Acusa a los policías de "querer hacerlo su cliente"

Un yucateco impone marca de ingresos a la cárcel: 63 en 58 años

LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL

Merida, Yuc., 18 de abril. Policarpo Molina Pech es un delincuente singular: a sus 58 años ha estado en prisión en 63 ocasiones, la mayoría por robo y allanamiento de morada.

En el penal de Mérida es ampliamente conocido. Su último ingreso data de 2001, cuando ingresó por robar en una casa. Su carrera delictiva la inició en 1955, cuando estuvo internado en la correccional para menores infractores; en ese entonces tenía 10 u 11 años.

En 1957 ingresó siete veces al mismo internado correctivo, pero de nada sirvieron los esfuerzos para conducirlo a una vida honrada. Posteriormente todos sus internamientos se han documentado en el penal de esta ciudad localizado en la zona conurbada.

Mejor conocido como Poli, afirma no estar casado, pero asegura tener hijos. En su declaración preparatoria, una más en su dilatado historial como delincuente, afirmó ser inocente y culpó a los policías "porque me detienen cada vez que me ven. Ya soy su cliente".

El jueves pasado fue detenido porque en estado de ebriedad rompió los cristales de una tienda de abarrotes.

Es más, en su reclusión número 63 pidió que su "señora" le pague al abogado y deposite la fianza para salir libre de nuevo.

Poli quizá tenga la marca de ser el yucateco con más ingresos al penal; su expediente está plagado por los delitos de robo calificado, daño en propiedad ajena y allanamiento de morada, aunque nunca por asesinato, fraude o violación, los delitos más sancionados en la entidad.