México D.F. Lunes 25 de agosto de 2003
El tratamiento es sencillo, pero falta preparación médica para diagnosticar el mal
La depresión, primera causa de baja laboral en 2020, prevén OMS y Ssa
Afecta a 350 millones en el mundo; sólo hay dos siquiatras por cada 100 mil mexicanos
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Secretaría de Salud (Ssa) coinciden en que el tratamiento de la depresión es sencillo y barato, el temor de los pacientes a ser tachados de enfermos mentales, la falta de preparación del personal médico y la ausencia de centros de salud suficientes en México han provocado que los casos de ese padecimiento se incrementen cada año y se perfile, de acuerdo con ambos organismo, para ser la primera causa de baja laboral en 2020.
De acuerdo con el organismo internacional, la depresión es uno de los trastornos de salud mental que podría ser fácilmente diagnosticado por médicos generales y superado con terapias sencillas y medicamentos en 80 por ciento de los casos; no obstante, la falta de capacitación de los galenos impide la identificación temprana de ese mal, que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo y es considerado el cuarto padecimiento más importante en el planeta.
La Ssa acepta que el número de profesionales disponibles para la atención de trastornos mentales de cualquier tipo "es insuficiente".
Incluso, la dependencia informa en el Programa de Acción de Salud Mental, en el apartado Programa Específico de Depresión, que en México había recientemente 2 mil 300 médicos siquiatras (dos por cada 100 mil habitantes), aunque sólo la mitad certificados.
La secretaría añade que el sistema de salud nacional cuenta con únicamente 28 hospitales especializados en siquiatría en todo el país, menos de uno por estado. Por si fuera poco, los servicios se concentran en el Distrito Federal y el estado de México. Sólo en la capital del país se concentra 41 por ciento de la atención de ese tipo, mientras en entidades como Campeche, Chihuahua, Quintana Roo y Zacatecas "la carencia de siquiatras es casi absoluta".
Enfermedad secreta
La dependencia encabezada por Julio Frenk indica que la falta de capacitación en los médicos generales -los primeros en tener contacto con las personas depresivas- impide reconocer los síntomas de la enfermedad. Agrega que si no son tratados a tiempo, los pacientes pueden padecer "discapacidades graves" o recurrir al suicidio.
Poco antes del inicio del gobierno foxista comenzó a perfilarse un proyecto para que personal de servicios médicos primarios, preparado para identificar el padecimiento, tuviera presencia "ambulatoria" en los hospitales de la República, pero hasta el momento no se conocen avances de esta estrategia.
En tanto, los galenos no especializados prescribieron mayor cantidad fármacos.
Así, en 2000, por ejemplo, los médicos generales e internistas recetaron 44 por ciento del total de antidepresivos prescritos -lo que representó un incremento de 14 por ciento en el primer caso y de 9 en el segundo-, mientras los siquiatras ordenaron 2 por ciento menos.
En términos generales, añade la Ssa, la depresión es difícil de identificar, debido a que más de 50 por ciento de los pacientes acuden al médico para atenderse de otros desórdenes, como fatiga crónica, dolor de cabeza o afecciones gastrointestinales, sin percatarse de que padecen depresión.
De acuerdo con la dependencia, sólo 48 por ciento de los casos de depresión son reconocidos por los médicos generales en las primeras consultas. Por su parte, la OMS señala que ese mal provoca 4.4 por ciento de las muertes en el mundo, de las cuales 15 por ciento son suicidios. JOSE GONZALEZ MENDEZ
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