México D.F. Miércoles 17 de septiembre de 2003
Bové se dice satisfecho por la ausencia
de acuerdos y el "resurgimiento" de países del Sur
Agricultura, tema de discordia desde antes de la conformación
de la OMC
Frente común de EU y la UE contra la disminución
de subsidios a productos del campo
DPA Y NOTIMEX
Cancun, 16 de septiembre. El abrupto final de la
conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC)
en Cancún recuerda el fracaso de 1999 en Seattle. Ya entonces las
posturas resultaron irreconciliables. Pero incluso antes de que la OMC
surgiera en 1995 como sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio
(GATT), hubo negociaciones que terminaron sin resultados. Una y otra vez,
el punto de discordia fue la agricultura, principalmente entre la Unión
Europea y Estados Unidos.
El
líder campesino francés José Bové, uno de los
críticos más conocidos del proceso de globalización
encabezado por la OMC, expresó encontrarse "muy satisfecho" por
el desenlace de la conferencia de la OMC y el "resurgimiento" de los países
del Sur.
"Estoy muy, muy satisfecho porque no se ha alcanzado un
acuerdo. No me ha sorprendido. Era lo que me esperaba", declaró
a Notimex el vocero de la Confederación Campesina (CP), quien estimó
que esta situación "debería hacer reflexionar a la OMC".
Esta vez, el enfrentamiento fue principalmente entre el
bloque de las naciones desarrolladas y varias coaliciones de naciones en
desarrollo, entre ellas la formada por los africanos y la del Grupo de
los 22 (G-22), liderado por Brasil, India y China.
El encuentro de la ciudad estadunidense de Seattle, realizado
entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre de 2000, fue un fracaso desde
el primer día hasta el último.
Primero, decenas de miles de manifestantes impidieron
que los delegados empezaran a trabajar. Y al final, los propios delegados
no pudieron ponerse de acuerdo siquiera en una fecha para continuar las
negociaciones dentro de la llamada Ronda del Milenio.
El tema agrícola marcó la pauta. La delegación
estadunidense se negó a otorgar mayor peso a los aspectos ambientales
como pretendían los europeos, a pesar de que el presidente Bill
Clinton, en su discurso inaugural, había destacado la importancia
de vincular comercio y medio ambiente.
Los países en desarrollo se negaron a adoptar acuerdos
en temas tales como las normas sociales y los derechos de los trabajadores.
También llevaron como bandera el reclamo agrícola.
Fue en 2001 en Doha, Qatar, cuando se logró luz
verde para pasar a una siguiente ronda de negociaciones.
En diciembre de 1990, antes de la creación de la
OMC, la disputa entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sobre
la política agraria impidió que concluyeran con éxito
las negociaciones en Bruselas.
En aquel entonces, el secretario de Agricultura estadunidense,
Calyton Yeutter, acusó a los europeos de desplazar con sus exportaciones
subvencionadas de granos a Estados Unidos y países del tercer mundo.
Washington dijo que sus campesinos no podían competir
con los precios subsidiados de la Comunidad Europea, como se llamaba todavía
la UE. En particular Francia se opuso de manera rotunda a la reducción
de los apoyos a sus agricultores.
En la conferencia del GATT de 1988 en Montreal tampoco
fue posible solucionar los conflictos entre Estados Unidos y la Unión
Europea por el tema agrícola. En 1992 los europeos finalmente prometieron
ceder, en el Acuerdo Blair House.
Ahora, en Cancún, Estados Unidos y la UE hicieron
frente común para defender sus millonarios subsidios agrícolas,
que ascienden a 150 mil millones de dólares anuales, a los que se
suman 150 mil millones de otros países ricos.
José Bové destacó "el despertar de
los países del Sur frente a Estados Unidos y a la Unión Europea
(UE)", y la "fuerte movilización de la sociedad civil", y sostuvo
que "es un buen momento para detener la ronda de Doha", que se prevé
culminar en enero de 2005.
El líder campesino francés no pudo acudir
a Cancún por encontrarse bajo arresto domiciliario debido a la destrucción
de un campo de cultivo de productos transgénicos, y tras el rechazo
de la justicia francesa de concederle un permiso especial.
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