Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 19 de abril de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Espectáculos
En el imaginario, los feligreses reclaman las calles para su religión

Terminó la Pasión, pero el milagro no ocurrió; la pasividad ante la injusticia permanece

MARIA RIVERA

En medio de una mañana luminosa, despejada por los vientos de abril, el Viacrucis volvió a salir a las calles del Centro Histórico de la ciudad de México. De la mano de las transformaciones políticas recientes, que restablecieron las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica, se ha recuperado una tradición que la Independencia, y más tarde las leyes de Reforma habían dejado trunca.

Aunque novedosa, esta representación no cuenta todavía con los miles de seguidores que tienen otras puestas en escena, pero los feligreses que la siguieron se mostraron conmovidos.

Escuchada en incontables ocasiones, la vida de Jesús, una de las piedras fundacionales del catolicismo, cada vez tiene ecos nuevos. En esta ocasión, indicó José de Jesús Aguilar Valdés, sacristán mayor de la Catedral metropolitana, estuvo dedicada a la población civil de Irak que padece la guerra, a los niños que sufren maltrato familiar y a las víctimas de la delincuencia.

Pasadas las 10 de la mañana y tras escuchar la condena a muerte por parte de Pilatos en el atrio de la Catedral, Jesús, representado por el actor Rodolfo Galindo, inició su camino a la cruz, donde lo mismo encuentra la injuria y el desprecio de los rabinos, que la piedad, la solidaridad y el consuelo de su madre, de Simón, Verónica y las mujeres de Jerusalén.

Temprano se realizó su juicio, los jefes del pueblo lo había presentado ante Pilatos, y éste, tras mandarlo a azotar, lo condenó a morir crucificado.

Atrás quedaba la cena con sus discípulos que conmemoraba la libertad de los judíos cuando eran esclavos de Egipto; su lección de humildad lavando los pies de sus invitados, "enseñándoles que quien quiere ser mayor debe convertirse en el servidor"; atrás, la oración en el monte de los Olivos, donde supera el temor y pone su vida en manos de Dios padre; atrás, la traición de Judas Iscariote, quien lo entrega a Anás y Caifás, al escarnio, a la afrenta.

pasion_zocalo_jj006Juan Francisco Hernández, director de la obra, explica que la Pasión confronta a los humanos cada vez que se representa. "Para mí sería maravilloso que de pronto alguien del público se acercara a Cristo y lo ayudara a cargar su cruz. Si un grupo de hombres evitara que fuera crucificado, la humanidad podría cambiar su historia.

"Para este Viacrucis elegí un Cristo vivo, fuerte, que represente a la humanidad actual. Las características físicas de Rodolfo son mexicanas, pero fácilmente podría ser confundido con un iraquí, un sirio, un perseguido..."

Recuerda que hubo cinco personas que aspiraban al papel de Jesús, inclusive llegaron algunos que ya lo habían representado en otros sitios. Al que finalmente le pidió una improvisación, la escena donde lanza a los ladrones del templo, "Rodolfo gritó: ¡fuera de aquí! Y a los cinco minutos llegaron policías reportando que había un loco aullando en el atrio... todos supimos que él tenía que ser Cristo".

Concluyó la Pasión, pero el milagro no ocurrió, la pasividad ante la injusticia permanece. La historia terminó como hace mil 970 años. Desde la cruz Jesús expresó las siete palabras con las que, según San Lucas, absuelve al género humano: "Perdónalos señor, no saben lo que hacen".

Sin tiempos muertos

La representación se realizó sin tomar en cuenta lo que en teatro se llaman tiempos muertos, para agilizar su desarrollo. Por ejemplo, en lugar de las tres horas que tardó Cristo en la cruz, en este caso sólo estuvo por breves momentos. El drama concluyó en escasa hora y media.

Pero si la Pasión está llena de significados religiosos, ayer tuvo otros más terrenales. A las 10:30 de la mañana, durante la estación en que Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén, la representación se detuvo frente a Palacio Nacional. El estigma de las manifestaciones religiosas en la calle ya forma parte del pasado. En el imaginario de los mexicanos actuales hay espacio para todo, pero a cada cosa le da su lugar. Reclama la calle para su religión, pero defiende sus conquistas laicas. En una reciente encuesta de la empresa de consulta Mitofsky, la inmensa mayoría consideró como su máximo héroe, antes que Hidalgo o Morelos, a Benito Juárez.

El Viacrucis comenzó a ser representado en el país desde la llegada de los primeros misioneros, quienes ante el conflicto que les ocasionaba el desconocimiento de la lengua de los indígenas empezaron a utilizar el teatro con propósitos evangelizadores. De ahí que la Pasión tuviera auge sobre todo en los pueblos cercanos a la capital, como Iztapalapa y Cuajimalpa.

En la Catedral de la ciudad de México, por las leyes que restringían la participación de la Iglesia, se impedía este tipo de manifestaciones, por lo que en el centro de la capital no existía ningún acto religioso externo, popular. El año pasado las celebraciones todavía quedaron restringidas al atrio, sin embargo, esta vez las autoridades ,tanto locales como federales concedieron los permisos y así, las calles del centro han vuelto a ser habitadas por la representación, por la fiesta.

Al concluir la escenificación del Viacrucis, por la tarde se realizó la parte litúrgica. Primero se realizó la lectura de la Pasión, seguida de la comunión, la adoración de la cruz y concluir con la oración universal. Cabe recordar que este día es el único en que se lee completa la versión del evangelio de San Juan, que es la que contiene mayores detalles.

Hoy la quema del Judás

Hoy continuará la celebración de la Semana Santa en el atrio de la Catedral metropolitana. Al mediodía se realizará la representación de la destrucción de los pecados capitales, mencionando su influencia en nuestro tiempo. Por ejemplo, la ira y la soberbia se relacionarán con la guerra en Irak, y así, uno a uno se relacionará con la actualidad. Para finalizar con las celebracione mientras un ángel se encargará de la destrucción de los Judas, una banda de pueblo se encargará de ponerle música a la festividad. 

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año