México D.F. Viernes 22 de agosto de 2003
HACIA LA CUMBRE DE CANCUN
Mayoría de países se oponen al intento
de los ricos por negociar temas no comerciales
La reunión de la OMC, ''parteaguas'' para la
globalización, dicen analistas
La organización enfrenta un dilema, pues se verá
qué tan sensible es para favorecer reglas por un comercio más
justo Naciones desarrolladas bloquearon propuestas de países pobres
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 21 de agosto. La reunión
ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún
será un momento decisivo en el debate sobre la globalización,
donde los líderes del mundo optarían por ampliar el actual
modelo de relaciones económicas internacionales dominadas por la
iniciativa privada o por transformar este sistema en uno que beneficie
a todos los pueblos del mundo, afirman analistas estadunidenses.
''Básicamente, esta reunión será
un parteaguas para la globalización'', estimó Lori Wallach,
directora de Global Trade Watch. La mayoría de los miembros de la
OMC, señaló en entrevista con La Jornada, están
descontentos con las reglas de la organización y se oponen a los
intentos de Estados Unidos y de algunos países europeos de utilizar
la reunión de Cancún para lanzar una nueva ronda de negociaciones
sobre una serie de temas no comerciales que tienen que ver con la inversión
extranjera y la competencia para contratos gubernamentales, entre otros
asuntos.
''La
OMC enfrenta una prueba crítica en Cancún'', afirmó
Mark Ritchie, presidente del Instituto para Políticas Agrarias y
Comerciales (IATP, por sus siglas en inglés), organización
dedicada a revisar estrategias que afectan a pequeños productores
agrarios en éste y otros países. ''En gran medida (la OMC)
ha fracasado en actuar en el interés de los granjeros y trabajadores
del mundo. Crece la frustración tanto dentro de la organización,
entre los países miembros, como en la sociedad civil. La reunión
de Cancún marcará un hito para ver qué tan sensible
será la OMC a este movimiento en favor de reglas por un comercio
justo mayor''.
La próxima semana, en Ginebra, los negociadores
comerciales de varios países claves de la OMC se reunirán
para hacer un último esfuerzo a fin de acordar un plan de acción
en Cancún, pero pocos observadores esperan grandes avances.
Hace poco Estados Unidos y la Unión Europea (UE)
hicieron una nueva propuesta para resolver disputas sobre temas agrarios,
pero fue rechazada por varias agrupaciones de pequeños países
en desarrollo, que ahora reiteran sus demandas de cambios más fundamentales.
''Los países en desarrollo tienen una agenda particular
que básicamente se enfoca a buscar cómo hacer que las reglas
de comercio mundial funcionen para los países en desarrollo'', explicó
Wallach, una de las abogadas especializadas en comercio más prominentes
en Estados Unidos e influyente crítica del sistema de comercio internacional.
Las bases de esta agenda para crear un nuevo modelo comercial
fueron inicialmente presentadas por una agrupación de más
de 90 países miembros de la OMC, e incluye una lista de más
de 105 puntos específicos que, insistían, deberían
ser debatidos antes de la pasada reunión ministerial de la OMC en
Doha, en 2001.
Estos países representan mayoría entre los
146 miembros de la OMC, pero Wallach señala que esa agenda jamás
se ha tomado en cuenta como un paquete completo. De hecho, los países
ricos, trabajando a través de la secretaria de la OMC y de la intimidación
a otros países, han logrado bloquear casi todas las propuestas de
los países en desarrollo, informó.
''Lo que se presenta en Cancún es la continuación
de la renuencia de un grupillo de países ricos, que ha dominado
esta agrupación global, a reconocer los datos que demuestran que
el sistema que impera ha fracasado en los países en vías
de desarrollo'', afirmó Wallach. ''Para la mayoría de los
miembros de la OMC, las reglas actuales han sido devastadoras. Exacerbar
estos problemas al ampliar este modelo sería fatal, y la única
cosa que podría ayudar a los países en desarrollo es revisar
y reparar el sistema existente''.
Toma de decisiones transparente, exigen
La ira por esta situación provocó que este
mes 12 países africanos se manifestaran a favor de promover cambios
en el proceso interno de toma de decisiones de la OMC para democratizar
la institución. ''Reiteramos la importancia crucial de crear un
proceso de toma de decisiones transparente, democrático, inclusivo
y consultivo en la OMC, ya que es vital para mejorar la credibilidad de
la organización y del sistema comercial multilateral'', declararon
los países africanos en un comunicado difundido en Ginebra el 13
de agosto.
Las demandas parecen ser básicas: que las propuestas
de cada país sean reflejadas de manera precisa, que las decisiones
se tomen en sesiones plenarias, que ninguna decisión sustancial
sea tomada sin la aprobación de todos los miembros.
Pero Wallach explicó que las dos reuniones anteriores
de la OMC se han caracterizado por la falta de transparencia, por reuniones
secretas donde sólo los países invitados han participado,
y se han guiado por propuestas que no incorporan las perspectivas de todos
los miembros.
En la pasada reunión ministerial en Doha, Qatar,
los países en desarrollo propusieron dedicar los próximos
años a abordar las preocupaciones de las naciones más pobres
mediante lo que llamaron Ronda de Desarrollo de Negociaciones. Estos países
demandaron que los acuerdos comerciales deberían ofrecer un ''tratamiento
especial y preferencial'' a las naciones pobres, permitiéndoles
reducir sus aranceles de manera más lenta para desarrollar sus industrias
nacionales y otorgar protección a algunas funciones gubernamentales
esenciales hasta que estos países alcanzaran un cierto nivel de
desarrollo.
Además, había demandas de excepciones en
patentes para permitir que las naciones pudieran emplear versiones genéricas,
y más baratas, de ciertas drogas y medicamentos, y enfrentar, por
ejemplo, enfermedades como el sida. Otras propuestas giraban en torno a
prevenir el uso de subsidios agrarios por países ricos, o para proteger
a los pobres de las prácticas de dumping que minaban a sus
productores nacionales.
Pero según Wallach y Ritchie ninguno de estos temas
se ha resuelto antes de llegar a la reunión de Cancún. En
su lugar, Estados Unidos, Europa y Japón continúan insistiendo
en un agenda que obligaría a los miembros de la OMC a aceptar la
privatización de servicios públicos esenciales, incluyendo
agua, salud, energía y educación, y la ampliación
de negociaciones para incluir nuevos temas como la inversión.
Los negociadores comerciales de Estados Unidos argumentan
que después del colapso de las negociaciones en la reunión
de Seattle y el estancamiento en Doha, la integridad del sistema global
de comercio está en juego en Cancún.
Con esta perspectiva, es imperativo generar una sensación
de avance en Cancún, algo que demuestre que la comunidad global
está logrando establecer y ampliar las reglas del comercio internacional.
Si no, dicen, el comercio global estará amenazado. Si esto ocurre,
afirman, los grandes perdedores serán los países en vías
de desarrollo, a los cuales se les negará acceso a los grandes mercados
clave de las naciones desarrolladas.
No sorprende que Wallach no esté de acuerdo. ''Es
un paradigma falso decir que o la OMC continúa su camino actual
o los países en desarrollo serán dañados. Si la OMC
sigue en este camino los países en desarrollo resultarán
cada vez más dañados ya que el modelo actual les ha fallado''.
No obstante, Wallach reconoce que dada la realidad de
la dinámica de poder en el mundo, es posible que Estados Unidos,
Europa y otros países avanzados logren obligar a que la reunión
ministerial de Cancún acuerde ampliar la agenda actual, llamando
así al inicio de una nueva ronda de negociaciones formales sobre
temas como inversión, privatización y otros, a pesar de la
oposición de la mayoría de los miembros de la OMC.
Pero dada esta abrumadora oposición de los países
de la OMC, Wallach también advierte que existe la posibilidad de
que esta reunión concluya con una declaración que sólo
logre reiterar la situación actual. ''Emitirán una declaración
final; nunca jamás permitirán que se repita lo de Seattle,
donde no hubo una declaración final'', explicó. Pero señaló
que sería un triunfo para los países en desarrollo si esa
declaración final no incluye nuevas negociaciones sustantivas para
temas adicionales. ''Si la declaración final lanza negociaciones
sobre una nueva serie de temas, entonces habremos perdido. Pero si dice
simplemente que se debería estudiar más estos temas, entonces
podremos hacer una gran fiesta'', concluyó.
Ministro Clement
Interesa a Alemania favorecer a países en desarrollo en la OMC
NOTIMEX
Berlin, 21 de agosto. El ministro alemán de Economía, Wolfgang Clement, expresó hoy su confianza en que se avanzará en la ronda de negociaciones sobre desarrollo durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún.
Clement manifestó su optimismo en la conferencia En camino a Cancún: OMC-Ronda para el Desarrollo, balance intermedio, donde expuso que en la cita ministerial de septiembre se podría lograr un verdadero marco negociador en favor de los países en desarrollo.
''Estamos muy interesados en el éxito de las negociaciones en favor de los países en desarrollo'', aseguró el ministro en la conferencia organizada por la comisión alemana pro derechos humanos Justitia et Pax.
Destacó la importancia de la cita de Cancún, pues continuarán las pláticas para llegar a acuerdos positivos sobre los objetivos planteados en Doha (Qatar) y dijo que de su éxito dependerá de que a más tardar en 2005 concluyan las negociaciones.
Clement expuso: ''No cabe duda de que los países desarrollados deben abrir sus mercados en mayor medida a los países en vías de desarrollo. También está claro que deberá continuar el tratamiento especial para los países en vías de desarrollo más pobres'', planteó.
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