BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Los 25 neoconservadores que cambiaron la política de EU
Olvidan los pretextos de desarme y democracia
Retorno del colonialismo con la caída de Bagdad
EL CONTROVERTIDO DIRECTOR de la Red Voltaire, Thierry Meyssan -autor del libro La gran impostura, que pone en tela de juicio la autoría de los atentados del 11 de septiembre, que le adjudica insólitamente a Henry Kissinger-, asevera en su evaluación que "las máscaras fueron quitadas: se olvidaron los pretextos del desarme y la democracia; llegó la hora de la ocupación militar y el control del petróleo: la caída de Bagdad marcará la derrota del derecho internacional y el retorno del colonialismo. "Nace un nuevo imperio gracias al poder militar de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel" (Crónica del imperio No. 2).
ƑPOR QUE INCLUYE Meyssan (cuyo apellido es de origen hebreo) a Israel, que aparentemente se mantuvo quieto durante la guerra contra Irak, por lo que recibió una suculenta recompensa de Washington por alrededor de 14 mil millones de dólares? ƑSerá porque el reportero Gideon Samet, del periódico israelí Ha'aretz (6-04-03) asegura la "Israelización de EU"? Para Samet la batalla de los marines en Kerbala es la misma que la infantería Golani de Israel en Tulkarem, y señala que la tétrada Sharon-Netanyahu-Rumsfeld-Cheney representa la misma "escuela de pensamiento", pero no deja de admitir que la "enemistad hacia los judíos en el mundo, por haber apoyado la guerra, no se desvanecerá tan pronto".
EN FORMA MAS profunda, el israelí Ari Shavit (Ha'aretz 5-04-03) demuestra fehacientemente que "la guerra contra Irak fue concebida por 25 neoconservadores de EU" como el "lastre de los hombres blancos", es decir, como un sacrificio imperial colonial: "en su mayoría son judíos y están empujando al presidente Bush a cambiar el curso de la historia. Dos de ellos, los periodistas William Kristol y Charles Krauthammer, dicen que es posible". Shavit proporciona generosamente parte de la lista de los 25 neoconservadores, en su mayoría judíos (mejor dicho israelí-estadunidenses): Richard Perle, Paul Wolfowitz, Douglas Feith, William Kristol, Elliot Abrams y Charles Krauthammer, quienes "están convencidos de que las ideas políticas son la mayor fuerza impulsora de la historia; la idea política correcta ocasiona la fusión de la moralidad y la fuerza, como los derechos humanos y la firmeza en el carácter". ƑA poco nada más ellos generan "ideas" en el mundo"? Por lo pronto, a dos de los seis citados les sobran ideas criminales: Perle, quien acaba de renunciar a la presidencia del Consejo Consultivo del Pentágono, por haber sido atrapado en felonías mercantiles, y Elliot Abrams, quien es un criminal convicto por el Irán-contras. Y un tercero: Douglas Feith, rebosa de ideas al pretender la "superioridad moral" de Israel por encima de los árabes. ƑTendrán "alma" los árabes?
SHAVIT COMENTA QUE otro periodista, también judío, pero que no forma parte del grupo, no comparte su optimismo. Según Shavit el grupo de 25 neoconservadores israelí-estadunidenses se basa en la filosofía de Maquiavelo (obvio), Hobbes (seguro: porque veía al "hombre como el lobo del hombre") Edmund Burke (claro: por su odio a la Revolución Francesa que denota el archiconservadurismo), y admiran a Winston Churchill (la anglofilia ante todo) y las políticas de Ronald Reagan (simplista pero efectivo): "tienden a interpretar la realidad en términos del fracaso de la década de 1950 (Munich) frente al éxito de la década de 1980 (caída del Muro de Berlín)". Muy perspicaz, Shavit cuestiona: "ƑHabrá cometido el grupo un acto de locura al haber llevado a Washington a Bagdad?". Pero el grupo neoconservador israelí-estadunidense tampoco admite la posibilidad de un error -porque posee la certeza moral- ni perciben en su fijación mental la mezcla explosiva de Maquiavelo, Hobbes y Burke.
EN REALIDAD, SHAVIT se queda corto y no alcanza las verdaderas raíces filosóficas del grupo formado en la Universidad de Chicago con las enseñanzas del fascismo nietzcheano del israelí-alemán Leo Strauss (influenciado por los alemanes Carl Schmitt y Martin Heidegger) y, en menor medida, por Allan Bloom, sobre lo que hablaremos en otra ocasión.
PERO SHAVIT DESTACA adecuadamente la postura de los periodistas israelí-estadunidenses William Kristol y Charles Krauthammer.
WILLIAM KRISTOL, editor de la revista ultraconservadora Weekly Standard "no tiene ninguna duda de que la "guerra de liberación de Irak" es una guerra justa, "una guerra obligatoria (sic)". Kristol "ejerce una influencia considerable en el presidente Bush, el vicepresidente Cheney y el secretario de Defensa Rumsfeld, y se percibe que ha sido clave para que Washington lance su campaña". ƑSabrá Kristol que la hija de Cheney se ha rebelado contra las enseñanzas paternas de "guerra justa y obligatoria" y forma parte de la sociedad global contra la guerra?
A UN NIVEL más profundo, Kristol considera que se trata de una "gran guerra" para reconfigurar el nuevo Medio Oriente y cambiar la cultura política de toda la región". La doctrina del grupo parte de la idea hobbesiana de que después del 11 de septiembre "EU vive en un mundo peligroso", y sustenta que "el problema de Medio Oriente es la ausencia de democracia y libertad". ƑA poco la teocracia de Israel, donde el judaismo es la religión de Estado y donde la minoría árabe (20 por ciento de la población) no goza los mismos derechos que la mayoría, y donde el partido Likud enseñó el cobre en las recientes elecciones, más putrefactas que las de Florida? šVamos Mister Kristol! ƑA qué ingenuo desinformado engaña con sus soliloquios? William Kristol, el anterior jefe de gabinete del vicepresidente Dan Quayle (quien compite en mediocridad con Baby Bush; por lo visto el muy vivo se pesca a puro papanatas) aduce que "Estados Unidos está listo a usar la fuerza para consolidar el nuevo orden mundial basado en la democracia, la libertad y los derechos humanos" šQue bonito! ƑLos mismos que aplican actualmente los gobiernos de Sharon y Bush? Pero nada detiene a Kristol, quien con mentalidad paleobíblica enfatiza la "misión" y los "ideales" de Washington. Viene la perla: "EU no desea pelear una guerra por intereses, sino por valores; una guerra con una visión moral (sic)". Obvio: no por los "intereses" (sería muy exiguo), sino el "capital" entero, así como por los "valores" bursátiles del petróleo que ni siquiera menciona. Igual que James Woolsey, ex director de la CIA, quien anunció el inicio de la "cuarta guerra mundial", Kristol fustiga a Egipto y al "wahabismo" de Arabia Saudita: "la elección es entre el Islam extremista, el fascismo secular y la democracia" (...), por lo que hay que "ser mas agresivos en promover la democracia". Y remata con un axioma dominguero: "si EU no reconfigura el mundo a su imagen (Ƒcuál imagen?, špor Dios!), entonces el mundo reconfigurará el mundo a su imagen". Es el turno del israelí-estadunidense Charles Krauthammer, el tóxico columnista de The Washington Post y las revistas Time y Weekly Standard. De entrada desecha la similitud con un nuevo Vietnam: "El pueblo ama al ejército, en la Casa Blanca existe un presidente con firmeza de carácter y la nación se dispone a sacrificios para vencer al terrorismo". Resalta su pensamiento recurrentemente trinitario sobre la guerra contra Irak, donde afloran tres asuntos: despojar a Hussein de las armas de destrucción masiva (que hasta ahora no aparecen), rescindir el contrato "satánico" de importar petróleo sin inmiscuirse con los regímenes -lo que "concluyó el 11 de septiembre"- y "reconstruir" (sic) el mundo árabe, como Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial. El proceso de "cambio" (Ƒdónde hemos escuchado esto antes?), con la instalación de un gobierno "occidental" (Ƒqué significa "occidental" después de tanta fractura en la ONU, la OTAN, el G-7 y la Unión Europea?), subsume "una inmensa importancia geopolítica" al someter a los rebeldes de la teocracia de Irán y a Siria. Frente al "peor desafío principal del siglo XXI": la "democratización de las armas de destrucción masiva", existen tres estrategias posibles (otra vez el pensamiento trinitario): el apaciguamiento, la disuasión por el terror ("deterrence") y la "prevención". Como las dos primeras no van a funcionar (Ƒcómo lo sabrá?), entonces queda la "prevención". šQue bien adoctrinado anda el grupito! Krauthammer está "convencido" de que la guerra contra Irak "mejorará el lugar de Estados Unidos en el planeta en la generación venidera y su resultado reconfigurará (la obsesión) al mundo en los próximos 25 años", por lo que existen tres posibilidades (de nuevo el pensamiento trinitario que denota estereotipos mentales anquilosados): un coloso que dicta el nuevo orden mundial (la "guerra corta"), la imposibilidad de otra guerra similar contra otro país árabe ("guerra lenta y contaminada"; Ƒno será este el caso?) y la derrota que sería "catastrófica", pero que Bush impedirá como fuere.
PESE A LOS ABRAZOS entre la amazona Condoleeza Rice y el presidente Vladimir Putin en Moscú, Boris Kagarlitsky, director del Instituto de los Estudios de la Globalización en la capital rusa, se ubica con un pensamiento diferente al otro lado del espectro ("Sorpresas desfavorables adelante", the Moscow Times 8-04-03): "desafortunadamente, Estados Unidos está interesado en el petróleo de Irak, no en su libertad". Kagarlitsky desmonta varios mitos de la propaganda estadunidense que acabaron por creer los políticos del equipo Bush, "sumamente cándido". El analista ruso se burla del número de víctimas por "fuego amigo" que conforma la tercera parte del total y vaticina problemas más adelante.
EN REALIDAD, en Irak se libran tres guerras desincronizadas y desfasadas en una sola guerra: 1. la guerra en el sur chiíta parece haber conseguido un acomodamiento entre Washington y Teherán, gracias a la perfidia invaluable del premier británico Blair; 2. la guerra en el centro sunnita de la región de Bagdad parece llegar a su epílogo con la derrota de Saddam, y 3. la guerra en el norte kurdo, donde chocan las visiones antagónicas de Powell (un trueque del pueblo kurdo nuevamente sacrificado en el altar de la geopolítica para favorecer a Turquía e Irán) y de Rumsfeld (el Kurdistán petrolero conectado a las refinerías israelíes de Haifa). La suma y resta del resultado de las "tres guerras en una" definirá el alcance y el grado de la victoria de Bush, que puede ser pírrica.