México D.F. Lunes 3 de noviembre de 2003
Aceptan "ciertos cambios" si hay consenso al respecto
La IP de Bolivia, inquieta y esperanzada con Mesa
Textileros de Cochabamba, decepcionados del mandatario
XIMENA ORTUZAR ENVIADA
La Paz, 2 de noviembre. El cambio de presidente en Bolivia es motivo de esperanzas y de inquietudes para empresarios e inversionistas. Carlos Mesa, quien asumió el 17 de octubre, anunció desde el primer momento que sus prioridades serían la generación de empleos y la reactivación económica, e inició contactos con distintos sectores sociales del país.
Las principales entidades empresariales y financieras expresan su sentir. Richard Ades, presidente de la Cámara Americana de Comercio de Bolivia, opina: "Aunque reconocemos que el pueblo está pidiendo un cambio, y ello es política y socialmente necesario, creemos que hay que hacerlo con reglas establecidas, en un marco constructivo y en consulta con las empresas. Nos preocupan algunas señales que dio el nuevo presidente. Las empresas estarán de acuerdo en ciertos cambios si hay consenso al respecto, pero no si se dictan los cambios".
El presidente de La Cámara Nacional de Industrias (CNI), Víctor de Los Heros, señala: "Es positivo el acercamiento de Mesa a los sectores en conflicto, porque esto aplacará los ánimos y traerá paz. Sin embargo, los cambios no sólo deben satisfacer a los sectores sociales, sino también a los productores, a la industria y al inversionista. Lo que Mesa debe hacer es dar señales hacia afuera para demostrar que este país es viable".
Agrega que la mejor forma de proteger a la industria es que la gente consuma lo que produce el país y que las compras estatales privilegien a empresas bolivianas, lo cual genera desarrollo, riqueza y empleo. Prosigue: "Es importante que el gobierno escuche a los generadores de empleos, porque son los principales actores en la economía. Un país se mide por su desarrollo industrial".
Modelo sin cambios
Hay consenso en que la crisis que obligó a renunciar a Gonzalo Sánchez de Lozada fue expresión de un rotundo rechazo al modelo económico vigente. El nuevo presidente no ha anunciado ni pretende hacer cambios a ese modelo. "Sólo habrá ajustes", aseguran los expertos.
Alejandro Mercado, analista de la Fundación Milenio, asevera: "Las políticas siguen siendo las mismas. Ellos -los del gobierno- no van a aceptar el fracaso de esas políticas".
Carlos Arce, del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, añade: "Los organismos multilaterales no reconocen las fallas del modelo de economía de mercado, sino de las fallas de quienes aplican el modelo, de los malos administradores".
Alude Arce a las declaraciones de Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien opinó: "La crisis de Bolivia interpela ciertamente al modelo; habrá que ver qué cosas no funcionaron y cuáles funcionaron. Interpela a la clase política, interpela ciertamente
a los líderes sociales y yo diría que interpela también a la cooperación internacional en sentido amplio".
Que el modelo no cambie tranquiliza a los empresarios, pero no les impide hacer sus exigencias. Así, en Cochabamba exigen al presidente Carlos Mesa "señales claras" para superar la crisis económica agravada por los problemas políticos y "anuncios oportunos de acciones concretas" para lograr la reactivación del país.
Fernando Quiroga, presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba, expresa las aspiraciones de su gremio: "Necesitamos un programa de inyección de recursos frescos a la economía para reactivar el aparato productivo y la capacidad de gasto, para que las empresas puedan cumplir con sus responsabilidades y realizar algunas inversiones".
Agrega que la reciente crisis paralizó la actividad productiva en La Paz por un mes y por una semana en todo el país, lo cual afectó a los empresarios en su capacidad de pago de compromisos con la banca privada, tributarios y de beneficios para sus empleados.
Quiroga puntualiza que los empresarios piden trabajar "intensa e insistentemente" en todos los programas del Sistema Boliviano de Productividad y Competitividad, con miras de lograr la reconversión productiva.
A su vez, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) lamenta pérdidas por 70 millones de dólares entre los días 13 y 17 de octubre por la paralización total de actividades en La Paz, El Alto, Cochabamba, Potosí y Oruro, principalmente.
Guillermo Morales, presidente de la CNC, afirma: "Perdimos 7 millones de dólares por día. En tal sentido, los conflictos recientes afectaron de manera alarmante al sector comercio y eso impedirá que podamos cumplir con nuestras obligaciones tributarias. Además, la seguridad jurídica quedó menoscabada, la credibilidad de Bolivia a nivel internacional se afectó negativamente y eso hará difícil atraer nuevas inversiones".
Para revertir lo anterior, Morales propone al gobierno "agilizar una inyección de recursos" mediante la inversión pública.
Otra posibilidad de apoyar a la CNC sería destinar incentivos a las compañías que decidan permanecer en La Paz y El Alto, "pese a que los últimos acontecimientos demostraron el alto riesgo que ello implica", y también a las destinadas a atraer nuevas inversiones, explica el líder empresarial.
"Respaldamos plenamente al presidente Mesa. Pero debemos hacerle notar nuestro deseo de analizar y discutir con las nuevas autoridades problemas como el contrabando, la economía informal, la política tributaria y la seguridad jurídica para las inversiones", puntualiza.
Tal es el respaldo de la CNC a Mesa, que le ha pedido permanezca en la presidencia de Bolivia hasta 2007.
Turismo, a la baja; la banca, estable
El sector turístico de Bolivia ha comenzado a evaluar las pérdidas que dejó la crisis. Según operadores de ese sector, en septiembre pasado 70 por ciento de la reserva hotelera fue cancelada y en octubre la cifra se elevó a 80 por ciento, dejando pérdidas de 6 millones de dólares sólo en la ciudad de La Paz, que concentra 60 por ciento de los ingresos nacionales por turismo.
Darius Morgan, vicepresidente de Crillon Tours, principal operador turístico en Bolivia, agrega:
"A nivel nacional, las pérdidas para el sector superan los 7.8 millones de dólares. Si consideramos que noviembre sigue prácticamente muerto y diciembre no promete más, podemos evaluar pérdidas cercanas a 10.5 millones de dólares a causa de los últimos sucesos."
Acerca de los cálculos que los operadores turísticos hacen para 2004, señala: "dependemos de abril", en alusión a los 90 días de tregua que los líderes de la movilización social dieron al presidente para dar respuesta a sus exigencias.
Abunda: "Los bloqueos (de calles, caminos y carreteras) suponen un tema de calendario agrícola. Es de esperar que para entonces se habrá superado una situación que ha sido especialmente sensible".
La Asociación de Bancos Privados (Asoban), por conducto de su presidente, Emilio Unzueta, afirma: "El nuevo gobierno encabezado por Carlos Mesa provoca optimismo en la población, que espera nuevas medidas que permitan enfrentar el punto de inflexión al que llegó el país en la reciente crisis social y política". Y recalca la "solidez del sistema bancario boliviano a causa de su alta liquidez".
Al respecto, Marcelo Montero, secretario ejecutivo de Asoban, opina: "La reacción de los depositantes -a raíz de los sucesos recientes- fue madura y demostró que existe conciencia de que la crisis social no tiene que ver necesariamente con una crisis financiera".
Acepta que durante esos días hubo mayor número de retiros de depósitos de dinero del sistema bancario, pero lo atribuye a las circunstancias -desabastecimiento de mercados y mercado negro- más que a desconfianza en el sistema bancario, porque éste "está sólido".
En crisis anteriores hubo impactos significativos, pero temporales, en el nivel de depósitos bancarios, afirma la Asoban, que entrega los siguientes datos: "Entre mayo y la primera semana de agosto de 2003, durante la disputa por la presidencia de Bolivia entre Evo Morales -candidato del Movimiento al Socialismo y líder cocalero- y Gonzalo Sánchez de Lozada -candidato de Movimiento Nacional Revolucionario y empresario-, salieron del sistema bancario 507 millones de dólares, de los cuales 164 pueden atribuirse a deterioro moral de la economía".
Durante la crisis conocida como febrero negro -de este año, en el cual hubo un saldo de 33 muertos a causa de la represión militar-policial- el sistema bancario perdió en una semana 114 millones de dólares y en las dos siguientes las pérdidas aumentaron a 157 millones de dólares. Comparadas con estas cifras, las de la crisis actual son mínimas para la Asoban.
Los decepcionados
Por su parte, los microempresarios textiles de Cochabamba se declaran desilusionados de la oferta de crédito del nuevo gobierno. El presidente de la Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva, Rafael Caballero, explica:
"Se nos habló de un crédito de fomento estatal. Pequeños empresarios comenzaron a organizarse en consorcios y a elaborar un plan de negocios. Sin embargo, para acceder a ese crédito deben presentar garantías de que podrán pagarlo; además, tiene una tasa de interés de 9.5 por ciento, que para ellos es casi inaccesible y no corresponde a la de un crédito de fomento estatal. Perú, Colombia, Ecuador y otros países latinoamericanos que potenciaron sus manufacturas nacionales mediante este tipo de crédito aplicaron un interés que en ningún caso superó 5 por ciento."
Al respecto, José Montaño, representante del Ministerio de Desarrollo Económico, replica: "La tasa de aplicada en este caso responde a las reglas del mercado, en las que el Estado no puede intervenir".
Caballero remata: "En nuestro sector ya hay decepción por no encontrar apoyo efectivo del gobierno. No es como nos dijeron".
|