Insuficiente, gastar más; clave, analizar cómo se invierte, expresa directivo del organismo

México, estancado en el lugar 28 en educación, señala la OCDE

Un alumno de primaria cuesta al país mil 291 dólares, 25% del promedio de la organización

GEORGINA SALDIERNA

Mientras en una generación Corea del Sur ascendió del lugar 24 al primero en una lista sobre indicadores educativos que integra la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en ese lapso México no ha logrado salir de mismo sitio: el 28.

Al señalar lo anterior, Andreas Schleicher, jefe de la División de Indicadores y Análisis de la Dirección de Educación de la OCDE, resaltó que es necesario hacer inversiones significativas en el área, dado el desafío que enfrenta México; aunque puntualizó que para mejorar no basta con aumentar el presupuesto, hay que analizar cómo se invierte. Eso es muy significativo también, subrayó.

En una videoconferencia desde Berlín, el directivo explicó que en los países de la OCDE hay una relación positiva entre la inversión y los resultados que se tiene con los estudiantes. Pero la excepción es que hay países como el Reino Unido y Corea del Sur que han tenido mejores resultados que los esperados con la asignación presupuestal que han hecho. En otras naciones, a pesar de tener altos niveles de inversión, los resultados son pobres.

En México, el nivel del desempeño en lo que hace a la capacidad de lectura y en matemáticas es más bajo de lo que se espera comparado con lo que se asigna a escala presupuestal. No sabemos por qué, pero podemos decir que no sólo influye la cantidad que se invierte, sino cómo se invierten los recursos.

Doble difucultad

Andreas Schleicher agregó que México enfrenta una situación difícil, pues no sólo debe encarar el reto de mejorar la calidad de la enseñanza, sino también el de garantizar el acceso de todos los mexicanos a la educación primaria y secundaria. Otras naciones integrantes de la OCDE ya sólo tienen el primer problema.

Explicó que la baja calidad educativa se refleja en la capacidad de lectura. En México solamente 6.9 por ciento de los jóvenes de 15 años están en los niveles superiores de desempeño en esta habilidad (el promedio de la OCDE es de 31.2 por ciento) pero, en contrapartida, 44 por ciento está en o debajo del nivel más bajo de desempeño considerado por la OCDE, que es de 18 por ciento.

Estos estudiantes han adquirido habilidades de lectura muy básicas que les permiten desarrollar tareas muy sencillas, como identificar el tema del que se habla y establecer conexiones básicas. Pero estos alumnos podrían no estar adquiriendo las habilidades necesarias para sacar provecho a oportunidades académicas, estimó.

Una de las causas de la mala calidad en la enseñanza es que hay una gran proporción en el número de estudiantes que atiende cada maestro. En México dicha relación es de 1.5 veces el promedio de la OCDE en primaria (que es de 22 estudiantes por maestro), y hasta dos veces en secundaria, donde los profesores mexicanos son responsables por la educación de 29 jóvenes en comparación con los 15 que atienden docentes de otras naciones de la OCDE. Esta alta proporción influye en la atención otorgada a cada alumno, así como en la calidad de los resultados.

Señaló que en el nivel primaria la carga de enseñanza de los profesores en México es de 800 horas reglamentarias por año, cercano al promedio de la OCDE (792). En secundaria un profesor mexicano debe enseñar mil 182 horas al año, contra el promedio de los países integrantes de la organización internacional (714 horas).

A las largas jornadas y al amplio número de estudiantes se suman los salarios relativamente bajos que perciben los docentes mexicanos. El sueldo promedio por ley por cada hora de enseñanza teniendo 15 años de experiencia es de 37 dólares en primaria, 45 en secundaria y 52 en los niveles superiores de educación secundaria, en las naciones de la organización mundial.

En países como México, Hungría, Eslovaquia y Turquía se tienen sueldos de 19 dólares o menos en primaria. En Dinamarca, Alemania, Japón y Corea del Sur, por ejemplo, los salarios son de 50 dólares o más.

Por lo que se refiere a la inversión en educación, resaltó el directivo que el porcentaje del gasto público destinado a este sector se incrementó de 22.4 por ciento en 1995 a 23.6 en 2000. Esa cifra es alta en comparación con el que destinan otros países miembros de la OCDE -cuyo promedio es de 13 por ciento-, pero el panorama es diferente si se observa el bajo producto interno bruto que tiene el país latinoamericano.

Otro indicador que dio a conocer Schleicher es el referido al gasto por estudiante. En México un alumno de primaria cuesta mil 291 dólares (la cuarta parte del promedio de la OCDE); en secundaria 2 mil 317 (un tercio de la organización mundial) y en educación superior 4 mil 688 (casi la mitad de la OCDE).

Por último, habló del número de jóvenes que al concluir su educación no encuentra empleo. En Dinamarca, Francia, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, los Países Bajos y Noruega es poco común que un egresado no tenga trabajo. En México 53 por ciento de los jóvenes entre 25 y 29 años ni trabajan ni estudian, lo cual es el índice más alto dentro de los países de la OCDE después de Turquía.