LA FIESTA EN PAZ
Leonardo Páez
Entre ser importante o interesante
LUEGO DE 16 años como matador de toros,
Eulalio López El Zotoluco -moreno, de menos de mediana estatura,
musculosas pantorrillas y un carácter a toda prueba- puede presumir
de ser el torero mexicano más importante de la actualidad, el más
internacional y, sin discusión, el que por su profesionalismo, celo
y nivel técnico mejor ha podido competir con las figuras ibéricas,
gracias a su experiencia de tres temporadas consecutivas en cosos de España
y Francia, y no precisamente con novillotes como los que aquí se
sirven a las figuras de allá.
NO
OBSTANTE TANTAS cualidades, Eulalio dista de ser un torero interesante
para el grueso del público, un diestro que por la suma de sus rasgos,
de su talante y de su tauromaquia saque a la gente de su casa para ir a
verlo a la plaza o, como decía Rafael El Gallo, de esos diestros
que delante del toro tienen un misterio que decir... y lo dicen.
CON SER EL matador más consistente de nuestra
arrugada baraja, aunque no precisamente con la espada, Lalo carece
de lo que se llama madera de ídolo, es decir, de la suficiente personalidad,
expresión, carisma, sello o siquiera dosis de histrionismo, así
como de un concepto tauromáquico-publicitario con el que pueda identificarse
e identificarlo el espectador, no el aficionado.
CON TAN CONTRASTADOS antecedentes no extrañó
que en la corrida de su presentación en la pasada temporada "grande",
con dificultad hubiera media plaza, pues no obstante ir en el cartel un
rejoneador y un fino torero españoles, así como el prometedor
Ignacio Garibay, faltaba el atractivo no del contraste, sino del reto de
superar a toreros encumbrados, por más entrega y dominio que hubiera
exhibido el de Azcapotzalco.
SI A ESE DISCRETO poder de convocatoria de Eulalio
se añade una administración mal entendida, que en vez de
cotizarlo con el toro que rechazan los exquisitos le busca astados "a modo",
las posibilidades de liderazgo del Zotoluco en el aletargado medio
taurino mexicano son más bien escasas.
COMO REMATE A tanto dislate, pero con la supuesta
intención de "sacudir a la fiesta brava del mal momento que está
pasando y de cosechar algo de lo que sembró", a Lalo le acaban
de firmar 40 corridas en otras tantas plazas modestas los empresarios José
Antonio González Chilolín y Curro Leal.
ASI, EN VEZ de haber seguido consolidando su jerarquía
torera frente al toro español o de iniciar una limpia definitiva
de diestros-vegetales en el país exigiendo el toro mexicano con
edad y trapío, El Zotoluco prefiere volver pueblear, pero
ahora a buen dinero, no sin antes haber intervenido determinantemente,
junto con Miguel Espinosa, en la indigna manipulación de la Asociación
Nacional de Matadores para imponer a su flamante "representante", Luis
Corona, incondicional de Herrerías, convencido como nunca de que
puede reducir la tradición tauromáquica de México
a chou extrataurino.