México D.F. Martes 19 de agosto de 2003
Opositores califican la denuncia de "maniobra
oficial" para sembrar el desánimo
Acusan al disidente Elizardo Sánchez de "colaborar"
con el Estado cubano
Después de 35 años de resistencia, 8 de
ellos en prisión, eso no lo cree nadie, dice el afectado
AFP, REUTERS Y PL
La Habana, 18 de agosto. El veterano disidente
cubano Elizardo Sánchez Santacruz mantuvo durante seis años
un doble juego político entre la oposición y la Seguridad
del Estado en provecho personal, según denuncia contenida en un
libro presentado este lunes por dos periodistas del oficialismo.
La denuncia, calificada por la disidencia de "maniobra"
oficial, ocurre cinco meses después de que el gobierno de Fidel
Castro reveló que 12 miembros de la oposición eran en realidad
agentes infiltrados de la Seguridad del Estado.
A
diferencia de esos agentes, reconocidos oficialmente como "héroes",
Sánchez es tratado como un oportunista en el libro El Camaján
(cubanismo que significa vividor), escrito por Arleen Rodríguez
y Lázaro Barredo.
En el texto se muestran presuntas fotos de Sánchez,
bautizado como agente Juana, al momento de ser condecorado con la
orden de Servicios Distinguidos del Ministerio del Interior cubano por
su labor.
Barredo, uno de los autores, afirmó en la presentación
del libro que la relación fue establecida en 1997 por iniciativa
de Sánchez, y que después de muchas reticencias la contrainteligencia
cubana aceptó la colaboración, que se extendió hasta
esta fecha.
Los periodistas oficialistas indican que después
del procesamiento y condena de 75 disidentes en abril pasado, Sánchez
se distanció de la seguridad cubana, aunque hasta hoy "no ha notificado
su decisión de romper su pacto de colaboración".
"Es una mentira colosal" dijo el veterano disidente en
conferencia de prensa en su casa, donde recibió a los periodistas
con un: "Mucho gusto, me llamo Juana".
"No oculto que he dialogado con funcionaros cubanos, entre
ellos oficiales del Ministerio del Interior, por peticiones de ellos o
bajo arresto, pues estoy dispuesto a hablar con Satanás si ello
contribuye a arreglar las cosas en el país", admitió.
Pero "después de 35 años de resistencia
al régimen totalitario y ocho años de ellos en prisión,
eso no se lo creen ni ellos mismos", añadió Sánchez,
ex profesor de filosofía de 59 años que preside la ilegal
pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN).
Para los autores del libro, Sánchez es "un pillo
devenido disidente", que habría recibido entre 1995 y 2000 no menos
de 95 mil dólares de contribuciones y supuestas colectas públicas
de Miami, y "un hombre péndulo" que pasó de "la ultraizquierda
a la ultraderecha".
Otros disidentes cubanos, contactados telefónicamente,
desestimaron las acusaciones. "A mí me lo tienen que probar con
documentos contundentes y no con libros. Estoy acostumbrado a este tipo
de acciones del gobierno que busca destruir desde dentro la oposición",
señaló Vladimiro Roca, de la corriente Todos Unidos.
Gisela Delgado, esposa del opositor Héctor Palacios,
quien cumple una condena de 25 años de prisión, señaló
que "puede ser una estratagema del gobierno para tratar de destruir por
cualquier método la disidencia interna, para tratar de sembrar el
desánimo".
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