México D.F. Domingo 24 de agosto de 2003
Bajarán gastos de operación en septiembre-diciembre
Aprobaron perredistas plan de contingencia financiera
Zebadúa sale de la dirección de Finanzas; entra Mireya Guzmán
RENATO DAVALOS
Los perredistas aprobaron ayer un plan de contingencia financiera para el cuatrimestre septiembre-diciembre, que incluye la reducción de 20 por ciento en el gasto de operación, que alcanzará una suma de 24 millones de pesos, la cual se aplicará en servicios personales y generales, y posiblemente en ajuste de personal de confianza.
Asimismo, se fijaron techos presupuestales para cada secretaría y se confirmó la salida de José Ramón Zebadúa de la dirección de Finanzas, sitio que será ocupado por Mireya Guzmán. En ese periodo el PRD no podrá endeudarse más de 50 millones de pesos para hacer frente a sus pasivos y erogaciones operativas.
En un informe ampliado que presentó Zebadúa, se detalló que la deuda total perredista asciende a 352 millones de pesos en números redondos. De éstos, 150 millones corresponden a débitos con proveedores, 132 a pasivos bancarios y 70 millones a la adquisición del edificio que será la nueva sede partidista.
Los ingresos que tendrán en el cuatrimestre septiembre-diciembre ascienden a 90 millones de pesos, y la previsión de pagos totales llegará a 63 millones, incluidos los 50 millones que provendrán de los ajustes y de eventuales créditos que se soliciten.
La previsión es que al 31 de diciembre el monto del adeudo total alcance 338 millones de pesos.
Entre las primeras medidas que empezarán a aplicarse para el redimensionamiento partidista figuran ahorros en cada secretaría para que, por ejemplo, no cuenten con más de dos líneas telefónicas cada una.
También se acordó que empiecen los trabajos de una comisión de restructuración financiera, encabezada por Ricardo García Sainz, responsable además del Organo Central de Fiscalización interna, en coordinación con la Comisión de Auditoría, que preside Juan José García Ochoa. De manera conjunta trabajarán con el auditor externo, cuyo informe preliminar se prevé esté listo en los próximos días, mismo que deberá conocer el consejo nacional venidero.
Las tareas de restructuración comprenden prácticamente la eliminación del gasto en programas, con una reserva para apoyar a los comités que harán frente a los comicios locales en Tabasco y San Luis Potosí en la parte final del año.
Actualmente, el PRD tiene que hacer frente a una nómina de 7.5 millones de pesos para una plantilla de poco más de 250 personas, que en buena medida está constituida por personal de confianza. Otros siete millones se destinan mensualmente al pago de intereses de la deuda.
Respecto a la reorganización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), sus integrantes decidieron que continuarán las pláticas del presidente sustituto, Leonel Godoy, con los representantes de todas las corrientes, a partir de una evaluación que se hará conjuntamente sobre los resultados que arrojó cada uno de los secretarios para comparar resultados y el cumplimiento o no de las metas trazadas para los comicios del pasado 6 de julio.
En la mesa de la discusión, precisaron algunos de los asistentes, se concluyó que la restructuración no necesariamente comprende reducir el número de carteras del CEN, que asciende a 21, incluidos los dos coordinadores parlamentarios. A partir de esa valoración y de las negociaciones con los distintos grupos, se tomará la determinación sobre el futuro del comité, misma que se presentará en el próximo consejo nacional, que habrá de sesionar en un par de semanas.
Igualmente, los perredistas se abocaron al análisis de la nueva organización partidista, especialmente en aquellos estados donde el PRD obtuvo menos de 10 por ciento de la votación total. Además, se concluyó que tendrá que reforzarse el trabajo territorial en las entidades donde ganaron la votación, para que la imagen partidista no dependa sólo de los buenos gobiernos.
En relación con el futuro congreso nacional, a celebrarse en febrero próximo, también se convino que éste se divida en dos grandes apartados. Uno correspondería a la reorganización interna y en el otro se elaboraría la plataforma política que será la base para las elecciones presidenciales de 2006. Incluso se habló de la posibilidad de que hubiese dos congresos, con un intervalo de un mes cada uno.
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