México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Marilyn Manson mandó al infierno a detractores
Se mofó de grupos religiosos que intentaron impedir
su concierto en Monterrey
DAVID CARRIZALES Y JORGE CABALLERO
Monterrey, NL, 6 de noviembre. Marilyn Manson mandó
''al infierno'' a varios líderes cristianos el miércoles
en la noche en esta ciudad. El músico agregó en el Auditorio
Fundidora: ''Tres mil cristianos quisieron suspender este concierto, pero
no pudieron; que se vayan al infierno".
Con actitud desafiante, alentado por unos 8 mil fanáticos,
el músico estadunidense dijo, como para escandalizar las buenas
conciencias: "Es la primera vez que estoy aquí; recen por su alma.
Quiero decirles que los religiosos oraron para que no estuviera sobre el
escenario, pero voy a decirles una cosa: Dios y Satán están
rocanroleando".
Con la banda que asistió al concierto de
Marilyn Manson hubo saldo blanco, lo que echó por tierra los augurios
de grupos católicos, evangelistas y pentecostales que esperaban
una oleada de devastación, suicidios y asesinatos que, dijeron,
se desparramaría por la ciudad debido al influjo de la música
del maligno cantante.
Las
autoridades policiales de Monterrey sólo reportaron seis personas
detenidas, cifra mínima si se compara con otros actos masivos como
un partido de futbol, en que ha habido decenas de aprehendidos por Seguridad
Pública de la ciudad. De estas seis personas cuatro fueron detenidas
en una riña y dos por pretender brincar una barda metálica
para no pagar boleto.
Sin embargo, el espectáculo más candente
de la noche no lo escenificó el reverendo, sino dos muchachas
que llegaron desde la República Checa para ver a su ídolo.
Fueron sacadas del auditorio por personal de seguridad privada porque osaron
besarse; después, con escasa ropa, realizaron movimientos eróticos
y pidieron a los varones que las tocaran para hacer menos larga la espera
del plato fuerte del concierto, tras las actuaciones de Apocalyptica y
Mudvayne.
Cerca de las 11 de la noche el maligno apareció
sentado en un trono con dos emes estilizadas como dos tridentes con el
significado obvio de Marilyn Manson, mientras luces rojas le iluminaban
el rostro maquillado, dándole un aspecto lóbrego.
Los primeros acordes desataron auténticos aullidos
de sus fieles seguidores llegados de todos los rumbos de la zona metropolitana;
también había de Tamaulipas, Chihuahua, el sur de Texas y
hasta de Europa, como se vio con las dos checas.
''¡Manson!,¡Manson!, ¡Manson!'', gritaron
más de ocho mil fanáticos puestos de pie sobre las butacas
cuando salió el roquero, quien, retador ante tanto apoyo, se lanzó
contra los movimientos de derecha que en los días previos hicieron
actos de oración para pedir a Dios que "protegiera" a la juventud
y lanzaron plegarias por el alma del polémico cantante.
Y así, entre canción y canción, señaló
después: "Hay muchos que creen que el rock está muerto; yo
sé bien que no es cierto; quiero escucharlos gritar: rock, rock,
rock, muchas veces", y cientos lo secundaron.
De buen humor, Manson expresó para regocijo de
su público: "Rezaron por mi alma, pero quiero decirles que no voy
a invocar a Satanás".
A la hora que empezó el concierto, en otro rumbo
de Monterrey, la agrupación Reto Juvenil y militantes de la Iglesia
evangélica El Castillo del Rey comenzaron un acto de oración
para ''establecer un escudo de protección contra el mal", para que
"la música de Manson no influyera negativamente en la juventud''.
En el callejón de acceso al auditorio varios grupos se dedicaron
a predicar, entonar cánticos religiosos y entregar propaganda de
"cómo llegar al cielo".
Conferencia en el DF
Más tarde, en la ciudad de México, Manson,
vestido de negro y perfectamente maquillado, ofreció una conferencia
de prensa. Elegante y con voz cavernosa y parsimoniosa habló sobre
los sucesos que lo relacionan con la muerte de una joven en Monterrey:
"Lo que se debería cuestionar es por qué el papá no
estaba haciendo lo que su hija hacía. La historia del mundo está
cargada de violencia incluso en la obra de (William) Shakespeare; lo que
se debe es ayudar a la gente a entender la violencia. No le tengo miedo
a la sociedad, pero no entiendo cómo la gente puede ver una guerra
por CNN y no entender algo creativo y artístico''.
Sobre el proyecto de hacer una película con Alejandro
Jodorowski dijo: "Va lento, faltan cosas que concretar, ponernos de acuerdo
en tiempos y dinero, pero sigue siendo mi sueño trabajar con él''.
Manson, quien se define como un artista que piensa en
función de la música y el arte performance, habló
de la violencia en Estados Unidos, a propósito del filme de Michael
Moore, Masacre en Columbine, y de su lado oscuro: ''La película
no cambiará la situación política, pero lo que sí
logró fue cambiar la opinión de muchas personas. Mi arte
es mi verdadero lado oscuro''. Cuando un reportero le obsequió unas
gomitas de oso, su guarura pasó a recogerlos y Manson agregó:
"Ese también es mi lado oscuro'', pero no precisó si se refería
a los ositos o a su guardaespaldas negro.
Por último un reportero de televisión le
pidió que hiciera una gracia, a lo que Manson le respondió:
"Si me la mamas la hago''. Fue la única grosería del reverendo.
|