México D.F. Lunes 3 de noviembre de 2003
Unas 200 mil personas, principalmente campesinos, asentadas en las áreas naturales
Explotación indiscriminada de 75% de las zonas protegidas de Chiapas
Comunidades y núcleos urbanos cercanos amenazan estos lugares, dicen autoridades
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 2 de noviembre. Aproximadamente 231 mil personas habitan y trabajan en al menos 75 por ciento de las 998 mil 300 hectáreas de selva, bosques y manglares que comprenden las áreas naturales protegidas (ANP) que existen en Chiapas, lo que compromete la conservación de las reservas forestales del estado, informó el delegado estatal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Adrián Méndez Barrera.
El funcionario explicó en entrevista que en la entidad existen 17 ANP y que 60 por ciento del millón 998 mil 300 hectáreas protegidas son consideradas zonas de amortiguamiento, donde se permite a los núcleos poblacionales trabajar "sin dañar el ecosistema". Indicó que al 40 por ciento restante se le considera zonas núcleo, donde está prohibida cualquier forma de explotación.
Sin embargo, dijo Méndez Barrera, entre 10 y 15 por ciento de las 800 mil hectáreas que comprenden las zonas núcleo también son afectadas por grupos de campesinos que habitan la región de manera ilegal. Afirmó que "eso significa que unas 231 mil personas" distribuidas en mil 400 poblados explotan "de forma indiscriminada" 75 por ciento de las ANP en la región.
Puntualizó que las regiones perjudicadas son las siete reservas ecológicas chiapanecas llamadas El Triunfo, La Encrucijada, La Sepultura, Lacantún, Montes Azules, Selva El Ocote y el Volcán Tacaná, así como las tres áreas de protección de flora y fauna que son Cascadas de Agua Azul, Chan-kin y Metzabok. Destacó que también están en riesgo los tres parques nacionales de la entidad, Nahá, Cañón del Sumidero y Lagunas de Montebello, al igual que los dos monumentos nacionales: Bonampak y Yaxchilán, y el Santuario de Playas de Puerto Arista.
"Pero lo más grave -añadió el funcionario- no sólo es la presión interna que ejercen los núcleos poblacionales que habitan en las áreas en cuestión, sino la presión externa de otras comunidades y núcleos urbanos que circundan a esos macizos forestales".
Méndez Barrera se quejó de que en Chiapas "existe tráfico ilegal de flora y fauna, un saqueo sin control de los recursos naturales en donde lo más paradójico es que quienes más ganan no son las personas que directamente viven dentro de las áreas naturales protegidas, sino los llamados coyotes, que sin escrúpulos explotan a los campesinos e indígenas al hacerlos partícipes de estas acciones".
Como ejemplo el delegado estatal de la Conanp expuso el caso de la palma camedor, un ejemplar de ornato que es muy solicitado en Texas. Explicó que se ha detectado que 60 por ciento de esa especie que se comercializa en la citada entidad estadunidense proviene de las ANP de Chiapas. "Los coyotes compran esa palma a los campesinos e indígenas de Chiapas por unos centavos, en Tabasco la compran en 1.4 centavos, pero ellos venden hasta en tres pesos cada pieza de la palma. Esto indica la gran diferencia, las pocas ganancias que le quedan a los campesinos e indígenas que se internan en las montañas para conseguirlo", dijo.
Añadió que ante la situación, existe la propuesta de reubicar a "un grupo importante" de comunidades ubicadas en las 17 ANP chiapanecas, "sin embargo, ello requiere una cantidad de recursos económicos con los que no se cuenta".
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