Teodoro González de León rememora
vivencias al lado de su amigo y colega
Abraham Zabludovsky fue sepultado; México pierde
un gran arquitecto
''Trabajamos con una franqueza bárbara, sin ocultar
nada'', recuerda
Ambos profesionales compartieron el Premio Nacional
de Artes 1982
MERRY MAC MASTERS
Con el fallecimiento de Abraham Zabludovsky, este miércoles,
México pierde un gran arquitecto. Para Teodoro González de
León, su socio durante más de dos décadas, la pérdida
es doble. ''También pierdo un gran amigo", afirma quien compartió
con Zabludovsky Krawecki el Premio Nacional de Artes en 1982. En esa época
ambos trabajaban en despachos, uno frente al otro, en un edificio de la
avenida Amsterdam, Hipódromo Condesa.
Esa mancuerna, ¿cómo surgió? ''Conozco
a Abraham desde 1942. Nos conocimos en la escuela. Hicimos la carrera juntos",
contesta González de León. En ese entonces todavía
se impartía en la popularmente llamada Academia de San Carlos. ''Fuimos
amigos desde la escuela. Por el año 60 empezamos a trabajar juntos",
agrega. Ambos también laboraron en el taller de Mario Pani.
Interés por la vivienda
-¿Por
qué decidieron trabajar juntos?
-Por la amistad, primero, y por la comunidad de ideas.
Eramos convencidos de todos los postulados del movimiento moderno y teníamos
las mismas ideas sobre los materiales, de usar aquellos que duran, que
se porten bien con el tiempo. Muchas cosas nos unían. Ya habíamos
hecho cosas cada uno por su lado. Abraham, sobre todo, había hecho
bastantes edificios. Empezamos a trabajar en asuntos de planeación
y urbanismo juntos, y de inmediato hacer proyectos de edificios. Los primeros
no se hicieron, pero muy pronto comenzamos a tener oportunidades de realizar
cosas. Nos interesó mucho la vivienda en ese tiempo.
-¿Había mucha necesidad de construir vivienda,
así como apoyo por parte del gobierno?
-Había menos que ahora. Ahora hay más necesidad,
pero ahora no nos llaman.
-¿Era una mancuerna con ángel?
-Se hizo una muy buena relación porque trabajamos
con una franqueza bárbara, diciéndonos totalmente lo que
no nos parecía, uno a otro. No había cosas escondidas. Fue
una relación muy bella de trabajo.
Ceremonia fúnebre privada
-¿Cuáles fueron los edificios más
relevantes que construyeron juntos?
-Muchos. Como vivienda, todo lo de Mixcoac. (El proyecto
Torres de Mixcoac se hizo de 1969 a 71.) Pero el edificio que fue una prueba
de trabajo, con un material y con gran rapidez de obra, usando prefabricados,
fue el del Infonavit (1973-75). Fue una prueba que cumplimos muy bien,
con éxito. Hoy todavía se ve bien, se ha conservado. El Colegio
de México fue muy bueno, la Universidad Pedagógica Nacional,
muchos edificios privados, el Auditorio Nacional, el Museo Tamayo, que
fue una obra muy difícil. Nos costó nueve años de
andar para un lado y para otro, porque no querían permitirle a Rufino
hacer su museo en Chapultepec. Por fin se hizo en un tiempo milagroso de
nueve meses. Fueron muchas aventuras muy bellas.
-Dicen que todo lo bello llega a su fin. ¿Cómo
fue ese desenlace?
-Deterioros normales de vínculos, y ya.
El arquitecto Zabludovsky fue sepultado ayer en ceremonia
privada anunciada para las 16 horas, en el cementerio israelita de avenida
Constituyentes.