Pero la realidad es otra
Más que dudas, las participaciones de los policías en la clase elementos de derecho procesal penal fueron quejas y ejemplos de cómo el derecho del que les hablaba el profesor universitario Everardo Moreno, era muy distinto y lejano al de la realidad cotidiana.
Policía uno: Usted dice que nuestro dicho es válido, una prueba fundamental en los delitos que presenciamos, pero tenemos un gran problema: el Ministerio Público y los jueces no nos creen.
Profesor: Lo que usted dice es lo que es y lo que yo digo también es verdad, es decir, conforme a derecho y lo que a veces llega a suceder con ustedes. Pero ciertamente es un desafío por resolver en nuestro sistema de procuración de justicia, no es un problema de ustedes.
Policía dos: Nosotros necesitamos parte acusadora. A mí me pasó un día que agarré a un tipo dando cristalazo, pero lo dejé ir porque de plano el dueño del coche me dijo que prefería llamar a su seguro que ir a perder el tiempo al Ministerio Público, porque le salía más barato así.
Profesor: Muy interesante lo que ustedes dicen.
Policía tres: La verdad es que aunque a uno le hayan constado los hechos, los delitos, pues sale contraproducente actuar. Por eso nos hacemos a la sombra, o sea, fingimos que no pasa nada o nos hacemos de la vista gorda. Yo llevo 15 años de policía y lo prefiero mil veces; así pasa con la mayoría, preferimos no meternos más a fondo.
Policía cuatro: Luego nos la revierten los detenidos y el MP nos acusa de lesiones. La secretaría nos apoya con un abogado, pero entonces, si bien nos va, nos echan ocho meses o un año de cárcel.
Y el profesosr concluyó la clase.
SUSANA GONZALEZ G.