BALANCE DE LA JORNADA

Marlene Santos A.

El auxiliar Sergio Egea, discreto artífice del éxito puma

PUMAS SE MANTUVO en el liderato general por segunda semana consecutiva, a pesar de que el técnico Hugo Sánchez se dio el lujo de pasar una semana fuera del país: unos días en Los Angeles, para el Juego de Estrellas, y luego en Zurich. Pero sin duda, uno de los principales aciertos del Pentapichichi es el haberse hecho de los servicios del eficiente, estudioso y discreto Sergio Egea, a quien hay que darle mérito.

EGEA NACIO EN Argentina, la tierra de Ricardo La Volpe a quien Hugo quiere ver muy lejos del Tricolor, entre otras cosas, por ser extranjero. Sergio y Hugo se conocieron en el Real Madrid, y el perspicaz mexicano no tardó en captar su potencial y claridad para analizar el futbol.

SANCHEZ APLICO A fondo su fluidez verbal y lo convenció de dejar España tras 25 años de vivir allí y 20 de haber adquirido la nacionalidad de ese país. Egea es un solitario que se declara extranjero en todas partes, su esposa e hijos españoles lo visitan en fechas especiales, y al más puro estilo del Loco Bielsa se la pasa en México revisando videos, viendo juegos y haciendo toda clase de anotaciones. Tiene, pues, gran parte de responsabilidad en el actual éxito puma.

EL ESTRATEGA DEL América, el holandés Leo Beenhakker, pasó del éxtasis, del arrobamiento por el segundo tiempo de su equipo ante Tigres, en el partido de la fecha anterior -el cual no dudó en calificar como un juego de "muy alto nivel"-, a la angustia de ver a su cuadro apaleado, desdibujado, humillado y sepultado ante el verdadero futbol-espectáculo del Toluca.

EL CUADRO DE Coapa vivió una semana de desgracias que culminaron de la peor forma. Comenzó con la baja por lesión de Pável Pardo, continuó con Adolfo Ríos y se materializó en el rotundo 0-6. La pesadilla amenaza con perseguir el próximo domingo en el clásico América-Chivas, pues a esas bajas se sumarán las de Frankie Oviedo y Hugo Castillo, por expulsión.

EL TIMONEL HOLANDES cancelará su espejismo y deberá aplicarse a fondo esta semana, pues aún tiene al alcance de la mano la calificación directa. Quien de plano parece haber dejado atrás cualquier sueño es su paisano Hans Westerhof, entrenador del Guadalajara, que tras la derrota ante Monterrey y la victoria del Veracruz, cayó hasta el fondo del grupo cuatro.

EL CLASICO SE presenta entre contradicciones, pues mientras Beenhakker y Westerhof se declaran amistad y cariño, el dueño de Chivas, Jorge Vergara, comenzó a calentar el juego con mucha antelación, a través de sus acostumbrados desplegados. En todo caso, la expectativa se reduce a observar a Cuauhtémoc Blanco y el Loco Abreu por un lado, y Ramón Ramírez y Francisco Palencia, por el otro.

EL PARTIDO DE Estrellas, disputado el miércoles en Estados Unidos, arrojó toda clase de críticas -una vez más- para los dirigentes de la FMF, quienes con sus consabidos descuidos lo ubicaron en una fecha que complicó el trabajo de más de un equipo: América fue el que más despotricó por la lesión de Pável Pardo, pero otro afectado fue el Irapuato, con la fractura nasal de Everaldo Bejines.

SIEMPRE CON LA mira puesta en el dinero, el juego entre extranjeros y mexicanos fue llevado de Monterrey, una de las ciudades más industriales del país, a Los Angeles, donde una paupérrima entrada endureció el gesto de los organizadores, que vieron esfumarse sus cuentas alegres. No hubo novedad, ganaron los extranjeros a pesar de que hasta se dieron el lujo de permitir que el Pony Ruiz jugara como nacional por haber obtenido la naturalización.

PERO, SIN DUDA, las críticas que más escozor causaron fueron las vertidas por los empresarios de Bimbo en el Congreso Internacional de Futbol, organizado por la directiva del Pachuca, donde además le repitieron el epíteto de "títere" a Alberto de la Torre y consideraron que el peor defecto de la selección nacional es la Federación Mexicana de Futbol.