Los Linares mantienen la tradición de
quemar Judas
Bush y Hussein serán consumidos
por el fuego
Bajan las ventas de las figuras El control de la venta
de explosivos afectó su manufactura
JOSEFINA QUINTERO M.
En espera de la hoguera pasaron la noche George W. Bush
y Saddam Hussein en casa de la familia Linares. Los dos monigotes y un
par de diablos serán quemados ante los habitantes de la colonia
Merced Balbuena hoy, después de la siete de la noche.
La quema de Judas es una tradición iniciada
con la evangelización en la Colonia y que con el paso de los años
se transformó para dar oportunidad a los habitantes de la ciudad
de "juzgar y castigar" a malos político o personajes famosos.
Miguel Linares, artesano e integrante de la familia conocida
como los juderos del siglo XX y galardonados en 1990 con el Premio
Nacional de Ciencias y Artes, comentó que la falta de difusión
de las tradiciones populares ha originado que la quema de Judas esté
desapareciendo.
La
prohibición de explosivos, explicó, también influyó
para mermar la tradición. "El Judas es para tronarlo y explotarlo,
un Judas sin cohetes no es Judas", señaló.
Sin embargo, dijo, también influyen los traidores que estén
de moda, personajes no gratos, representantes políticos o artistas.
En esta ocasión, indicó, los más odiados fueron el
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el de Irak, Saddam Hussein,
por supuesto, los diablos nunca faltan.
Asimismo, recordó la demanda por los Judas
de los hermanos Carlos y Raúl Salinas: "los pedidos eran por docenas
y todavía en años posteriores se seguían vendiendo".
El prestigio de los Linares no se debe a la elaboración
de los Judas, pues son los creadores de los Alebrijes. Miguel cuenta
que después de caer enfermo su padre, Pedro Linares, las pesadillas
provocadas por la alta temperatura le revelaron extrañas figuras
que al salir de la enfermedad empezó construir con cartón,
el sonido que emitían lo identificó como Alebrije y fue así
como los llamó.
Desde hace 40 años, la familia se dedica a la elaboración
de estas figuras que Itabili Linares, una pequeña de 10 años,
describió como "varias especies de animales integradas en uno solo".
La idea de que el monigote de George W. Bush tenga los ojos puestos en
el diablo fue también de la niña, quien explicó: "fue
porque es a quien obedeció cuando hizo la guerra".
Por su parte, Juan Marrón Ayala, artesano que vende
en el mercado de Sonora, coincidió con Linares sobre la disminución
de la ventas, las cuales, dijo, han bajado 50 por ciento.
Recordó cómo hace 30 años los
Judas se tronaban en barrios populares, pulquerías, y ahora,
dijo, sólo en lugares específicos y cerca de las iglesias.
Para hacer un Judas, explicó, "primero se
elabora el esqueleto de carrizo y se arma con cartones húmedos que
unimos con engrudo, al secarse se pintan de colores". El tiempo que se
utiliza en la hechura de cada monigote, afirmó, es según
su tamaño, pues los hay de hasta cuatro metros.
A diferencia de los habitantes de la colonia Merced Balbuena
que se reunirán hoy a las siete de la noche para la quema de Judas,
Juan Marrón hará lo mismo con su familia, pero después
de la medianoche en la colonia Magdalena Atlazolpa, delegación Iztapalapa.
Así, en varios puntos de la ciudad y en los ocho
barrios de Iztapalapa hoy quemarán al traidor, y en la colonia Merced
Balbuena, como no hay plazo que no se cumpla, Bush y Hussein terminarán
juntos en la hoguera.