México D.F. Viernes 22 de agosto de 2003
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
La prometida tarea que nunca trascendió del plano
retórico
De acuerdo con cifras oficiales el avance del desempleo en lo que va del
sexenio supera 90%
EL GOBIERNO FOXISTA está a punto de lograrlo: duplicar
la tasa de desempleo abierto en menos de tres años de ejercicio.
Hasta el momento, de acuerdo con las cifras oficiales, el avance en este
renglón es ligeramente superior a 90 por ciento.
ASI ES. La administración del cambio ha consumido
46 por ciento de su tiempo sexenal -33 de 72 meses- y en ese lapso no ha
logrado atemperar, ya no se diga frenar, el deterioro, toda vez que la
tasa de desempleo abierto en las principales áreas urbanas del país
pasó de 1.9 por ciento en diciembre de 2000 a 3.52 por ciento en
julio del presente año, la mayor tasa desde febrero de 1998 y similar
a la de enero de 1989, un mes después de la cuestionada toma de
posesión de Carlos Salinas como presidente de la República.
AYER EL INEGI dio a conocer que la tasa de desempleo abierto
en el país pasó de 3.17 por ciento en junio a 3.52 por ciento
en julio de 2003, es decir, aumentó 35 décimas en el periodo,
lo que implica que en tan sólo el séptimo mes del año
unos 145 mil mexicanos perdieron su plaza laboral. En julio de 2002 dicho
parámetro fue de 2.93 por ciento y en igual mes de 2001 fue de 2.44
por ciento.
SI SE CONSIDERAN los 33 meses de referencia, el crecimiento
de la tasa de desempleo abierto de 1.9 por ciento en diciembre de 2000
a 3.52 por ciento en julio de 2003, entonces el número de mexicanos
que perdieron su fuente de ingresos en la economía formal y sólo
en las principales zonas urbanas de la República se aproxima al
millón 500 mil, es decir, un promedio mensual de 45 mil 454.54 trabajadores,
o si se prefiere, mil 515 plazas diarias canceladas, incluyendo sábados,
domingos y días festivos.
DE
HABERSE DEDICADO a causas más justas y productivas que los machacones
discursos (adornados con la invención de "emprendedores", "autoempleos",
"changarreros" y demás figuras virtuales) promotores "del aquí
todo va muy bien", el presidente Fox podría haberse acercado al
cumplimiento de una de sus tantas promesas de campaña: la creación
anual de un millón 350 mil nuevos empleos, con lo que a la fecha
el saldo sería favorable en alrededor de 3 millones 600 mil plazas.
Inclusive si se toma en cuenta la "corrección" que de dicha promesa
hiciera Vicente Fox al arrancar su mandato (la creación anual no
de un millón 350 mil puestos de trabajo, sino de 700 mil) el balance
sería positivo.
SIN EMBARGO, la realidad -rigurosa enemiga de la retórica
y ésta mancuerna del inquilino de Los Pinos- revela que la pérdida
en este renglón se aproxima al millón 500 mil plazas. En
julio pasado, comparado con el mes previo, de acuerdo con el informe del
INEGI, la tasa de desempleo abierto para los hombres aumentó de
2.81 a 3.40 por ciento, mientras que para las mujeres avanzó de
3.12 a 3.73 por ciento.
DURANTE MUCHOS MESES ese machacón discurso sostenía
que la tasa de desempleo abierto en el país "prácticamente
no se ha visto afectada, no ha reportado cambios significativos" a lo largo
del gobierno del cambio. Sin embargo, se suponía que al conocer
el indicador de junio (3.17 por ciento) el presidente estaba presto a reaccionar.
De hecho, afirmó: "Hoy, hoy todos tenemos una preocupación:
el empleo. Así que hoy mismo: ¡manos a la obra!"
PARA TAL FAENA, el inquilino de Los Pinos autorizó
un presupuesto ("asignación adicional", le llamó) de 100
millones de pesos "para los programas de capacitación y apoyo a
quien queda desempleado, con el propósito de que se sostenga mientras
regresa al empleo o se ocupa en autoempleo".
COMO ESE DINERO no alcanza ni para comprar tachuelas,
todos entendieron que la prometida tarea nunca trascendería el plano
retórico. En junio, el cálculo arrojaba el siguiente resultado:
los 100 millones de pesos, de destinarse íntegramente al objetivo
planteado, alcanzarían para cubrir el salario mínimo anual
de 6 mil 597 trabajadores, es decir, menos de 1 por ciento de los requerimientos.
EL INEGI APORTO otros indicadores "complementarios" de
aquellos mexicanos que, de plano, se niegan a ser emprendedores: tasa de
desempleo abierto alternativa -considera no sólo a los desocupados
abiertos, sino también a la parte de la población no económicamente
activa que suspendió la búsqueda de empleo para realizar
actividades del hogar o estudio-, 4.22 por ciento; tasa de presión
general -incluye a los desempleados abiertos y a los ocupados que buscan
trabajo con el propósito de cambiarse o tener empleo adicional-,
5.53; tasa de ocupación parcial por razones de mercado y desocupación
-porcentaje que representa la población desocupada y la ocupada
que labora menos de 35 horas a la semana por razones de mercado con respecto
a la PEA-, 5.16; tasa de condiciones críticas de ocupación
-toma en cuenta a la población ocupada que trabaja menos de 35 horas
a la semana por razones de mercado, más de 35 horas semanales con
ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, o que labora más
de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos-, 8.91
por ciento.
NO SE INCLUYE la tasa de ocupación de hasta las
mejores familias del cambio, la cual, de acuerdo con cifras del inquilino
de Los Pinos, supera 100 por ciento, porque no hay que olvidar que para
el gobierno de la República, el de ahora y los de antes, en este
país nunca pasa nada.
POR CIERTO, la metodología estadística utilizada
por el INEGI sufrió algunas modificaciones, entre ellas que a partir
de julio pasado la información de la encuesta nacional de empleo
urbano se obtiene en 32 ciudades de la República con 100 mil o más
habitantes, no en 48, como venía sucediendo. Lo anterior, asegura
el organismo, "no afecta de manera sustantiva el cálculo de los
indicadores básicos de empleo y en particular los de desocupación,
ya que las 32 ciudades que se mantienen en muestra representan 80.1 por
ciento de la población residente en las áreas de 100 mil
y más habitantes". Eso dice.
Las rebanadas del pastel:
LA TASA DE DESEMPLEO no es el único indicador que
crece y pone nervioso a más de uno: ayer el tipo de cambio del dólar
fue de 11.02 pesos... Si México cuenta con las mayores reservas
de la historia, la salud macroeconómica es maravillosa y los banqueros
están felices ante el cerco que les han puesto por el Fobaproa,
entonces, ¿de dónde viene el embate contra la divisa nacional?
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