CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Los partidos en el DF: tal para cual
TODOS MUY BIEN apretados, pero en el mismo barco, los tres partidos políticos de mayor presencia en el DF tienen graves conflictos con la ley y, desde luego, frente al electorado.
SERA MUY DIFICIL predecir cuál de ellos -PAN, PRI o PRD- podrá salir de los conflictos que ellos mismos han creado con el afán tramposo de ganar el poder sin acatar ningún tipo de reglas.
SE PODRIA DECIR, sin ningún temor, que de cualquier manera cada uno parece alegrarse de lo que les pasa a sus contrincantes, sin medir en ningún momento el daño provocado tanto al proceso electoral en su conjunto como a quienes tienen que acudir a votar.
PARA NADIE ES un secreto que Acción Nacional no pudo ser "el cambio" ofertado, entre otras muchas cosas porque parte de la misma visión de país de los últimos gobiernos priístas. El neoliberalismo puede llamarse como se quiera, PAN, PRI o de cualquier otra forma, pero sus principios son iguales en lo que a su accionar político y económico corresponde.
PERO ADEMAS AHORA tiene serias, muy serias, cuentas por aclarar con la ciudadanía, fundamentalmente. Primero el asunto de los Amigos de Fox, que ha puesto en duda la supuesta limpieza con que Fox obtuvo el triunfo en 2000 y después la creación de un organismo encargado de iniciar el financiamiento de campaña para Santiago Creel, mediante la venta de candidaturas.
NI LOS DINEROS de la campaña de Fox, ni el asunto de la venta de candidaturas, están aclarados. Bien podría decirse que en ambos casos se ha tratado de ocultar hasta dónde y cómo se juega en Acción Nacional.
EL PRI SE ha convertido en un barco sin rumbo. El timón está suelto y los grupos de interés buscan sobrevivir a cualquier precio. Baste saber que el diputado Humberto Serrano, experto invasor de predios, y otros de sus compañeros, han decidido buscar un lugar en la nómina que paga la ciudadanía, aun en contra de su propio partido.
EN EL PRD tampoco existe una dirigencia local que aproveche el capital político acumulado por el gobierno de la ciudad de México; por el contrario, con tal de hacer que una tribu se mantenga en el poder, se ha despedazado al partido.
ES DECIR, NO existe por el momento una opción política en que el elector pueda confiar, y ninguno de las organizaciones citadas podría ofrecer a la ciudadanía ninguna diferencia, porque, como dijimos antes, todos van en el mismo barco.
Y ES QUE en el escenario político de la ciudad no existe un partido que pueda ofrecer seguridad de limpieza en su proceder, y entonces de nada valen las reglas de la supuesta democracia si a final de cuentas todos tratan de violar la ley.
POR LO PRONTO, no hay respuesta partidista a las demandas de una ciudadanía que quiere ver en sus partidos políticos, seguramente, una mayor congruencia entre sus necesidades y las de esos institutos políticos.
MUY PRONTO VEREMOS en las urnas cómo piensa la gente respecto de los sucesos que han manchado gravemente el quehacer de los organismos de representación popular y, si la ausencia de votantes es mucha, es que seguramente la sociedad va mejorando.
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