México D.F. Lunes 25 de agosto de 2003
Dos muertos al desgajarse el Chiquihuite
La tierra reblandecida por la lluvia sepultó cinco viviendas en Malacates
MIRNA SERVIN VEGA
Una ladera del cerro del Chiquihuite, en la colonia Malacates, delegación Gustavo A. Madero, se desgajó ayer a mediodía sobre cinco casas. En una se hallaban Marisela Alvarez y su hija Esmeralda, de 11 meses de edad, quienes murieron sepultadas por la tierra reblandecida debido a las fuertes lluvias ocurridas estas semanas.
En el lugar del hecho, en la calle de Aquiles Serdán casi esquina con la avenida San Miguel, había 17 viviendas asentadas de manera irregular que eran habitadas por 58 personas -27 de ellos son niños-, quienes desde julio fueron notificadas por escrito del alto riesgo en que vivían, según justificaron las autoridades de la zona territorial 10 de la delegación.
''Sí, nosotros firmamos esos papeles, lo sabíamos. Pero Ƒadónde nos vamos?, si nos ha llevado cuatro años construir algo y es todo lo que tenemos'', reclama don Elías, cuya casa se ladea en la orilla de los gajos de tierra que corren también el riesgo de caer.
Rodrigo Hernández, padre y esposo de las víctimas, narró que momentos antes del derrumbe oyeron caer unas piedras sobre el techo, por lo que gritó a su familia que salieran inmediatamente, pero sólo lograron escapar él y dos menores, porque un alud de lodo los empujó hacia una pequeña zanja, que les salvó la vida.
Explicó que debido a sus precarias condiciones económicas, su suegro les permitió levantar un pequeño cuarto al lado de su casa, el cual tardó en construir durante dos años y lo habitaban desde hace cuatro meses.
Narró que cuando empezaron a oír ruidos por los cauces que se formaban tras las intensa lluvia, sólo permanecían en la casa durante el día, y dormían con los padres de Marisela en catres que Protección Civil les había proporcionado meses antes.
Durante las dos horas siguientes al desgajamiento, Rodrigo, presa de una crisis nerviosa, seguía suplicando al personal de seguridad que resguardaba la zona que le permitiese entrar a ''salvar a su familia'', cuando oficialmente ya se había notificado el fallecimiento de ambas víctimas.
Integrantes de protección civil y bomberos lograran extraer los cuerpos sepultados alrededor de las dos y media de la tarde. Fueron trasladados a la agencia 21 del Ministerio Público y se prevé que reciban sepultura este lunes por la tarde.
Decenas de colonos se apostaron en las entradas de las calles exigiendo que se les permitiera pasar a sus viviendas, por lo que también se solicitó la presencia de granaderos. Algunas mujeres lloraban y muchos otros vecinos subieron a los techos de sus casa para observar las maniobras de rescate.
Cerca de las tres de la tarde acudieron alrededor de 100 soldados, pues la zona está catalogada como federal. Sin embargo, el resguardo de las pertenencias que quedaron entre las casas y el lodo se dio a efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. Aunque por la tarde del domingo, los vecinos subieron por la mayoría de sus muebles y documentos importantes.
Las personas que lograron traspasar los cordones de seguridad explicaron que no tienen escrituras de sus predios, sino contratos de compraventa que les fueron dados en garantía de su posesión. Por ejemplo, hace cuatro años un terreno de 300 metros cuadrados fue vendido por un señor de nombre Jesús Fragoso en 50 mil pesos. En un predio de este tamaño habitan varias familias en construcciones muy precarias, aunque ya cuentan con servicios de luz y agua.
El titular de la demarcación, Joel Ortega Cuevas, quien acudió al lugar a supervisar los trabajos de remoción y dialogar con los vecinos afectados, advirtió que este suceso se podría repetir en cualquier momento con 240 familias que habitan en zonas de alto riesgo en Cuautepec, área considerada de alta marginación social y económica, donde habitan alrededor de 233 mil personas.
El funcionario admitió que sólo 12 por ciento de las personas en riesgo han sido reubicadas, ya que, aunque son familias en situación precaria, no aceptan su traslado a albergues, que en muchas ocasiones se han convertido en ''túneles del tiempo'' sin que se les proporcione una solución real.
Las colonias más afectadas en época de lluvias, debido a la situación del terreno sobre el que están construidas, son partes del cerro del Chiquihuite, Cocoyotes, Panchitos, La Forestal, la ladera Aquiles Serdán, La Lengüeta, Andador Quetzalcóatl, Luis Donaldo Colosio, Ampliación Gabriel Hernández, CTM El Risco, Cocoyol y Nueva Atzacoalco, entre otras.
Ante los ánimos encendidos de los habitantes del lugar por "ser engañados con falsas promesas que no se han cumplido", Ortega Cuevas les ofreció firmar un acuerdo este lunes, mediante el cual se les entregará un cheque mensual de 3 mil pesos para que renten un departamento en lo que el Instituto Nacional de Vivienda los incorpora a uno de sus programas.
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