México D.F. Lunes 3 de noviembre de 2003
La participación de la PFP, extraordinariamente
positiva, evalúa el gobernador
Represión y política antijuvenil marcaron
la 31 versión del FIC
Lamentan expertos la policización
de la fiesta del espíritu
ARTURO JIMENEZ, ANGEL VARGAS Y FABIOLA PALAPA QUIJAS
ENVIADOS
Guanajuato, Gto., 2 de noviembre. Casi sin espectáculos
para ellos y detenidos, esposados, cateados y escudriñados más
que nunca por la mirada policiaca local y federal, los miles de jóvenes
que cada año llegan aquí para reventarse durante el
Cervantino remontaron el estupor inicial y, después de casi tres
semanas, poco a poco, retomaron las calles guanajuatenses hasta hacer de
este sábado un día tan concurrido como los de, por ejemplo,
el año pasado.
Sin embargo, la desaparición del espacio de conciertos
juveniles La Yerbabuena, la reducción de espectáculos callejeros
y masivos de calidad, como ahora lo fue el Quijote aéreo de la compañía
francesa Plasticiens Volants, así como la participación por
primera vez en las labores de vigilancia de la corporación especializada
que es la Policía Federal Preventiva, reflejaron una incipiente
política antijuvenil de las autoridades y una cierta actitud xenofóbica
de algunos sectores locales que, de manera comprensible, argumentan la
alteración de su vida cotidiana.
Las
afirmaciones anteriores son avaladas por investigadores, como el sociólogo
Luis Miguel Rionda y el promotor cultural Iván Dorado, quien, como
integrante de la asociación civil Guanajuato Ciudad Digna, sostiene
que la causa de muchos errores ha sido la falta de investigaciones sobre
este fenómeno social y de una política cultural para los
jóvenes visitantes. "Con la represión no se logra nada".
Pero esa opción por una más severa vigilancia
policiaca dejó también una huella más difícil
de superar: la policización de una fiesta del arte y la libertad.
Una opción que, además, desechó la oportunidad de,
mejor, poner en práctica variantes del pregonado proyecto oficial
de "ciudadanización" de la cultura.
Con poca afluencia al principio y una presencia masiva
al final, lo cual sí habría reducido las cifras totales,
como ya se quejan los comerciantes, quienes aseguran que vendieron menos,
los chavos se dieron sus mañas para evadir la supervigilancia y
reproducir, una vez más, ese aún poco investigado fenómeno
social y ritual que representa su llegada a la ciudad de Guanajuato durante
el Cervantino.
Bebieron, bailaron, brincaron, pasearon, ligaron, cotorrearon,
se agruparon, se orinaron en la calle y deambularon desde el medio día
hasta llegar a una noche que se les hacía corta, como si fuera la
última oportunidad para escapar de una sociedad de visión
estrecha y con la que al parecer no se identifican.
Indiferentes a las críticas de intelectuales e
investigadores sobre los riesgos de la excesiva vigilancia policiaca, las
autoridades, aunque marquen distancia con actitudes fascistas, ahora se
muestran triunfalistas.
El alcalde priísta Arnulfo Vázquez Nieto
y el gobernador panista Juan Carlos Romero Hicks dicen "respetar" y "agradecer"
las críticas y comentarios de algunos sectores, pero, por ejemplo,
este último asegura que algunos planteamientos "están hechos
sin una base firme de información sobre el operativo y la
situación que priva en Guanajuato".
Mientras, el gobernador prometió en un momento
dado que, "con la PFP y sin ella, los operativos en Guanajuato tienen
un apego irrestricto a los derechos humanos y a la legalidad".
Para Vázquez Nieto, quien como alcalde electo "invitó"
a participar a la PFP mediante una solicitud a Romero Hicks para que, como
gobernador, realizara los trámites necesarios, la presencia de esa
corporación ha sido "muy positiva" y "útil", pues disminuyó
el número de detenidos.
Recorrer y observar a diario las calles guanajuatenses,
permitió constar que a pesar del operativo policíaco,
el ímpetu y el ingenio de los jóvenes logró imponerse.
Si bien es cierto que el primer fin de semana, la afluencia
juvenil parecía haber sido inhibida, la perspectiva cambió
a partir del segundo sábado cervantino, cuando la chaviza de todas
las clases sociales se descolgó de diversos municipios del bajío
e incluso ciudades como Chiapas, Monterrey, Saltillo, Morelia, Aguascalientes
y Guadalajara, para inundar el centro de esta capital.
Nada pudo con ese afán que los jóvenes enarbolan
para llegar y disfrutar de lo que Guanajuato les ofrece en estas fechas.
Aceptan que vienen a "convivir", "ligar", "conocer gente nueva", "pasarla
bien", "chupar", "echar desmadre" y "ver por qué el Cervantino tiene
tanta fama".
Y muchos esperan regresar el próximo año,
pase lo que pase.
En fin, un fenómeno cultural complejo que, como
dicen los especialistas, debe primero estudiarse a fondo para, a partir
de allí, buscar soluciones.
Balance del festival
ANGEL VARGAS ENVIADO
Guanajuato, Gto., 2 de noviembre. "Creo que el
facismo está sepultado en el museo de arqueología política
del siglo pasado. Aquí no estamos viviendo eso''. De esa forma Juan
Carlos Romero Hicks, gobernador de Guanajuato, respondió a las diversas
preguntas y cuestionamientos de reporteros acerca de la participación
de la Policía Federal Preventiva (PFP) en las tareas de vigilancia
del 31 Festival Internacional Cervantino (FIC), que culminó esta
noche con un concierto de Chavela Vargas en la Alhóndiga de Granaditas.
''La ciudadanía ha sido muy contundente: la evaluación
al dispositivo (de seguridad) ha sido extraordinariamente positiva, y no
ha habido queja en los derechos humanos (sic)'', resaltó.
Uno de los retos que el municipio y los gobiernos estatal
y federal se han impuesto ''es que vivir en una ciudad como ésta
implica vivir en libertad bajo el imperio de la ley, con un respeto irrestricto
a los derechos humanos, y creo que en lo general lo hemos logrado''.
Durante
la tradicional conferencia de prensa que se programa en el último
día de actividades del festival Cervantino para que los organizadores
ofrezcan un balance de actividades, el Ejecutivo local desmintió
los rumores que lo ubican como sucesor de Reyes Tamez en la Secretaría
de Educación Pública y a Ramiro Osorio al frente del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes: "Aquí hay gobernador para
seis años. Ni me han hecho guiños ni invitaciones ni sugerencias
para ser secretario de Educación Pública. Es la ocasión
48 que lo desmiento, ya hasta llevo la cuenta".
Cuentas felices y números alegres fueron los presentados
por los organizadores de este encuentro cultural y artístico sobre
esta trigésimo primera versión, como ocurrió con el
gobernador guanajuatense y el director del festival, Ramiro Osorio, cuando,
por separado, se refirieron a lo positivo y lo satisfactorio de los resultados
desde los puntos de vista de la programación, la convivencia de
la ciudad y la coordinación interinstitucional.
Osorio señaló, entre otros cifras, que el
número total de espectadores de este 31 cervantino fue de 342 mil
810 espectadores, con 70 por ciento total de ocupación de las salas.
Agregó que 55 mil personas entraron con boleto pagado a los espectáculos,
así como que 90 mil asistieron a los foros abiertos y 95 mil a los
espectáculos públicos en la Alhóndiga de Granaditas.
Esa visión positiva no fue exclusiva de lo artístico,
sino que se extendió también al aspecto de la seguridad y
la vigilancia, cuando menos desde la perspectiva del presidente municipal
de la capital guanajuatense, Arnulfo Vázquez Nieto, quien calificó
de exitoso el operativo implementado durante los 19 días de actividades.
Informó que este año fueron mil 773 las
personas remitidas por infringir el reglamento municipal de policía,
400 menos que el año pasado. Atribuyó que en tal disminución
sí tuvo que ver la presencia de las diferentes fuerzas policíacas:
locales, estatales y federales, con un total de 651 elementos.
El balance en términos económicos, en cuanto
a ocupación hotelera, arrojó un estimado superior a los 69
millones de pesos, generados por 122 mil turistas-noche.
De acuerdo con la titular de la Coordinadora de Turismo,
María del Refugio Ruiz Velasco, la ocupación promedio durante
el festival fue de 50 por ciento, considerando las 2 mil 557 habitaciones
que existen en la ciudad tanto de hoteles de una a cinco estrellas como
aquellos lugares sin clasificar.
Aunque aclaró que fue durante los dos últimos
fines de semana cuando se registraron las ocupaciones más importantes,
alcanzado un porcentaje promedio de 90 por ciento.
Por último, la funcionaria subrayó: "Estamos
en Guanajuato optando por tener mejor calidad de visitantes que cantidad.
Tal vez este año vimos un poco menos de gente en las calles y más
orden, y esto nos lleva a hacer nuevas propuestas para vender mejor las
habitaciones".
En la rueda de prensa se confirmó que Sudáfrica
será el país invitado de honor de la próxima versión
y se mencionó la posibilidad de que Baja California sea el estado
invitado de honor.
Magistral dirección de José Luis
Castillo en concierto de la Filarmónica de la UG
La Alhóndiga se confirmó como pilar de
la fiesta cervantina
En el espacio abierto, espectáculos de alta cultura
para un público popularísimo
PABLO ESPINOSA ENVIADO
Guanajuato, Gto., 2 de noviembre. Como en un concierto
de rock, una multitud enardecida sigue con movimientos recios de cabeza
los acordes de una música telúrica que produce ondulaciones
en el mar de gente que se arropa se arrima se arrejunta se apretuja se
emociona/
-yo hasta chillé, güey -decía un chavo
al final del concierto
/se arrebuja se arremolina en torno suyo, porque lo que
está sonando es una música poderosísima que tiene
ensimismadas y al mismo tiempo embravecidas de emoción pura a unas
7 mil personas en amontonamiento humano semejante al caserío que
se arremolina en los cerros los subibajas los recovecos/
-qué chida ciudad, güey, hasta dan ganas de
quedarse, güey -decía una chava al final del concierto
/los túneles los empinamientos los columpios de
piedra a manera de calles de la ciudad que Ibargüengoitia dejó
bautizada felizmente como Cuévano y donde por treintaiunceava vez
congrega jala convoca aglutina amontona/
-no güey, esto si me late, güey, tanta gente
conviviendo, güey, como hermanos, güey, como dice el Betoven,
güey, en su sinfonía, güey -glosaba un chavo de lentes
al final del concierto
/cobija hospeda hospicia en una convivencia cultural de
dimensiones colosales, porque estamos a punto de llegar a la clausura del
31 Festival Internacional Cervantino y el ambiente en la Alhóndiga
de Granaditas exulta estalla esplende/
-pocamadre,
güey, era como un concierto de rock, güey , chingo de gente,
güey , arrejuntaditos todos, güey, libando música muy
chida, güey -evaluaba al final del concierto un chavo de greña
rasta, dreadlocks debidamente apestosísimos
/brilla hierve destila una alegría superior a la
Oda a la Alegría que todos corean en sus cabezas que se contonean
con los stacatti del greñudo Beethoven que se quemó
las pestañas frente a la partitura hace chorrocientos años
para incinerar los corazones de las multitudes por generaciones y generaciones/
-chido el Betoven, güey, como el Rey Lagarto, muy
acá en el rollo de la poesía, güey, paque la cántemos
todos juntos ya, güey -esdrujulaba al final del concierto un chavo
extasiado con un libro en el sobaco
/y generaciones de fans multiplicados en masa como
esta noche en que la Filarmónica de la Universidad de Guanajuato
suena como orquesta de primer mundo gracias a una batuta magistral, la
del maestrísimo José Luis Castillo, quien comprueba una vez
más el acierto de Gustav Mahler (1860-1911) de que no hay malas
orquestas, hay malos directores, y Castillo se confirma como una de las
mejores batutas en el México de hoy en día tan lleno de odios
y de grillas y de envidias, pero esta noche es de armonía con la
poesía de Schiler/
--ese Chíler es un chido, güey, en la poesía
romántica y en el Sturm und Drang, güey, es un maese
de maeses, güey -dictaba cátedra al final del concierto una
chava con el ombliguito al aire
/y la música de Beethoven, la Novena sinfonía
al aire libre y soberano pero antes una hazaña histórica:
José Luis Castillo pide permiso al respetable para rendir una interpretación
magistral de Lontano, partitura del húngaro Gyorgy Ligeti
(1923) en un concierto masivo y ante un público supuestamente villamelón,
pero que demuestra que el arte de la música pertenece a todo aquel
honesto de corazón, como esta multitud embelesada afiebrada enternecida/
-hasta el frío se me quitó, güey -monitoreaba
una chavita al final del concierto
/entusiasmada interesada concentradísima al punto
de eslabonar simbióticamente con la batuta el attaca magistral
de José Luis Castillo que borró el umbral entre Ligeti y
Beethoven cuando culminó Lontano y emprendió la Novena
con una seguridad escalofriante mientras la multitud prorrumpía
en un alarido guturado de aleluyas en cuanto reconoció los acordes
iniciales que Anthony Burgess, Walter Carlos y recientemente Esteban Buch
con su estupendo ensayo titulado La novena de Beethoven. Historia política
del himno europeo (ediciones El Acantilado) y Russell Martin con su
novela El cabello de Beethoven (Punto de Lectura) y antes Theodor
W. Adorno (el filósofo, no el gato de Cortázar), Claude Levi
Strauss, Martin Heidegger, Chuck Berry, Stanley Kubrick y Roland Barthes
han desmenuzado analizado diseccionado teorizado/
-chale, güey, yo pensé que Miguel Ríos
era un fresa, güey, pero me cae que esta Novena de Betoven
es puritito heavy metal, güey -analizaba una chavita de mirada achispada
al final del concierto
/discutido y hasta sicoanalizado a lo largo de la historia
reciente hasta llegar a esta noche en que el aire de la noche fría
se torna cálido y arropador en cuanto la soprano Lourdes Ambriz
hace sonar su voz bellísima y a su lado, también alada, la
mezzo Encarnación Vázquez la secunda y junto a ellas el director
Castillo marca las entradas del tenor que es ancho y redondo de cintura
y del bajo que es más bien alto de estatura física y decibélica
y la orquesta revienta en un tutti majestuoso y el público
delira de alegría y la Alhóndiga de Granaditas es una fiesta
hermosa y se confirma a su vez como el sostén del Cervantino, y
no es que sin este sostén se convierta en festival top less,
sino que los eventos de alta cultura con público popularísimo
en la Alhóndiga, mejor conocida como La Albóndiga, prodiga
el calor humano y la legitimación que todo evento de cultura necesita.
Ya ha terminado el concierto. Los chavos están
bien. Felices, se dispersan y se dirigen hacia el mismísimo centro
de Cuévano para hermanarse con las otras masas juveniles en festejo
cervantino callejero.
Pero, triste realidad, una bola de genízaros, un
ejército de uniformados, una andanada de policías, los aguardan.
Para reprimirlos.
-chale, güey, cómo se ve que los gobernantes
de ahora nunca han escuchado a Betoven, güey -lamentaba una chavita,
triste, al final del concierto.
-y-es-que-los-hombres-volverán-a-ser-hermaaanooos
-coreaban los chavos al final de la noche.
Chale, güey.
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