GUERRA CONTRA IRAK
Critica el silencio en torno a "conflictos solapados"
Paz en Irak, clama Juan Pablo II
AFP
Ciudad del Vaticano, 20 de abril. Juan Pablo II lanzó este domingo en su mensaje de Pascua un llamamiento por la paz en Irak, Medio Oriente, América Latina y en todas las regiones en conflicto para evitar "enfrentamientos culturales y religiosos".
"šPaz en Irak! Que con la ayuda de la comunidad internacional los iraquíes se conviertan en protagonistas de una reconstrucción solidaria de su país", dijo el Papa ante cerca de 40 mil peregrinos de todo el mundo, muchos de ellos latinoamericanos, que asistían a la misa de Pascua en la Plaza de San Pedro.
"Paz en las otras regiones del mundo, donde guerras olvidadas y conflictos solapados provocan muertos y heridos entre el silencio y el olvido de no poca parte de la opinión pública", agregó.
"Con profunda tristeza pienso en las huellas de violencia y de sangre que no parecen tener fin en Tierra Santa. Pienso en la trágica situación de no pocos países del continente africano, qué no puede ser abandonado a su suerte", abundó.
"Tengo bien presentes los focos de tensión y los atentados a la libertad del hombre en el Cáucaso, en Asia y en América Latina, regiones del mundo queridas igualmente por mí", expresó el Papa polaco con voz clara y firme.
"Que se trunque la cadena del odio que amenaza el desarrollo ordenado de la familia humana. Que Dios nos conceda ser liberados del peligro de un dramático choque entre las culturas y las religiones", dijo Juan Pablo II, cuyo discurso fue interrumpido varias veces por los aplausos.
"Que la fe y el amor a Dios hagan a los creyentes de cada religión valientes artífices de comprensión y perdón, pacientes constructores de un provechoso diálogo interreligioso, que inaugure una era nueva de justicia y de paz", añadió el jefe de la Iglesia católica al festejar la resurección de Cristo, una de las festividades más importantes para los católicos.
Después de la misa oficiada en la basílica y transmitida en directa a unos 56 países, el Papa deseó en 60 idiomas "una feliz Pascua" e impartió la bendición urbi et orbi -a la ciudad y al mundo-, con la que concede la indulgencia plenaria a todos aquellos que la reciben, incluso por radio o televisión.
Juan Pablo II, que empleó una silla especial para desplazarse con un mecanismo sofisticado para subir y bajar, celebró todos los ritos de la Semana Santa iniciados el Jueves Santo.
El viernes improvisó por cerca de 15 minutos un discurso sobre la vida y la muerte al término del tradicional viacrucis nocturno en el Coliseo de Roma.
El sábado en la noche presidió la misa de la vigilia de Pascua hasta casi medianoche y el domingo en la mañana, a pesar de su delicado estado de salud, ya que sufre la enfermedad de Parkinson y problemas en una pierna por una operación al fémur que le impiden caminar, celebró la misa de Pascua ante numerosos cardenales, obispos y representantes del cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano.