Su destino, secreto de Estado; la mayoría sale de EU

Con origen ilegal, 80% de armas de fuego confiscadas

JOSE GALAN

En casi tres años de gobierno de Vicente Fox, los cuerpos de seguridad del país han decomisado 21 mil 81 armas de fuego cortas y largas, así como un millón 261 mil 771 municiones. De este arsenal, 80 por ciento es de procedencia ilegal, el segundo delito federal en importancia después del narcotráfico. Pero la información sobre su destino final es guardada prácticamente como secreto de Estado, pese a las leyes sobre transparencia y acceso a la información pública.

Del total, sólo 2 mil 740 armas están relacionadas con delitos contra la salud. El resto se liga con homicidios, secuestros, asaltos, accidentes y suicidios. El principal origen de las armas ilegales es la frontera con Estados Unidos, país donde las facilidades para adquirirlas, ya sean cortas y largas, nuevas o usadas, es aprovechada por redes de delincuencia que abastecen el mercado negro en todo México.

Según el Sistema Estadístico Uniforme para el Control de Drogas de la Procuraduría General de la República (PGR), esta dependencia es la que ha realizado el mayor número de decomisos: del primero de diciembre de 2000 al 13 de agosto de 2003 aseguró 6 mil 568 armas largas y cortas; mil 147 por delitos contra la salud y 5 mil 421 por otro tipo, además de 221 mil 996 cartuchos o municiones de todos los calibres, 44 mil 403 relacionados con el narco y 177 mil 193 con otros ilícitos.

En segundo lugar se encuentra la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con 5 mil 49 armas, mil 149 por delitos contra la salud y 3 mil 900 por otros, además de 156 mil 492 municiones o cartuchos. La Policía Federal Preventiva sólo ha confiscado 953 armas y 48 mil 814 cartuchos. El resto se reparte entre las secretarías de Marina, Gobernación, de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

La pregunta es: Ƒqué hacen con esas armas los cuerpos de seguridad? En Chile, Argentina, España, Nicaragua o El Salvador las armas y municiones decomisadas son destruidas en procesos notariados, que hacen constatar a la ciudadanía que no ingresarán al mercado negro a través de elementos corruptos de las fuerzas del orden, de acuerdo con los tratados internacionales sobre tráfico de armas pequeñas firmados por esos países ante la Organización de Estados Americanos o la Organización de Naciones Unidas, suscritos también por México.

En ninguna de las páginas de Internet de PGR, Sedena o Policía Federal Preventiva se explica qué sucede con las armas y municiones decomisadas ni cuál es su origen y destino. De acuerdo con la ley, el arsenal decomisado por los cuerpos de seguridad debe ser entregado a la Sedena una vez que es liberado de los procesos penales en los que ha fungido como prueba acusatoria, pero no hay informes oficiales al respecto.

El proyecto The Small Arms Survey, impulsado por The Graduate Institute of International Studies, con sede en Ginebra, Suiza, sostiene que si bien México es un punto importante para el tráfico de drogas hacia el norte, también tiene "un destacado" papel en el trasiego de armas hacia el sur, y agrega que la proliferación ilegal de las de tipo ligero ha crecido en años recientes y contribuido a la comisión de delitos como asaltos y secuestros.