Demandan en foro endurecer castigos y que se equiparen delitos a escala mundial

Leyes laxas y corrupción fomentan la impunidad en prostitución de menores

VICTOR BALLINAS

México no puede enfrentar por sí solo la red criminal de prostitución y explotación de mujeres y menores, "porque nuestras leyes son muy laxas, hay corrupción y clandestinidad, y ese delito no es del orden federal; falta una política de Estado para combatirlo adecuadamente", aseveró ayer el director general de Tráficos y Contrabando de la Policía Federal Preventiva, Hervé Hurtado.

Durante el foro internacional sobre explotación infantil, organizado por el Senado de la República, en el cual participan expertos de 16 países, así como de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos, se dejó en claro que en América Latina el problema para enfrentar la explotación sexual infantil, la trata de mujeres y la prostitución radica en que en general en la región las leyes son conservadoras, no castigan a los criminales que usan y violan a niños y niñas; lo que hace falta es que se equiparen los delitos a escala mundial, que se endurezcan las sanciones, porque de lo contrario el turismo sexual y la explotación infantil de tipo sexual serán el comercio más redituable, por encima del tráfico de narcóticos y de armas.

Uno de los principales obstáculos para enfrentar el fenómeno en México estriba en la falta de tipificación en las leyes del comercio sexual infantil, la trata de mujeres y el tráfico de personas, además de que la Procuraduría General de la República "ha tenido un desempeño deficiente, pues no ha sido capaz de crear el registro nacional único de los menores robados, sustraídos o extraviados", aseveró Elena Azaola, investigadora en temas de niños maltratados, violencia hacia la mujer y situación en las prisiones.

Al inaugurar el acto, el presidente del Senado, Enrique Jackson, subrayó que la mejor manera de combatir el problema es trabajar con realismo, porque las medidas que se han tomado hasta hoy han sido "bastante tibias y parciales".

Resaltó que se necesita generar conciencia para proteger a niños y niñas, debido al "estado de indefensión en que los hemos dejado por las leyes laxas o que sancionan con penas leves el abuso contra menores".

Demandó que se legisle para combatir la corrupción policial, penalizar con severidad, lograr que se imparta justicia y tratar este abuso como asunto del crimen organizado, "porque tiene que ver con redes criminales en el mundo, hay que abrirlo y actuar".

La presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Senado de la República, la priísta Lucero Saldaña, subrayó que el turismo sexual, la corrupción de menores, la prostitución y la pornografía generan a escala mundial ganancias por siete billones de dólares al año. Son "cifras impresionantes que genera la explotación sexual a menores, su abuso, la venta de mujeres y niñas; cifras impresionantes de brutalidad".

Precisó que "en Estados Unidos se prostituyen 100 mil menores y otros tantos entran en la pornografía; en México hay 130 mil niñas, niños y jóvenes de la calle y se estima que por lo menos 16 mil son prostituidos; en India 350 mil menores se prostituyen y cada año 3 mil niñas son obligadas a hacerlo por primera vez. En Tailandia son 80 mil los menores afectados".

La senadora panista Cecilia Romero expresó que con 7 billones de dólares se garantizaría que todos los niños del mundo tuvieran acceso a la primaria. "Curiosa paradoja, macabra broma de las cifras", subrayó.

Dorchen Leitholdt, investigadora y directora ejecutiva de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niños, y consultora de la ONU, expuso que los orígenes del turismo sexual global radican en los burdeles y bares cercanos a las bases militares de Estados Unidos en Tailandia, Filipinas y Taiwán.

Aunque el turismo sexual no ha recibido tanta atención de los medios de comunicación como el tráfico de sexo, advirtió, ambos están muy relacionados y su dinámica es idéntica. Explicó que el tráfico de sexo involucra la transportación de mujeres y niños de países pobres a ricos para satisfacer la demanda de consumidores de prostitución. El turismo sexual es al revés: los clientes van a los países pobres. Subrayó que la "industria" del turismo sexual está expandida en América Latina, Africa, Europa oriental y en países asiáticos.

Africa del sur y Filipinas, insistió, son claves para la producción de pornografía infantil. Sin embargo, dijo que es necesario mencionar los países industrializados que envían turismo masculino para explotar sexualmente a niñas y niños en países pobres: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Holanda, Japón y Australia.

Sostuvo que Costa Rica fue en los años 90 la capital del turismo sexual en América Latina.

Elena Azaola, investigadora universitaria, dijo que hace 15 días el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia informó que anualmente 1.2 millones de niños son sujetos de tráfico y 4 millones de menores sufren explotación y comercio sexual. Llamó la atención para que en los países se tipifique el tráfico de niños y se le sancione con severidad.

Apuntó que en México hay bandas criminales que tienen perfectamente organizado el traslado de niños de zonas marginadas a urbanas y tienen muchísimos años operando por la corrupción de autoridades y policías.

Expuso que niños y adultos son reclutados en Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y los alrededores del Distrito Federal, y son "traídos a La Merced para el comercio sexual, pero también hay bandas que compran mujeres y niños en la frontera sur, donde los explotan".

Hervé Hurtado subrayó que México no puede enfrentar solo estos delitos, porque constituyen una red criminal mundial, cuyo comercio por Internet está creciendo. Dijo que una de las dificultades para combatir ese delito son las leyes, que no contemplan penas severas, pues apenas se sanciona a estos criminales con multas de 500 pesos y cárcel por un máximo de cuatro años. Se requiere, dijo, una política de Estado para prevenir y combatir adecuadamente el problema. Cifró en 16 mil los niños mexicanos que son víctimas de prostitución, pornografía y tráfico de personas, asuntos "vinculados a una cultura de corrupción y clandestinidad".