Mujeres y niños, entre las principales víctimas, sostiene organización no gubernamental

Al año se cometen en el mundo más de 500 mil homicidios con armas pequeñas

La violencia provoca pérdidas superiores a 14% del producto bruto de Latinoamérica

JOSE GALAN

Cada año más de medio millón de personas son asesinadas en el mundo con armas pequeñas. La fácil disponibilidad de éstas se liga a los altos niveles de crímenes violentos, robos en casas, suicidios y accidentes, afirma la Red Internacional de Acción sobre Armas Pequeñas (IANSA, por sus siglas en inglés), y agrega que entre las víctimas hay integrantes de los sectores más vulnerables: mujeres, niños, gente incapacitada y pobres.

La red, que agrupa a organizaciones no gubernamentales de todo el mundo dedicadas a combatir el tráfico y la venta de armas pequeñas, sostiene que en América Latina la violencia generada por éstas consume más de 14 por ciento del producto interno bruto.

"Las armas pequeñas no causan en sí la violencia, sino que desempeñan un papel crítico en la transformación de los conflictos sociales y políticos y en hacerlos mucho más violentos", agrega el informe de la IANSA.

"Cuando el contexto se caracteriza por el crimen, la violación de los derechos humanos, el conflicto político, el asalto doméstico o el suicidio, la disponibilidad de armas pequeñas intensifica el conflicto y acelera su escalada hacia la violencia mortal. Los criminales y las fuerzas militares y paramilitares emplean armas pequeñas como herramientas primarias de coerción."

Las víctimas son mujeres y niños, incapacitados y pobres. Las mujeres, por ejemplo, representan parte sustancial del total de víctimas, pero constituyen una fracción pequeña de la cifra completa de usuarios de estas armas, agrega el informe, que subraya el papel de este tipo de armamento como impulsor del miedo y la inestabilidad, que ha conducido a la aparición de millones de refugiados y de personas desplazadas, como sucede en Chiapas. "Controlar el acceso y la disponibilidad de armas pequeñas podría prevenir muchas tragedias humanas a escala nacional e internacional", agrega la red.

El comercio de armas

La investigación de la IANSA sugiere que las armas pequeñas que caen en manos "incorrectas" provienen de muchas fuentes: hay interacciones complejas entre lo público y lo privado, entre el Estado y lo civil, lo lícito y lo ilícito, lo nacional y lo internacional.

"Desde el final de la guerra fría la naturaleza del conflicto ha cambiado y las fuentes de obtención de armas pequeñas, así como los canales para su diversificación -lícitos e ilícitos-, se han ampliado dramáticamente", apunta.

El hecho es que en México, como en otras partes del mundo, la mayoría de las armas pequeñas comienza su existencia en la legalidad, sea por venta a los estados o directamente a los civiles. Ya que son durables, se venden y revenden a menudo, creando una gama de oportunidades para pasar de la legalidad a la actividad ilícita. Aquí, en nuestro país, los traficantes de armamento responden a la demanda; las ofrecen a cualquier persona, sin importarles si éste cae en manos de grupos criminales.

A escala regional, además de que estas armas provocan violencia que consume más de 14 por ciento del producto interno bruto, están presentes de manera relevante en el crimen e incluso son consideradas por la Organización Mundial de la Salud como un peligro para la salud pública. Los países que no están en guerra continúan padeciendo violencia y crimen como resultado del acceso fácil a las armas, sobre todo a aquellas cuyo origen está en los mercados ilícitos.

El uso de armas pequeñas aumenta el número de víctimas, e inclusive hace más fácil que los niños se conviertan en asesinos, advierte la IANSA. Esas armas llegan a las manos de los menores mediante diversas formas: ventas ilegales, hurtos, compras de trasmano y mercados secundarios incontrolados, por lo que la IANSA considera que una estrategia amplia para combatir el comercio ilícito de armas pequeñas en todos sus aspectos no debe hacer caso omiso del mercado negro.