FUSILERIAS
Alfredo C. Villeda
Dios le llamaba Walt
EN UNA RESEÑA final de Hojas de hierba, publicada el 28 de marzo de 1892 en el mismo número en que figuraba la necrológica de Whitman, The New York Times declaraba que no podría llamarse a Walt ''gran poeta a menos que se niegue a la poesía la categoría de arte". Hoy el Times, reflejando la opinión culta de Estados Unidos y del resto del mundo, probablemente lo consideraría, opina su biógrafo Jerome Loving, el inventor de la poesía estadunidense moderna.
EL ACTIVISTA, EL periodista, el poeta, todos los Whitman pasan por la pluma de Loving en la vasta biografía Walt Whitman. El canto a sí mismo (Paidós testimonios 2002) que documenta cada paso del escritor, sus notas en los diarios, su posición ante el esclavismo y, sobre todo, plantea el asunto de su controvertida orientación sexual. ''La discusión al respecto seguirá viva. Una cosa está clara: desde su incipiente madurez buscó la compañía de hombres jóvenes, trabajadores y rudos. Pero uno de los problemas de pensarlo homosexual es que nos encontramos a más de un siglo de distancia de un periodo en el que la amistad íntima entre hombres se tomaba como algo natural". El biógrafo aclara: ''Nunca se casó y no hay un solo registro de que se enamorara de una mujer, aunque siempre alabó la maternidad y la feminidad en su poesía".
DESPUES DE TODO, al igual que William Blake, Whitman estaba preocupado por las ataduras políticas de su época, pero desechó las relativas al lenguaje literario. Como observó William Carlos Williams en el centenario de las Hojas..., desde el principio ese libro ''enunció una verdad escandalosa: que el terreno de lo común es en sí una fuente para la poesía". En Canto a mí mismo, Whitman escribe: ''Lo más común, lo más barato, lo más cercano, lo más fácil, eso soy Yo".
MURIO A LOS 72 años, el 26 de marzo de 1892. Su amigo Bucke Harned habló en nombre del mismo Whitman en el funeral, pero alegó que le era difícil, debido a que ''el poeta era muy grande (...) estaba por encima de los demás hombres". Su hermano George no habló. Amaba a Walt, pero pareció incrédulo ante el aplauso con el que se recibía a su hermano. Nunca había entendido Hojas de hierba, como escribió otro biógrafo, Horace Traubel. En su 111 aniversario luctuoso, este año, resuenan los versos de León Felipe: ''Se apellidaba Whitman/ pero Dios le llamaba Walt".