Iván Restrepo

Modelo priísta en la Cuauhtémoc

Hace un mes, vecinos de la colonia Condesa pasaron de casa en casa solicitando firmar una carta dirigida al delegado en Cuauhtémoc, solicitándole que no autorizara un desfile de motocicletas por las calles de esta zona residencial, invadida en los últimos años por numerosos giros comerciales y de servicios, creando problemas viales, de estacionamiento y de convivencia ciudadana.

La respuesta que los vecinos tuvieron del licenciado Alfonso Suárez del Real, sustituto de la cuestionada y hoy legisladora Dolores Padierna, fue un festival de cuatro días para celebrar el centenario de una empresa estadunidense que fabrica motos de lujo: Harley-Davidson. Como hace ocho días refirió Humberto Musacchio en su República de las Letras, del diario Reforma, la pachanga incluyó fuegos pirotécnicos, desfile de ruidosas motos, música a elevadísimos decibeles, barra libre y riñas en las banquetas del corazón de la Condesa (especialmente en el sector comprendido entre las calles de Tamaulipas, Michoacán, Atlixco y Vicente Suárez). La Policía Federal Preventiva -presencia ya familiar para los vecinos-, así como otras corporaciones policiales, ignoraron las solicitudes para que poner fin a los desmanes y restablecer la tranquilidad y, por el contrario, le entraron al licor con mexicana alegría.

Ante la protesta de los residentes por el escándalo que armaban personas extrañas a la colonia, al director general Jurídico y de Gobierno de la delegación, Marco Antonio Corrales Murillo, se le ocurrió deslizar por debajo de la puerta de algunas casas un comunicado en el que tardíamente anunciaba a los vecinos que una empresa de comunicación, MVS Radio, "producirá (sic) los festejos mencionados durante cuatro días, de las seis de la mañana a las 10 de la noche". Lo anterior, según el licenciado, con fundamento en diversos artículos de la ley orgánica y del Reglamento Interior de la Administración Pública del Distrito Federal.

La actitud de Suárez del Real, quien ignoró la petición ciudadana y en cambio autorizó en lo oscurito la escandalosa celebración, hace sospechar que hubo dinero de por medio. Algunos especialistas en el tema de la mordida opinan que la empresa organizadora del guateque y fabricante de las lujosas motocicletas a lo mejor hizo una "donación" a la Cuauhtémoc a cambio de que la delegación ignorara las normas vigentes en materia de celebración de espectáculos y desfiles. De ser así, la donación debe estar en la Tesorería del Distrito Federal. Otros, en cambio, alegan que la "donación" pudo haber ido a los bolsillos de los funcionarios y por eso se hicieron de la vista gorda ante los desmanes de los dueños de las motocicletas y sus acompañantes, los conciertos musicales y demás actos, lo cual también explica por qué las corporaciones policiales no actuaron. Es el modelo Magali, llamado así en honor de la ex alcaldesa priísta de Cancún, hoy diputada por Convergencia Democrática, que un día antes de dejar el cargo firmó la licencia de construcción de un inmenso hotel de la cadena española RIU, a pesar de que contravenía todas las normas ambientales de densidad y de uso del suelo. El precio: un millón de dólares que ingresaron a las arcas públicas, más otra dádiva personal no cuantificada, según se dice.

Cualquiera que haya sido el caso, los funcionarios de la ciudad de la esperanza, que dicen pertenecer al PRD, parecen contagiados del espíritu de fin de labores que distingue todavía a la burocracia priísta en los estados donde gobierna: engordar su cochinito para no pasarla mal durante el tiempo que dura el desempleo forzado que suele acompañar a los cambios periódicos en la administración pública.

Lo ocurrido evidencia igualmente la complicidad de otras dependencias, como la responsable del medio ambiente. Más allá de ciertos niveles, el ruido ocasiona diversos daños a la salud de las personas, igual que el humo contaminante que producen las Harley-Davidson. En la Condesa los generaron con generosidad extrema motos y música.

Si la autoridad ambiental autorizó un festejo de esas dimensiones, y en una colonia residencial, lo hizo violando disposiciones muy claras en la materia. En resumen, el delegado sustituto y sus cercanos colaboradores actuaron como en los mejores tiempos del PRI. No hay entonces necesidad de que el señor Madrazo anuncie la reconquista del poder en 2006. Con funcionarios como los mencionados ya se hicieron de él y lo ejercen con las peores mañas