Milicias se disputan región clave para el narcotráfico

Nuevos enfrentamientos dejan por lo menos siete muertos en Afganistán

AFP Y THE INDEPENDENT

Mazar-e-sharif, Afganistan, 2 de noviembre. Al menos siete personas, entre ellas dos civiles, murieron en nuevos enfrentamientos entre milicias tadjikas y uzbekas, que se disputan el control de la norteña región de Sari Pul, punto clave para el tráfico de droga.

Cinco combatientes y dos civiles -una mujer y su hijo- murieron cuando un cohete cayó sobre su casa, en el contexto de los combates entre las fuerzas tadjika de Jamiat, que dirige el comandante Malen Abdul, y uzbeka de Jumbesh, encabezada por Kemal Jan.

Por otra parte, reportes extraoficiales daban cuenta de la muerte de ocho civiles al este del país cuando un misil estalló en la casa de Mawlawi Rabbani, prominente clérigo local conocido por apoyar a la coalición encabezada por Estados Unidos, que mantiene ocupado el país desde fines de 2001, cuando derrocó al régimen talibán.

Al sur del país, combates entre soldados y policías afganos cerca de Kandahar provocaron la muerte de 10 personas. Al final, tropas estadunidenses tuvieron que intervenir para detener el enfrentamiento. Aunque el ejército y la policía afganos son leales al gobierno interino del presidente Hamid Karzai, en algunas regiones son influidos por los líderes locales.

Por lo pronto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que envió a Afganistán una delegación que se entrevistará con dirigentes locales con el propósito de conseguir que apoyen al gobierno de Karzai, cuya autoridad se ha debilitado por la actuación de las milicias regionales, informó el jefe de la misión, el embajador alemán ante el organismo internacional, Gunter Pleuger.

La delegación -integrada por los embajadores de México, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, España, Bulgaria y Alemania ante la ONU- también evaluará la posibilidad de extender acciones de las fuerzas internacionales en el país asiático, atacado en octubre de 2001 por Washington debido a que -según la Casa Blanca- el entonces régimen talibán daba cobijo a la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden, señalado como responsable de los atentados del 11 de septiembre de ese año.

Desde la caída del gobierno talibán, la producción y el tráfico de opio en Afganistán se ha incrementado considerablemente, de acuerdo con un reporte presentado por la ONU la semana pasada. Además, en los últimos tres meses más de 350 personas han sido asesinadas. Civiles, tropas estadunidenses y afganas, efectivos policiacos y trabajadores de ayuda humanitaria han sido blanco de la violencia.