México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Congela la propuesta de EU de prohibir la práctica
La ONU posterga discusión sobre clonación humana
REUTERS
Naciones Unidas, 6 de noviembre. En lo que constituye un revés para Washington, un comité de Naciones Unidas retrasó por dos años el intento de Estados Unidos de prohibir a escala mundial todas las formas de clonación humana, incluida la investigación médica con células madre.
Por un estrecho margen de 80-79 y 15 abstenciones, el comité legal de la Asamblea General de la ONU aprobó una moción para demorar la redacción del tratado hasta 2005. La moción fue presentada por Irán en nombre de las 57 naciones de la Organización de la Conferencia Islámica.
El asunto había sido planteado a la Asamblea General, integrada por 191 naciones, desde 2001, cuando Francia y Alemania pidieron a la ONU la expedita redacción de un tratado que prohíba la clonación humana, no así la terapéutica.
Pero el gobierno del presidente George W. Bush, con el respaldo del movimiento antiaborto de Estados Unidos, acabó con el acuerdo al descartar cualquier tratado, a menos que prohíba tanto la clonación humana como la terapéutica, en la que células humanas son reproducidad para investigaciones médicas que pueden conducir a la cura de enfermedades como Parkinson y Alzheimer.
Washington, con la ayuda de Costa Rica, dijo que contaba con el apoyo de al menos 100 naciones para que quienes redactan el borrador del tratado incluyan una prohibición total de la clonación.
Un segundo grupo más pequeño, liderado por Bélgica y que incluye a Japón, Brasil, Sudáfrica y a otros gobiernos europeos, surgió para promover una prohibición limitada que permita la clonación terapéutica.
Este grupo, en el que también se halla Gran Bretaña, el aliado principal de Estados Unidos en otros asuntos internacionales, alegó que la prioridad de Naciones Unidas debería ser la prohibición de la clonación humana y que se debe permitir a cada gobierno decidir cómo regular la clonación terapéutica.
Las naciones que se oponen a la posición de Washington también señalaron que muchos países, excluyendo Estados Unidos, se las han ingeniado para adoptar leyes nacionales que prohíban la clonación humana y han regulado los experimentos de clonación terapéutica.
Estos experimentos se hacen con células embrionarias, o células madre, porque pueden desarrollarse en otras células y tejidos del cuerpo.
James Cunningham, embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, manifestó que 100 naciones apoyaban la postura de Washington y que los gobiernos que habían votado por el retraso tenían miedo de perder en una votación directa sobre el asunto.
En un debate ocurrido antes de la votación, el diplomático iraní Mostafa Dolatyar dijo que la moción de las naciones islámicas no intentaba tomar partido en el asunto sino reflejar la falta de consenso.
Sin embargo, la diplomática española Ana María Menéndez argumentó que era un error votar para demorar que se actúe en un "asunto de carácter urgente".
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