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México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Su segundo álbum, Viaje de mar,
será presentado hoy a las 21 horas en el Hard Rock Live
Amor, dolor, vida y muerte, ejes del nuevo disco de
Iraida Noriega
El fallecimiento de su padre y el nacimiento de su hijo
la hicieron emprender un viaje intimista
JUAN JOSE OLIVARES
Iraida Noriega irradia amor y dolor en su reciente producción
discográfica Viaje de mar. Y viaja hacia adentro de ella
misma y de sus mares en esta segunda placa que está sustentada por
dos hechos que la marcaron recientemente: la muerte de su padre, el jazzista
Freddy Noriega, y el nacimiento de su hijo Nicolás.
Para celebrar la génesis de su segundo trabajo
de 11 canciones, editado de forma independiente y en el que seis piezas
son de su autoría, Iraida se presentará este viernes a las
21 horas en el Hard Rock Live, junto con Enrique Nery (piano), Tony Cárdenas
(batería), Aarón Cruz (contrabajo), Diego Maroto (saxofones),
Ricardo Benítez (flauta), Joe D'Etienne (trompeta) y Rey Alexandre
(trombón), así como la cantante María, con los que
desarrollará un concierto intimista y catártico.
Iraida, una de las mejores voces del jazz en México,
se inició a los 17 años al lado de su padre. Estudió
música en Nueva York con Sheila Jordan y Mimi Daitz. Se ha presentado
en salas como la Nezahualcóyotl, el Metropólitan y el propio
Bellas Artes. Tiene intensa actividad desde su participación en
los discos Elementos, a dúo con el guitarrista Emiliano Marentes;
Reencuentros, con el contrabajista Roberto Aymes; Cuicantl, sólo
voces, con el ensamble vocal Cuicantl; el Mexican divas, con
otras voces femeninas, y de su primer disco solista, Efecto mariposa.
Unos van, otros vienen
Según
la artista, "este viaje comenzó en Ensenada en agosto de 2000, quizá
concluyó su parte en Maroata, Michoacán, en febrero de 2002,
y materialmente se concretó en la ciudad de México; por la
forma solidaria y profesional en que músicos, ingenieros y mucha
gente se han involucrado para su realización, es para mí
una prueba de que el espíritu de unidad es el sentido de mi música".
Pero en realidad la cuerda planetaria para la solidificación
del disco vino luego de estar dos semanas sentada frente al mar preguntándose
sobre los recientes sucesos que le habían ocurrido. Supo la artista,
más bella ahora que es madre, que unos van y otros vienen. "Más
que planear hacer un disco que hablara de la muerte a la vida, fue lo que
sentía en ese momento. La vida me fue diciendo por aquí y
por allá. Era un viaje en el que se iban unos y vienen otros. Cuando
me avisaron que mi papá había muerto, estaba en Ensenada
trabajando; casi al mismo tiempo que estaba sentada en la playa dibujando
unas alas en la arena, mi papá moría. Pero al final, todo
este viaje terminó por ser un proceso sanador, revelador, una terapia.
Las rolas surgen en el camino y conforme van pasando las cosas."
Pero ahora su etapa de madre es la que ha dado luz a su
creatividad. "El embarazo -dice la jazzista- fue mejor que cualquier droga,
es un estado de gracia. Cuando murió mi papá yo quería
explicaciones, estaba en un estado oscuro. La única respuesta era
aceptar que eso es parte de la vida. El asunto de la maternidad se presenta
en un momento en el que termina dándole sentido a las cosas. Ahora
estoy en la lucha, en otro dilema, en esa cuestión de la vida hacia
fuera con la música, la vida hacia adentro, la vida con Nicolás;
ahora busco el equilibrio."
-¿Esas cuestiones intensas se hacen características
de un artista de jazz?
-Supongo que sí, porque algo que es maravilloso
de este lenguaje del jazz es que haces lo que pasa en el momento. No son
obras que practicas y ensayas. No, tiene que ser un reflejo de lo que estás
viviendo auténticamente. Cuando estás abajo va para abajo,
o al revés. Hay autenticidad, y estar en sintonía con ese
momento te da libertad, la libertad de canalizar tu momento en la música.
''El sufrimiento aporta al proceso creativo''
Otra cosa sin duda es la lucha de los jazzistas porque
se conozca su trabajo. Pero ni eso quita el sueño a Iraida.
"Todo el tiempo es hacer un ejercicio entre tus labores
terrenales y tus labores etéreas. Estoy ahora en la onda de que
las cosas que pasan son por algo, como los obstáculos que tienes
que vencer. Y más que verlo como una lucha, es como una experiencia.
Alguien dijo con sabiduría que el dolor, el sufrimiento, aportan
al proceso creativo, pero el conflicto no aporta nada. De alguna manera
se trata de estar en paz con el proceso que a uno le toca vivir, con los
pros y contras que puedan haber por ser un músico de jazz. A mí
me parece afortunada la situación en la cual tengo que trabajar,
porque me permite establecer un ritmo un poco más orgánico
con mi situación personal. Si estuviera en otra área de la
música más comercial, no podría tener esta amalgama.
Si hay una enseñanza que me deja mi hijo es disfrutar cada momento,
estar en este ritmo lento me da la oportunidad de apreciar detalles."
Y la artista ve al jazz, a la música, a la vida,
como algo en lo que tiene que guiarse por instinto. "En el jazz son unas
cosas por otras, es como cuando agarras una chamba que te dan una súper
lana pero eres un esclavo y pierdes libertad; son unas cosas por
otras. Yo siento que más que luchar contra corriente, hay unos días
que batallas más que otros. Quisiéramos que hubiera más
como lo hay en otros géneros, pero más bien es como tratar
de ver lo que sí sucede. Hay tal cantidad de cosas alternativas
que están sucediendo, que la situación para los jazzistas
jóvenes es mucho más favorecedora ahora que en lo que lo
que fue para mi padre, por ejemplo. En mi caso me queda claro que hay como
una estafeta que tuve que tomar de mi padre, una que nos han pasado a los
de esta generación con la consigna de alivianar el camino."
Las canciones del disco escritas por Iraida son: Viaje
de mar (que da nombre al disco), Ojos negros, Alas de mar (las
que dibujaba en la arena de la playa justo cuando, en otra parte, su padre
moría), Nicolás, Ella llamó y Ven a mí,
en tanto que los temas Los sueños de Josefina, Black coffee
(Wenster-Burke), Tres palabras (Osvaldo Farrés), Amor
de pollo (Toth-Marzullo-Pastorius) y Loving you fueron arreglados
con un concepto propio, incluso el tema Tres palabras, cuyos arreglos
de cuerdas son del maestro Enrique Nery.
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