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México D.F. Viernes 22 de agosto de 2003

Preparan diputados una solicitud para investigar al secretario de Salud

Julio Frenk habría dado información privilegiada a funcionarios extranjeros

Legislar para acabar con el influyentismo, pide López Obrador al referirse al tema Belsasso

DE LA REDACCION

La Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados prepara una solicitud de investigación sobre las actividades administrativas del secretario de Salud, Julio Frenk Mora, de quien se presume permite ''un inmoral manejo de información privilegiada a funcionarios de nacionalidad española e italiana'' en esa dependencia; mientras, en el Senado, PRI, PRD y PAN coincidieron en la necesidad de aprobar, a partir del expediente Guido Belsasso, una reforma para evitar el tráfico de influencias.

El dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, festejó la ''renuncia'' del comisionado del Consejo Nacional contra las Adicciones y exclamó: ''šQué bueno que renunció!'' Sobre la corrupción, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, atajó que ésta se da en otras administraciones y explicó que el gobierno de la ciudad ya no es una fábrica de ricos. Es tiempo, dijo, de legislar para acabar con el ''influyentismo''.

Los coordinadores parlamentarios de PRI y PRD en el Senado, Enrique Jackson y Jesús Ortega, respectivamente, plantearon que descubierto el tráfico de influencias de Belsasso, esta es una oportunidad para consolidar una reforma que sancione esa actividad entre los legisladores. El priísta no quiso personalizar, pero Ortega dijo, en alusión a Diego Fernández de Cevallos, que ''todos deben poner sus barbas a remojar''.

El senador panista Javier Corral Jurado afirmó que la investigación de La Jornada -que luego reprodujo Joaquín López Dóriga en El Noticiero de Televisa, y ayer retomaron otros medios electrónicos- sobre el tráfico de influencias de Belsasso, no es ''nada despreciable y debiera ser punto de partida para que la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la propia Procuraduría General de la República (PGR) investiguen''.

No todo se puede detectar...

Por su parte, el ex contralor y diputado federal electo del PAN, Francisco Barrio Terrazas, trató de minimizar el escándalo, pero terminó por aceptar que en la administración del presidente Vicente Fox ''no todo lo que ocurre se logra detectar''.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, el diputado perredista José Antonio Magallanes, quien integra la Comisión de Vigilancia, criticó la ineficacia de Julio Frenk y de la instancia de vigilancia federal, al no haber descubierto las actividades ilícitas de Belsasso. El legislador demandó la aplicación irrestricta de la ley:

''La Secretaría de Salud y su titular desconocen el tráfico de influencias en su sector; es lamentable, también, que la Secretaría de la Función Pública no dé a conocer un proceso de apercibimiento, de sanciones y de castigos. No sólo es necesario admitir la renuncia de ese funcionario corrupto y de segundo nivel, sino resarcir el daño que provocó, porque atenta contra la honorabilidad del gobierno de la República.''

En este sentido anticipó que la Comisión de Vigilancia prepara una solicitud de investigación, porque existe informfrenk-alemanación sobre funcionarios de tercero y cuarto niveles que no son mexicanos, sino españoles e italianos, protegidos por el secretario Frenk.

''Esto es la punta del iceberg. Vicente Fox deberá dar un paso al frente para combatir la simulación, la corrupción y el tráfico de influencias. Guido Belsasso es una gente corrupta y hay que sancionarlo de acuerdo con lo estipulado en la Ley Federal de Servidores Públicos. Hay que revisar su calidad migratoria y, si se va más a fondo, que se le finque una denuncia de carácter penal. Es inmoral el manejo de información privilegiada. Se debe medir el nivel del daño. Ahí debe intervenir la Auditoría Superior de la Federación, y es muy importante que Julio Frenk dé respuesta a todas estas graves anomalías.''

En tanto, Barrio Terrazas aceptó la ineficacia de las áreas encargadas de revisar las actividades de la administración del Ejecutivo Federal. ''No sé, para empezar, cuándo haya ocurrido esto, porque bueno... también le menciono que no todas las cosas que ocurren se logran detectar. Sí le digo una cosa: jamás se nos podrá señalar que en determinadas situaciones irregulares que -ya fuera por la vía de auditorías, de denuncias ciudadanas o de personal de las instituciones- no actuamos conforme a la ley. Siempre iniciamos los respectivos procedimientos de responsabilidades o, en los casos que así procedía, se pusieron las denuncias penales''.

A su vez, el dirigente panista, Luis Felipe Bravo Mena, celebró la ''renuncia'' de Belsasso, pues ''era lo menos que podía esperarse'', y exigió que la Secretaría de la Función Pública investigue el tráfico de influencias en que incurrió.

Luego de reunirse con el dirigente nacional del PRD, Leonel Godoy, el panista ofreció al presidente Vicente Fox todo el apoyo de su partido para combatir la corrupción y cualquier tipo de desviaciones en el interior de su gobierno, y ''para que se destierre de raíz cualquier tipo de distorsión en este sentido''. Defendió el ''compromiso de honestidad'' del gobierno foxista en el servicio público y expresó su confianza de que serán reforzadas las medidas para ''cerrarle el paso tajantemente a este tipo de actos que son inadmisibles en el México moderno y democrático al que aspiramos''.

En el Senado, los coordinadores de PRI y PRD, así como legisladores del PAN, se manifestaron por investigar a fondo las irregularidades en que incurrió el ex subsecretario de Salud, Guido Belsasso, y coincidieron en que debe legislarse para evitar el tráfico de influencias, tanto de funcionarios como de miembros del Congreso de la Unión.

''Esta es una buena oportunidad para revisar las leyes y fijar normas que eviten y sancionen el tráfico de influencias'', advirtió el coordinador priísta, Enrique Jackson, mientras su homólogo del PRD, Jesús Ortega, dijo que en el asunto de Belsasso no es suficiente su destitución o renuncia y es necesaria una investigación a fondo, pues no puede tolerarse que continúe la práctica de otros sexenios de funcionarios que se aprovechan del cargo para enriquecerse.

El senador panista Javier Corral Jurado comentó que una de las iniciativas que deben ser dictaminadas cuanto antes es la que presentó recientemente su compañera de bancada, Luisa María Calderón, que propone prohibir que los integrantes del Congreso realizar al mismo tiempo actividades privadas lucrativas, como la de litigar contra el Estado.

Su correligionario César Jáuregui afirmó que si no se actúa contra Belsasso se caerá en ''un silencio cómplice, que puede tener también responsabilidades''.

Por su lado, Andrés Manuel López Obrador consideró adecuada la ''renuncia'' de Guido Belsasso e insistió en la necesidad de legislar para impedir que los servidores públicos utilicen sus cargos para sacar provecho personal mediante el ''influyentismo''.

El mandatario capitalino rechazó comparar el caso de Belsasso por tráfico de influencias, con el del director general de Instituto del Deporte del Distrito Federal, Bernardo Segura, quien tramitó visas para tres personas a las que acreditó como funcionarios públicos ante la embajada de Estados Unidos, aunque no pertenecían al organismo.

Para evitar que se cometa una injusticia, argumentó López Obrador al referirse al caso del marchista, habrá que esperar qué resuelve la Contraloría. Luego aseguró que en su gobierno no hay influyentismo y fue más allá cuando se le preguntó la diferencia entre esa práctica en los gobiernos de derecha y en los de izquierda. ''No, aquí no hay influyentismo; puede ser que haya en otras partes, aquí no. No hay influyentismo ni hay corrupción ni hay impunidad; no hay nada de eso''.

-Pero hay más de 2 mil funcionarios sancionados.

-No hay corrupción en el gobierno de la ciudad, estamos luchando por alcanzar la meta cero corrupción. O sea corrupción, corrupción, lo que se dice corrupción... pues volteen a ver. Hablamos del Fobaproa, corrupción en el gobierno de Salinas, en el de Zedillo.

La ciudad, concluyó, ya no es una fábrica de ricos.

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