México D.F. Viernes 22 de agosto de 2003
¡Tonto, tonto, pero del pueblo!
Querida Carmen: Queremos felicitar a La Jornada
y a Jaime Avilés por la investigacion sobre el tráfico
de influencias de Belsasso. Ojalá que hubiera muchos más
con ese valor y sentido del periodismo.
Ahorita ya sabríamos, por ejemplo, quién
le quemó los pies a Cuauhtémoc, quién asesinó
a Colosio, en qué hotel se hospeda el Señor de los cielos,
cuándo va a "renunciar" Diego Fernández de Cevallos,
y otro sería nuestro presente. Gracias, Jaime, por tu trabajo.
Jesusa y Liliana
Otra felicitación a Jaime Avilés y a
La Jornada
Señora directora: El valiente e inteligente
reportaje de Jaime Avilés en La Jornada, que logra la inmediata
defenestracion de Guido Belssaso, quien como burócrata de quinta
hacía tráfico de influencias, aprovechándose de ser
el siquiatra del presidente Vicente Fox (antes lo fue del titular de PGR,
STPS, PRI y Sepesca Pedro Ojeda Paullada), alienta esperar hoy la renuncia
del senador Diego Fernández de Ceballos, antes de que este litigante
sea promovido a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en sustitución de Vicente Aguinaco (que se jubilará en estos
días del máximo órgano del Poder Judicial de la Federación),
porque ninguna diferencia hay entre las escandalosas e ilegales gestiones
de negocios de Guido y de Diego. Léase al respecto el Código
Penal Federal, cuya aplicación a Belssaso y Fernández se
debe esperar ahora por parte del general Rafael Macedo, como titular del
Ministerio Público Federal.
Con un cordial saludo, su lector:
Raúl Domínguez Domínguez
Respuesta a Gabino Camacho Barrera
Señora directora: En relación con
la carta enviada por el señor Gabino Camacho Barrera en torno a
mi artículo sobre el ex SUTAUR-100, preciso que de ninguna manera
existe dolo o intereses calumniosos tras mis afirmaciones, las cuales sostengo
mediante documentos públicos que pongo a disposición de este
medio y que respaldan los años de litigios a que se han enfrentado
cientos de familias de ex trabajadores de dicho sindicato.
Rechazo el tono ofensivo que usó sobre mi persona
en la supuesta aclaración, ya que ante la incapacidad de dar argumentos
para lo indefendible opta por la descalificación y la amenaza. Además
reitero, como se ha reseñado en la prensa nacional en su momento,
que detrás del movimiento para enfrentar la quiebra de una empresa
que era pública y solvente y la cancelación de su sindicato
quedaron expuestas las redes de corrupción tejidas por sus dirigentes,
que han dado al traste no sólo con un destino promisorio de poco
más de 2 mil agremiados que se inconformaron y exigieron transparencia
en el manejo de las cuentas, obteniendo a cambio -y esto consta en actas-
el despido, sino también con la posibilidad de tener un sistema
de transporte eficiente para la ciudad.
Señalo sin confusión o ignorancia que las
asociaciones mercantiles que se conformaron con el financiamiento de los
fideicomisos de los ex trabajadores ciertamente se constituyeron, pero
los trabajadores jamás fueron socios y continúan bajo la
administración de los mismos dirigentes que habían aceptado
representarlas de forma temporal, mientras se acordaba la instalación
de una comisión liquidadora para el reparto de los bienes sindicales,
requisito que se ha hecho insalvable para algunos de los agremiados, que
a lo largo de los años, según estudios anteriores de organismos
de derechos humanos en el DF, murieron por diabetes, un trastorno común
en esa actividad, al perder su fuente de sustento quedaron sujetos al descuido
de sus familiares, sufrieron divorcios o abandono, no reconocieron a sus
viudas, padecieron desintegración y rechazo social y sus hijos son
jóvenes que cercenaron su futuro, en una búsqueda constante
de justicia ante tribunales y autoridades políticas y administrativas,
de los cuales poseo copias de testimonios oficiales.
Porque lo que me mueve a narrar esta historia de conflictos
internos en un gremio no es la falsedad, es el hecho de informar sobre
la necesidad de lograr la restitución del daño a estas cientos
de familias que también tenían y tienen el derecho a una
vida digna.
Atentamente
Nora Patricia Jara
Respalda artículo sobre Ruta-100
Señora directora: Agradeceríamos
la publicación de algunas precisiones al artículo del 12
de agosto firmado por Nora Patricia Jara y a la carta del señor
Gabino Camacho Barrera publicada el 18 de los corrientes.
Efectivamente, como señala Nora Patricia Jara,
fuimos miles de trabajadores quienes apostamos el 30 por ciento o más
de nuestras liquidaciones (que nos pagó Ruta-100) y que le apostamos
a los proyectos productivos en sociedades mercantiles desde 1996, y a la
fecha nuestros "líderes morales" (Gabino Camacho B. y Ricardo Barco
L.) se niegan a rendirnos cuentas claras de la situación financiera
de nuestras empresas y, cuando hemos pedido nuestra liquidación
(devolución de aportaciones), nos pretenden retener 20 por ciento
de nuestro capital con el argumento de que la ley los obliga y nos dan
cero por ciento de intereses por más de siete años de administrar
nuestro dinero.
También hemos formado comisiones liquidadoras de
los bienes sindicales (muebles, inmuebles y fideicomisos) que obtuvimos
de 1982 a 1995, pero "nuestros líderes morales" han acudido a diversos
recursos legales para impedir la repartición de dichos bienes. Y
cómo no, si con dichos recursos "crearon" empresas mercantiles para
dar empleo a algunos hijos (Instituto Tecnológico del Transporte,
SC; director Guillermo Barco Ortiz) y salarios de decenas de miles de pesos
mensuales.
Otra aclaración es la relativa a que en 1998, cerca
de 2 mil ex trabajadores de Ruta-100 y socios de los llamados proyectos
productivos exigimos cuentas claras a nuestros líderes, así
como a los asesores financieros, y como respuesta obtuvimos la expulsión,
lo que nos obligó a demandar laboralmente y ante las autoridades
correspondientes en materia penal y civil, demandas que a la fecha duermen
el sueño de los justos.
También es conveniente aclarar y/o precisar que
un grupo reducido, encabezado por Gabino Camacho y Ernesto Avila, con salario
de mil 619 pesos 20 centavos mensuales en 1995, hoy tienen casas a su nombre
y de sus familiares en diversos puntos de la ciudad y, en todo caso, cuando
las autoridades judiciales del Distrito Federal hagan caso de nuestras
denuncias sabremos los alcances de la corrupción sindical relatada
por Nora Patricia Jara, que desde luego es veraz y, además, jamás
es negada por Gabino Camacho Barrera, como el hecho de que Ricardo Barco
López y sus familiares tienen propiedades en Puebla, Veracruz, Guerrero,
el estado de México y el Distrito Federal. ¿Por qué
no investigar a estos "honestos" ex representantes sindicales?
Un dato más que habla de la calidad moral del señor
Gabino Camacho Barrera es que cuando estuvo detenido en el Reclusorio Oriente
y tenía que exhibir una fianza de 30 mil pesos decía no tener
dinero, mientras en el banco y a su nombre estaban depositados aproximadamente
600 mil pesos, cuando su salario como operador de autobús era de
mil 619 pesos 20 centavos mensuales, es decir, tenía en el banco
el equivalente a más de 30 años de trabajo.
Por todo esto, avalamos el artículo de Nora Patricia
Jara, y no será a los periodistas a quienes pretenda enjuiciárseles,
sino a aquellos líderes sindicales corruptos que pervierten las
luchas sindicales. Las familias de los ex trabajadores de Ruta-100 así
lo exigimos, aun cuando se nos acusara de disidentes o grupos minoritarios
tenemos derechos y se deben respetar.
Atentamente
Jaime C. Bello Fuentes
Invitación
Presentación de libro infantil
Invitamos a todos a la tercera jornada cultural del Frente
Zapatista de Liberación Nacional, que presentará ese viernes
22 de agosto el libro infantil Napi, con textos de Antonio Ramírez
y obra pictórica de Domi. Los comentarios correrán a cargo
de Javier Elorriaga y Ramón Vera. La cita es a las 19 horas en Zapotecos
7, colonia Obrera. Más información, al teléfono 5578-1301
o en la página electrónica: www.fzln.org.
Rodrigo de la Vega
El
Correo Ilustrado
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