La dependencia distribuye manual de prevención

Ssa: la obesidad, uno de los 10 principales riesgos sanitarios

En México, hay más sobrepeso en mujeres que en hombres

CAROLINA GOMEZ MENA

Según el más reciente reporte mundial de salud, la obesidad se ubica entre los 10 primeros lugares de riesgo sanitario, incluso en los países en desarrollo, en los que coexiste con la desnutrición. México no es la excepción, pues dos terceras partes de la población mayor de 20 años tiene dificultades con su peso, y de ellos uno de cada cuatro tiene problemas de obesidad, señaló Agustín Lara Esqueda, director del Programa de Salud del Adulto y del Anciano de la Secretaría de Salud (Ssa), quien informó que la dependencia desarrolló un manual de prevención y tratamiento de la obesidad.

La intención es preparar a los médicos familiares para que "transmitan el mensaje de forma clara" a sus pacientes en torno a los riesgos de tener sobrepeso y obesidad. De esta forma se podrán detectar y tratar dichos casos, pues se estima que sólo 4 por ciento de quienes tienen dificultades de peso acuden a recibir tratamiento.

Según Lara Esqueda, esta intervención sanitaria también servirá para determinar el actual grado de obesidad y sobrepeso, al menos entre los que se atienden en el sector público. Hasta ahora se han hecho cinco "cursos de validación" en el estado de México y el Distrito Federal, entre otras entidades; restan tres cursos y "el manual comienza a distribuirse en todo el país".

En lo que respecta al sobrepeso, en México son las mujeres las que más lo padecen, con una prevalencia de 28.9 por ciento contra 19.4 en los varones. En torno a la concentración geográfica, los estados del sur concentran menor número de personas obesas. En el lado opuesto se encuentran las entidades del norte (con excepción de Sonora).

A escala mundial, Estados Unidos encabeza la lista de naciones con mayor incidencia de exceso de peso: poco más de 44 millones de estadunidenses son obesos y se calcula que 61 por ciento de los adultos tienen sobrepeso, además de que 25 por ciento de los niños y adolescentes de ese país son obesos. Alemania ocupa el segundo sitio, pues la mitad de su población adulta experimenta algún grado de sobrepeso. En Europa más de la mitad de los adultos de edades entre 35 y 65 años tienen kilos de más.

El funcionario sostuvo que la obesidad es más difícil de combatir entre los adultos, debido a la pérdida paulatina de la masa muscular, lo que incide en que a medida que pasan los años el gasto energético desciende, pero no ocurre lo mismo con los hábitos alimenticios. Este efecto es aún más acentuado en las mujeres, en especial cuando empieza la menopausia y "se pierde el efecto protector de las hormonas".

Sin ánimo de sonar machista, Lara refirió que también ha incidido en la gordura en las mujeres -además de la incorporación laboral- la tecnificación de las actividades domésticas. Antes ellas quemaban "gran cantidad de sus calorías en las actividades del hogar; si se retomara esa rutina se podría disminuir 30 por ciento la obesidad entre las mujeres".

Hizo hincapié en que no es sólo el aspecto estético el que debe motivar a actuar sobre la gordura, sino la concomitancia de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, pues su probabilidad aumenta de forma paralela al incremento del índice de masa corporal (IMC), que es el peso dividido por la estatura al cuadrado (quienes tienen un IMC entre 18 y 24 están en peso normal, si es de 15 a 26.9 tienen sobrepeso y si es mayor a 27 son obesos).

En cuanto a las enfermedades cardiovasculares, la obesidad por sí sola es factor de riesgo. En el país tales males provocan entre 15 y 20 por ciento de las defunciones totales, se calcula que existen 20 millones de mexicanos hipertensos y 30 por ciento de la población adulta tiene niveles elevados de colesterol.

Los obesos tienen 2.6 veces más riesgo de ser hipertensos que los que tienen un peso normal, y en cuanto a dificultades respiratorias son propensos a tener apneas (detenciones respiratorias) obstructivas del sueño, a experimentar hipersomnia diurna y etapas avanzadas de insuficiencia cardiaca.

También se pueden presentar alteraciones óseas y articulares, en razón de que el esqueleto no está diseñado para soportar sobrepesos importantes. La obesidad provoca un traumatismo constante sobre las articulaciones, acelerando su degeneración y provocando artrosis a nivel intervertebral, en las rodillas y los tobillos, y en los niños puede producir deformidades en los huesos.

En hombres el exceso de peso está asociado al desarrollo de cáncer de próstata y colorrectal; en mujeres, al cáncer de útero, ovario, mama y vesícula biliar.