Consternación en España
La muerte de dos periodistas de España provocó consternación y desazón en este país, que no acaba de entender cómo es posible que, a pesar de la evidencia de las matanzas de civiles y de las muertes de informadores de medios de comunicación nacionales, su gobierno, presidido por el conservador José María Aznar, mantenga su apoyo sin reservas a la estrategia belicista de Estados Unidos y el Reino Unido.
Julio Anguita Parrado y José Couso son las primeras víctimas mortales españolas de esta guerra.
Una vez que se confirmó la muerte del camarógrafo de Telecinco, José Couso, el gobierno español se limitó a ofrecer su apoyo para "repatriar los cadáveres" y "ayudar" a salir de Irak al resto de los informadores que, según recomendación del Ministerio de Defensa, "deben salir de Irak" lo antes posible, ya que la situación no permite garantizar su seguridad.
Los dos ex alcaldes de Córdoba, Herminio Trigo y Manuel Pérez culparon al Partido Popular, de Aznar, de la muerte del periodista Juio Anguita Parrado, originario de esa región, por ser "corresponsable y promotor de la guerra en la que nos ha metido".
Asimismo, la plataforma Cultura contra la Guerra, integrada por artistas e intelectuales, emitió un comunicado en referencia a la muerta de Anguita Parrado en el que aseguró que "hoy más que nunca los españoles pueden sentir las consecuencias de la sordera continuada del presidente, que desoye una y otra vez la voz del pueblo español". ARMANDO G. TEJEDA, CORRESPONSAL