México D.F. Lunes 25 de agosto de 2003
No se necesitan más soldados, sino más colaboración, señala Paul Bremer
Las fuerzas en Irak "son débiles, pero podemos enviar más": Richard Myers
EU contrata a ex espías de Hussein para que lo ayuden a atrapar a miembros de la resistencia
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 24 de agosto. El jefe del Estado Mayor estadunidense, general Richard Myers, admitió este domingo que las fuerzas de su país en Irak son "más bien débiles", pero indicó que hay medios para enviar un refuerzo si es necesario, al tiempo que el administrador civil en el país árabe, Paul Bremer, señaló que para estabilizar la situación no se necesitan más soldados, sino más colaboración.
Las declaraciones de los dos altos funcionarios se conocieron poco después de que el diario The New York Times señaló que el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, busca fortalecer las tropas estadunidenses en Irak sin aumentar el número de efectivos, reasignando tareas y movilizando más soldados a las unidades de combate.
"Somos más bien débiles, pero tenemos tropas suplementarias para enviar (a Irak)", dijo Myers a la televisora NBC. Aseguró que en su opinión los 150 mil soldados desplegados actualmente en Irak son un número suficiente, pero que si el comandante de las tropas en el lugar reclama más efectivos se podrían enviar refuerzos apelando a los reservistas.
"Hay más de 50 mil iraquíes armados que hemos ayudado a formar y otros que llegan cada día. Cuanto más puedan hacer los iraquíes por ayudarse a sí mismos, mejor será para nosotros", afirmó.
El administrador civil estadunidense en Irak, Paul Bremer, indicó que para estabilizar la situación en el país no se necesitan más soldados, sino más colaboración de la población y mejores datos de inteligencia sobre los grupos que resisten la ocupación.
Bremer agregó que Estados Unidos dará la bienvenida a mayor ayuda de otros países, pero se negó a decir si el ejército cederá algún tipo de control a la Organización de Naciones Unidas (ONU), tal como exigen Francia, India y otros países. Al referirse al envío de soldados de otros países a Irak, Bremer declaró a CNN que una división de la infantería de marina de Estados Unidos será remplazada en septiembre por una división del ejército polaco.
En declaraciones a ABC, el funcionario también señaló que cientos de "terroristas internacionales" se han infiltrado en Irak desde la caída de Saddam Hussein, entre ellos "algunos miembros del grupo islámico Ansar al Islam".
Washington cree que Ansar al-Islam está vinculado con la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, señalado como el autor de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
The New York Times indicó que Rumsfeld se está preparando para ordenar una revisión general de las políticas del Pentágono que, entre otras cosas, incluiría incentivos para los soldados que permanezcan en servicio por periodos prolongados. Asimismo, quiere que los altos funcionarios del Pentágono comprendan cómo utilizar los recursos militares estadunidenses en Irak de forma más eficiente y sin aumentar su tamaño. Otra opción sería el pedir a los aliados compartir la responsabilidad.
Estados Unidos busca de manera desesperada que otros países se comprometan a enviar tropas a Irak, y se espera que en esta semana sea presentada una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en este sentido, señalan expertos.
En este contexto, Estados Unidos está contratando a antiguos espías de Hussein para que lo ayuden a encontrar y atrapar a los enemigos de las fuerzas de ocupación, informó el Washington Post, al citar a funcionarios de la Casa Blanca. El reclutamiento se ha intensificado en las dos últimas semanas, en vista del aumento de los ataques contra los soldados estadunidenses, según el rotativo.
De acuerdo con las informaciones, algunos miembros del Consejo de Gobierno provisional iraquí han manifestado su fuerte rechazo a esta operación encubierta. Se quejan de que se realiza un control insuficiente a la hora de elegir a los ex espías.
Estados Unidos admitió que se trata de una acción "delicada" pero considera necesarias medidas extraordinarias como ésta para obtener mejores informaciones sobre las fuerzas enemigas. El énfasis del reclutamiento parece ser estar puesto sobre un servicio de inteligencia conocido como el Mujabarat, pero no es la única fuente, indicó el periódico.
Por otro lado, tres guardias de seguridad iraquíes murieron este domingo en una explosión en la oficina del ayatola Mohamed Saeed al-Hakim, quien resultó levemente herido en la ciudad santa chiíta musulmana de Najaf, en el centro de Irak, declararon fuentes policiales, que señalaron que en el atentado otras 10 personas resultaron heridas.
En tanto, un soldado estadunidense del tercer regimiento de caballería armada se ahogó en el río Eufrates y otro murió de heridas por disparos "no hostiles", informó este domingo el Comando Central (Centcom) estadunidense en Bagdad.
La televisión iraquí, controlada por las fuerzas invasoras, señaló esta noche que un agente iraquí de los servicios de seguridad de la ONU ayudó a los autores del atentado perpetrado el martes contra el cuartel general del organismo mundial en Bagdad, donde 23 personas perdieron la vida, entre ellas el enviado especial Sergio Vieira de Mello. Según la fuente, el guardia "dio planos del edificio y la localización de la oficina de Vieira de Mello".
La Oficina Federal de Investigaciones empezó a interrogar a los agentes de seguridad de la ONU para intentar detectar posibles cómplices en sus filas, señaló la fuente.
En tanto, tras el atentado contra la sede de la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), decidió retirar a parte de su personal de la capital iraquí. "Queremos quedarnos en Irak, pero no podemos trabajar sin garantías de seguridad para nuestro personal", explicó el portavoz del CICR, Eros Bosisio en Ginebra.
Finalmente, la policía iraquí patrullaba este domingo las calles de Kirkuk, en medio de una precaria tregua que se estableció en Tuz Khurmatu, en el Kurdistán iraquí, después que dirigentes kurdos y turkmenos llegaron a un acuerdo de cese del fuego para poner fin a dos días de sangrientos combates que dejaron por lo menos ocho muertos en esta ciudad.
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