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México D.F. Lunes 25 de agosto de 2003
Inauguran obras de Felguérez, González
Gortázar y Rojo
Piden que paseo escultórico se transforme en
corredor
MERRY MAC MASTERS
Durante la inauguración, ayer, del Paseo Escultórico
Coyoacán -integrado por un trío de obras de Manuel Felguérez,
Fernando González Gortázar y Vicente Rojo-, el escritor Jaime
Moreno Villarreal hizo votos para que la avenida Miguel Angel de Quevedo
se convierta, a partir de esta iniciativa, en "uno de los corredores importantes
de escultura en México''. Las palabras de Moreno Villarreal antecedieron
el tradicional "corte de listón" a cargo de Raúl Flores García,
jefe delegacional en Coyoacán, y María Rojo, creadora de
la idea original y ex jefa delegacional de la demarcación, en un
acto nutrido por personalidades de la comunidad artística e intelectual.
Autor
de los textos del folleto alusivo, Moreno Villarreal recordó que
en México ha habido proyectos relevantes de escultura que han marcado
la memoria de las personas, así como la identidad de la ciudad,
como el Paseo de la Reforma, la Ruta de la Amistad y el Espacio Escultórico
de Ciudad Universitaria. Desde hace décadas, continuó, ha
habido "brotes" de hacer de Miguel Angel de Quevedo un corredor donde haya
escultura, que no han "cuajado" del todo. De allí lo significativo
de la presente obra: "a partir de aquí se puede hacer un corredor",
afirmó Moreno Villarreal.
De igual modo que el Paseo de la Reforma tiene dos cabeceras,
que serían El caballito, de Sebastián, y el Monumento
de los Niños Héroes, de Ignacio Asúnsolo, para el
escritor las de Miguel Angel de Quevedo serían La espiga,
de González Gortázar, en el crucero con calzada de Tlalpan,
y, "si pensamos hacia San Angel, el Monumento a Alvaro Obregón,
también de Asúnsolo, aunque probablemente no fue pensado
así".
Moreno Villarreal recomendó que las obras sean
"fundacionales" y no ornamentales, porque estas últimas tienen poca
vida. Pero cuando las obras son fundacionales, es decir, tienen que ver
con su momento histórico y su espacio, duran por generaciones y
quedan como señales de lo que es la ciudad de México. Para
el crítico, una característica fundacional del trío
de esculturas es que sean "penetrables".
Las piezas están colocadas de tal manera que es
casi imposible no pasar por abajo de Geometría suspendida,
de Felguérez, u Homenaje al corazón, de González
Gortázar, o entrar a Volcán encendido 920, de Rojo,
que, por cierto, tuvo una aceptación inmediata del público
infantil.
Hilda Trujillo, titular de Cultura de la delegación
Coyoacán, habló de los vaivenes de llevar a cabo un proyecto
de ese tipo. Una vez que hay "voluntad política", el funcionario
necesita tener sensibilidad hacia la obra contemporánea, porque
quizá desea una escultura "más decimonónica". Luego,
el presupuesto, pero "María (Rojo) empujó y lo consiguió".
Además, se trata de una zona "muy complicada", que los vecinos "protegen
mucho". La obra se hizo con la asesoría del INAH y la Seduve; después
se realizó una consulta entre los vecinos. Pero "todavía
hay quien pasa en su coche y grita 'qué horror'", como sucedió
varias veces.
Bárbara Jacobs, Jesusa, Iván Restrepo, Jorge
Alberto Manrique, Elena Urrutia, Rafael Barajas El Fisgón, Teodoro
González de León, Gabriel Macotela, Teresa del Conde, Alberto
Blanco, Carmen Parra, Fernando Lozano, Carolia Paniagua y Jorge Martínez
y Almaraz fueron algunos de los asistentes.
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