México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Se reúne con jefes de comunidades mapuches, en su gira por Bariloche
Kirchner pide apoyo de los argentinos para combatir la corrupción
Asegura a La Jornada que todo lo que prometió al asumir la presidencia lo cumplirá
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 6 de noviembre. Hay que "correr a los ladrones sinvergüenzas" que dejaron a los argentinos sumidos en el hambre, y terminar con las corporaciones que "muchas veces traban los intereses de la gente", dijo hoy el presidente Néstor Kirchner.
También pidió apoyo "para luchar por recuperar la patria, para recuperar la justicia, combatir la corrupción y terminar con los ladrones de guante blanco. Es una lucha que no puedo encarar solo. Necesito el apoyo de los argentinos".
Acompañado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, y algunos miembros de su gabinete, el mandatario viajó esta mañana a la turística ciudad de San Carlos de Bariloche, en el sur del país, para conmemorar el centenario de fundación de Parques Nacionales.
La novedad fue que el mandatario volvió a viajar en el avión presidencial Tango 01 después del escándalo de las irregularidades de algunos pilotos y personal de la aernoave, que desde hace años estafaban al Estado, inflando astronómicamente los costos del servicio de catering (comidas).
Kirchner dispuso la inmediata remoción de los responsables, en otro de los tantos actos contra los numerosos nichos de corrupción en diversas instituciones estatales, como sucede también en las cúpulas policiales. La víspera, justamente, había insistido en la necesidad de "depurar todas aquellas instituciones que no estén a la altura de las circunstancias", e insistió en que la policía de la provincia de Buenos Aires, vinculada a numerosos hechos delictivos, "debe mejorar rápidamente".
La remoción en el Tango O1 obligó al mandatario a utilizar líneas comerciales. Por eso el vuelo de hoy transcurrió en un ambiente de bromas y camaradería en torno a las peripecias de la aeronave, que volvió a volar luego que el Ejecutivo ordenó regresar a uno de los pilotos que tomaba un curso en el exterior.
Haciendo gala de su estilo directo y simpático, que algunos ya llaman "el estilo K", el presidente fue ovacionado por una multitud, que contaba en sus filas a comunidades indígenas mapuches, a su llegada a Bariloche.
Al mandatario, que tras cinco meses de gestión tiene más de 70 por ciento de imagen positiva según los recientes sondeos, colocándose muy por delante de cualquier otro político, lo acompañaron en este viaje un grupo de periodistas locales que cubren presidencia, y La Jornada, como el único medio extranjero.
En varias oportunidades Kirchner abandonó el protocolo -otro rasgo del "estilo K"- para aproximarse a los habitantes de Bariloche, y también se reunió con jefes mapuches, quienes le transmitieron las demandas de esa comunidad indígena.
La popularidad del presidente quedó patente, pero el camino no es fácil, pues admitió en su discurso que "son muchos los intereses que se juntan para frenarnos.
"Pero sepan que lo que dije el primer día es totalmente cierto. Yo no vine al gobierno para dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada (sede del gobierno). No vine para quedarme y estar sentado en el sillón. Hay que dar batalla para refundar a la patria. Hay que dar la lucha por recuperar los principios, los valores, hay que luchar para recuperar la justicia, para recuperar la dignidad", afirmó el ex gobernador de Santa Cruz, quien asumió el pasado 25 de mayo.
También habló de la necesidad de "recuperar" la Patagonia, olvidada por muchos políticos y asediada por grupos extranjeros. Especialmente se refirió al tema de los parques nacionales, recordando que "gracias a Dios siguen siendo nacionales y escaparon a las furias privatizadoras de la década de los 90", cuando el gobierno de Carlos Menem entregó las empresas del Estado en medio de graves irregularidades; pero, remarcó, "eso se terminó para siempre".
Sobre la Patagonia dijo que estaba en el olvido, como "un gran patio trasero del país. Ya se ha terminado ese tiempo, ya es historia. Ha llegado la hora de que la Patagonia sea el corazón vivo de la patria argentina (...) se terminó la triste historia de que tres o cuatro burócratas querían recortar el presupuesto que corresponde con dignidad a la riqueza patagónica".
Cada frase de Kirchner era ovacionada por la multitud. "Creemos en usted, presidente. Es la primera vez que confiamos y lo vamos a ayudar en todo lo que nos pide", le decían. El mandatario también se comprometió a trabajar "corazón a corazón" con los mapuches.
Las muestras de efusividad se dieron pese a la lluvia que caía y al viento frío, en contraste con el clima veraniego que se vive en la capital argentina. Pero esto no impidió a Kirchner, el hombre que vino del frío, como le han dicho en referencia a sus años de gobernador sureño, continuar su agenda. Nadie lo pudo convencer de que se guareciera, y fue muy difícil para su escolta arrancarlo de los abrazos de la gente.
En un breve intercambio con La Jornada, Kirchner aprovechó para reafirmar que todo a lo que se comprometió a hacer el día en que juró como presidente lo va a cumplir, y destacó que en estos cinco meses de gestión se avanzó en muchos temas que durante años estuvieron detenidos.
"Tenemos muchos asuntos graves que enfrentar. Donde miramos hay algo que debe corregirse y hemos decidido hacer lo que tengamos que hacer, pero también con la paciencia de la madurez", dijo a su vez Cristina Kirchner, a la que cubrieron con un sombrero de guardaparques.
En el vuelo del regreso a la capital, la senadora -quien también obtiene altas calificaciones en las encuestas de popularidad- se unió a los periodistas para platicar informalmente, y aprovechar para destacar que ella desarrolla su propia lucha en el Senado.
Detrás quedaba la esperanza de los habitantes de Bariloche, que desde hace años luchan por tener gas suficiente para soportar los duros inviernos. "Yo sé bien cuáles son las necesiades de la gente y sé que debemos ya solucionar los problemas definitivamente. No hay lugar para la demagogia ante lo que ha vivido (...) mi deber es recorrer constantemente Argentina, que ha sido dejada abandonada en el subsuelo de la patria. Pero yo también confío en la dignidad nacional y los trabajadores saben que pueden contar conmigo", sostuvo Kirchner.
|