovechando porque
antes me oían y no sabían de mí, porque jamás
había salido en un disco". Como otros músicos cubanos, Ibrahim
se dio a conocer fuera de la isla luego del éxito de Buena Vista
Social Club.
"Esa es una de las cosas que yo quería: grabar
un bolero y que mi nombre apareciera en los discos, lo cual no ocurría
en los álbumes donde había participado. Parecía que
yo no servía para eso; siempre me tenían por acá.
Lo que pasa es que yo nací y me crié en un ambiente de música,
porque yo nací en un baile, en mi casa, donde todos los sábados
se tocaba rumba y siempre había fiesta. Ahí donde están
las congas, ahí vivía. Ahí hice mi primer número,
Boquiñeñe, cuando tenía como 14 o 15 años.
¿Usted me entiende? Pero por mientras me tenían ahí,
a un lado, porque no me dejaban cantar boleros. Ahora se ha hecho justicia.
La justicia se ha hecho."
-¿Qué ha cambiado en la música tradicional
cubana?
-Lo que es el rap, es una estridencia eso que llaman el
pop, que yo no conozco. La acepto porque es una música joven. La
juventud es la que se impone. Esa es una influencia. Otra es la salsa,
que también no es nada menos que el son puro, con otro timbre. Todas
esas cosas me llegan.
-¿Se va a quedar el Buena Vista Social Club como
concepto, como cultura?
-Yo creo que sí. Debe quedarse, aunque quieren
sacarlo. Lo continuarán los mismos hijos de nosotros. El Buena Vista
ahora mismo es una fundación.
-¿Le gusta la salsa que hacen Willie Colón
y Rubén Blades, por ejemplo?
-Sí, cómo no, yo he alternado con ellos.
Con quien quiero trabajar es con Oscar de León, pero no ha habido
manera de empatar. Estoy loco por conocerlo, estrecharle la mano. Yo no
soy salsero; yo medio interpreto el son. También soy un poquito
bolerista. Yo agarré el filin. Miren que no canto todos los
números igual. Yo le invento. Yo no sé. Esa es una cosa que
a mí me nació.
"Antes de que se inventara la palabra filin ya
yo lo tenía. Lo que pasa es que nunca me gustó cantar igual
que nadie. Canto como siento; yo también tengo mi manera de sentir.
¿Me entiende? ¿Qué viene? Eso yo no lo sé decir,
porque la juventud cambia tanto. Eso es en Cuba y en la otra parte del
mundo, mañana y pasado mañana. No sé... el brinca-brinca."
-¿A usted no le gusta el rock?
-Yo no lo bailo, no sé bailarlo. Es una música
para jóvenes. ¿Elvis? Claro, yo lo cantaba antes.
Añadió que vive los años más
felices de su vida. "Me hubiera gustado conocer el mundo antes, viajar.
México. En 1972, Mariano Mercerón me fue a buscar para traerme
a México."
-¿Qué piensa de la timba?
-Eso es bobería; fue una forma que inventaron para
tumbar al Buena Vista Social Club, pero nada. Esa pirámide se derrumbó
enseguida.
Reacio a hablar de temas políticos, ayer, en conferencia
de prensa, sólo expresó que el mandatario cubano Fidel Castro
"es un gran hombre".
"Lo que yo quiero es la paz. Quiero quedar como un hombre
que rogó porque se hiciera la paz en el mundo".
-¿Si no hubiera conocido a Ry Cooder?
-A lo mejor estuviera limpiando mis zapatitos. Dándome
traguitos.
La Jornada y Zarabanda invitan al concierto de
Ibrahim Ferrer a las primeras 15 personas que envíen un correo electrónico,
entre las 15 y 16 horas, a [email protected]
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