México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Representa 47.3 por ciento del PIB, según
informes de la Secretaría de Hacienda
La deuda total del sector público asciende ya
a 3 billones de pesos
Los pasivos del IPAB son mayores al endeudamiento interno
del gobierno federal
En 9 meses la administración central tuvo que
pagar $192 mil 794.4 millones sólo en intereses
JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO
La deuda total del sector público mexicano se elevó
a poco más de 3 billones de pesos al término del tercer trimestre
de este año, cantidad sin precedentes que equivale a 47.3 por ciento
del producto interno bruto del país (PIB), indican los informes
más actualizados de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP).
Para el actual gobierno del presidente Vicente Fox, igual
que ocurrió con sus predecesores, recurrir al endeudamiento parece
el único medio para atender las necesidades financieras del país.
En los tres años de este sexenio el crecimiento del débito
ha sido de 984 mil 600 millones de pesos, que representa un incremento
de 48.7 por ciento respecto al nivel que tuvo hasta diciembre de 2000.
De acuerdo con reportes del Banco de México el
monto total de la deuda pública era equivalente a 36.8 por ciento
del valor total de la producción nacional en ese año; llegó
a 42.6 por ciento al término de 2002 y brincó, en sólo
nueve meses de 2003, a 47.3 por ciento del PIB.
La expansión del endeudamiento público mexicano
obedece, fundamentalmente, a la asunción de los pasivos derivados
del fracaso de una política de privatización recomendada
por los organismos financieros internacionales. Los denominados pasivos
contingentes, representados por los rescates de la banca, de las carreteras,
la expropiación de ingenios y los llamados Pidiregas aplicados en
el sector energético figuran como los factores centrales de la astringencia
presupuestal que hoy tiene el gobierno federal.
El
problema no es para menos. Esos pasivos suman un billón 37 mil 803.5
millones de pesos y rebasan en 22 por ciento el monto de la deuda interna
reconocida por el gobierno.
Por sí solo el endeudamiento asumido por el Instituto
para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) equivale a 95.5 por
ciento de los 851 mil 214.8 millones de pesos clasificados como deuda interna.
Según los últimos datos oficiales, a septiembre
de este año el monto de la deuda asumida por el rescate bancario
asciende a 812 mil 852 millones de pesos, lo que representa un crecimiento
de 44.3 por ciento de la deuda asumida por este concepto respecto de 2000.
Entre el comienzo del régimen actual y el tercer
trimestre de 2003 los pasivos del IPAB aumentaron 249 mil 400 millones
de pesos.
Por el lado del rescate carretero, el adeudo asumido por
el gobierno federal suma ya 147 mil 985.3 millones de pesos, lo que implica
un crecimiento de 40.4 por ciento respecto del monto que recibió
la presente administración.
Por la vía de Financiera Nacional Azucarera el
sector público reconoció obligaciones garantizadas por 11
mil 737.5 millones de pesos; mientras por la liquidación de fideicomisos
y fondos de fomento se asumieron pasivos por 65 mil 228.7 millones de pesos.
La deuda interna del gobierno federal -representada por
Cetes, Bonos de Desarrollo, Bondes, etcétera- ha sido un expediente
ampliamente socorrido por esta administración; tan es así
que actualmente ya es mayor a lo que el país debe en el extranjero.
Su saldo, de 851 mil 214.8 millones de pesos, registra
un crecimiento de 79 por ciento desde diciembre de 2000 y ha implicado
una elevación de 375 mil 600 millones de pesos en el periodo.
Por su lado, la deuda pública externa no ha dejado
de ser un problema. Afectada principalmente por las variaciones en la paridad
peso dólar, ha registrado un aumento de 14.8 por ciento durante
este gobierno por su valor en moneda nacional. Su saldo a septiembre pasado
ascendió a 809 mil 842.4 millones de pesos.
Aún no reconocido como deuda pública, el
mecanismo de los proyectos de infraestructura productiva con impacto diferido
en el registro del gasto (Pidiregas), inventado durante la administración
de Ernesto Zedillo, ha sido un recurrente instrumento utilizado también
por el gobierno foxista. Los datos oficiales revelan que los Pidiregas
directos se elevan a 29 mil 959.2 millones de dólares, que en moneda
nacional representan 319 mil 959.2 millones de pesos. El incremento entre
2000 y septiembre de 2003 ha sido de 115 por ciento.
Ayuda dolorosa
El expediente de la deuda -interna y externa, Pidiregas,
IPAB, rescate carretero y obligaciones garantizadas por el gobierno federal
por el extinto FIRA- ha servido para sacar a flote al sistema económico,
pero ha sido un remedio demasiado costoso para el país. En nueve
meses el gobierno federal tuvo que pagar 192 mil 794.4 millones de pesos,
sólo por intereses.
Pero además, de acuerdo con la calendarización
establecida por la SHCP y los acreedores, las amortizaciones (o pago del
capital contratado) se perfilan como uno de los problemas económicos
más serios que este gobierno deberá enfrentar en 2004.
Según los informes de la Secretaría de Hacienda,
este año se destinan 166 mil 923 millones de pesos sólo a
las amortizaciones de la deuda interna. Para el año entrante se
tiene proyectado pagar 237 mil 133.6 millones de pesos por el mismo concepto.
Es decir, 42 por ciento más que en 2003.
Más grave se prevé el panorama por los vencimientos
de la deuda externa. Para el año en curso se emplean 4 mil 630 millones
de dólares en amortizaciones. Pero para 2004 se tendrán que
enfrentar pagos por este concepto por 11 mil 248.8 millones de dólares,
lo que representa un incremento de 143 por ciento.
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