Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 8 de abril de 2003
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Estados
El conservadurismo de Nuevo León, el PRI y su propio partido le han cobrado la factura

Fustigan a Mauricio Fernández por proponer la legalización de drogas

El asunto del narcotráfico en la entidad desata guerra sucia entre priístas y panistas

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 7 de abril. Directo, desparpajado en el hablar, y pese a las recomendaciones de sus asesores, abierto a tocar temas tabú en una sociedad tan conservadora como la regiomontana, el candidato panista a gobernador, Mauricio Fernández Garza, se ha metido ya en varios problemas, pues sus posturas, como la de proponer la legalización de las drogas o aceptar que durante su juventud una vez probó mariguana y no le gustó, le han valido numerosas críticas y censuras hasta de sus propios compañeros de partido, lo que al final quizá le signifique pérdida de votos, en momentos que más necesita revertir la desventaja que, según diversas encuestas, tiene frente al priísta José Natividad González Parás.

A su vez, el abanderado tricolor, González Parás, con un estilo mesurado que parecería más cercano al perfil deseable de un candidato blanquiazul, así como el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Abel Guerra Garza, que ha jugado el papel de rudo, han aprovechado las polémicas actitudes de Fernández Garza para presentarlo ante la opinión pública como poco confiable y representando una amenaza para la estabilidad neoleonesa.

fernandez_monterreyAnte la creciente presencia del narcotráfico en la entidad, que se hizo más evidente a partir de la administración de Fernando Canales Clariond, Mauricio Fernández declaró a principios de año estar dispuesto a reunirse a platicar con los capos de las drogas si esto sirviera para terminar con la violencia en el estado.

La declaración ha dado pie a los priístas para señalar, en cuanta oportunidad se ha presentado, que ellos no están dispuestos a negociar con los narcotraficantes, y González Parás tiene entre sus frases favoritas de campaña la de "cero tolerancia al narco y la delincuencia".

Más aún, el 16 de febrero, Guerra Garza propuso la aplicación de exámenes antidoping a todos los candidatos a puestos de elección popular.

Como si se diera por aludido, Mauricio Fernández Garza respondió que estaba investigando al dirigente priísta, pues le ha-bían pasado "chismes" en el sentido de que tenía relaciones cuestionables con personas extranjeras, entre ellos un colombiano, y que desde hace varios años ha recibido "apoyos económicos" de los aludidos.

Guerra consideró que Fernández Garza "se puso el saco" en su propuesta para que todos los candidatos a gobernador, alcalde y diputados locales se practicaran una prueba antidoping, pero lamentó que contestara con ofensas y calumnias basadas en chismes.

El mismo Guerra se presentó a un laboratorio a practicarse la prueba por consumo de estupefacientes, que resultó negativa. Mauricio Fernández dijo que aunque no tiene nada qué ocultar, tampoco hará caso a las "tonteras" de Guerra y solamente se sujetará a los requisitos que imponga la Comisión Estatal Electoral.

Además, consideró un show la actitud del priísta, pues algunos especialistas le han dicho que previo periodo de desintoxicación, cualquier consumidor de drogas puede salir airoso de tales inspecciones.

Luego de llamados del gobernador Fernando Elizondo Barragán y del propio priísta González Parás a dejar de lado los ataques personales y la guerra sucia, el 23 de febrero, Mauricio Fernández, ante la pregunta de un televidente durante un programa, admitió haber consumido mariguana cuando tenía 17 años. El panista comentó que no le gustó la cannabis y sólo esa vez probó un churro al participar en una fiesta juvenil. Argumentó que entonces era como una moda, durante la época de los hippies y la música de los Beatles.

Sin embargo, la postura de Mauricio Fernández en torno de las drogas, propició que fuera descalificado por el líder estatal panista, Carlos Domínguez Ahedo, quien manifestó que las propuestas al respecto "no forman parte de la plataforma del PAN". Y en otro capítulo más de la guerra sucia, en las defensas de algunos vehículos se observan calcomanías con la leyenda: "Di no a las drogas, di no al PAN".

Pero si Natividad González Parás tiene en Abel Guerra a su principal golpeador político contra los panistas, el ex presidente de la Camára de Comercio (Canaco) de Monterrey, Arturo Garza y Garza, se estrenó en la función de pegarle al PRI por parte del equipo de Fernández Garza. Emulando la campaña proselitista del aspirante blanquiazul antes de que fuera candidato, de colocar mensajes en las bardas con la leyenda "Reservada para Mauricio", Garza y Garza llevó hasta el penal del Topo Chico un cartelón donde se leía "Reservado para Abel", hecho que el priísta interpretó como una amenaza del PAN-gobierno.

En columnas políticas se ha especulado que, entre otros, los ex delegados de la Procuraduría General de la República, Víctor Torres Moreno y Marcelo Garza y Garza (hermano del ex líder de la Canaco), trabajan para el candidato panista, con el propósito de investigar antecedentes delictivos de los dirigentes o candidatos priístas, incluyendo "deslices" en su vida privada.

Uno de los primeros "frutos" de esa labor indagatoria, que vino a fortalecer el intercambio de ataques y golpes bajos, habría sido la resurreción de una nota periodística del tres de febrero de 1986, que implicó en el tráfico de drogas a Mario Ríos Gutiérrez, precandidato del tricolor a una diputación federal por el distrito dos.

El incidente ocurrido hace 17 años, del que el implicado quedó absuelto por desvanecimiento de pruebas, permitió a Domínguez Ahedo "alertar" sobre la posibilidad de que el narco se haya infiltrado en el PRI.

Mauricio Fernández volvió a la polémica, al declarar el 19 de marzo estar en favor de la legalización de las drogas, como forma para acabar con el narcotráfico, así como en su momento se legalizó la venta de alcohol en Chicago, Estados Unidos, para terminar con las matanzas entre las mafias.

Churros con impuestos

Según Fernández, es preferible que "si ya estás grandecito, con bigotitos, te puedas echar un churro", y así "hasta pagas impuestos y cuidas a la niñez".

Pero con estas declaraciones se le vino el mundo encima al panista, pues su propuesta fue criticada no sólo por los priístas, sino hasta por la dirigencia de su partido.

Una semana después tuvo que "retirar" su propuesta, con el argumento de que recibió numerosas opiniones que desaprobaron la medida, y le hace honor a su slogan de campaña de estar "cercano a la gente".

Pero a sabiendas de que Fernández desató el rechazo ciudadano, en un debate ante los organismos del sector privado, celebrado el 3 de abril, González Parás aprovechó que su contendiente lo criticó por plantear la "cero tolerancia" cuando los estados no tienen facultades para combatir tales actos ilícitos ni para legalizar el uso de drogas, a lo que el priísta le espetó que fue el mismo panista quien planteó tales supuestos de los que ahora reniega.

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