Se deben buscar mecanismos únicos de comercialización para cada producto: Dussel
No habrá acuerdos sobre el campo si no se le ve como negocio: Canacintra
La Secretaría de Economía, sin capacidad para impulsar empresas del ramo, reconoce Becerra
MIRIAM POSADA GARCIA
El gobierno mexicano y los productores agropecuarios no llegarán a un acuerdo nacional para el campo si se sigue desconociendo como negocio altamente rentable para todos los participantes y en tanto no haya coincidencia sobre los dos puntos básicos, que son el presupuesto que se le asignará y el tratamiento que se dará al maíz y al frijol en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), advirtieron empresarios y analistas.
Durante la presentación del libro Territorio y competitividad en la agroindustria en México, del consultor de la Comisión Económica para América Latina, Enrique Dussel, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Yeidckol Polevnsky, enfatizó que el campo mexicano no tendrá ningún progreso si se le continúa viendo con "la miopía de años, sin querer darse cuenta que es negocio invertirle al campo".
Destacó que para llegar al acuerdo nacional que se pretende es necesario que todos los sectores, incluidos gobierno, productores, industriales, empresarios centros de investigación y organismos financieros, se sienten a hablar "en el mismo idioma y bajo el entendido de que el nombre del juego es ganar, ganar pero todos, no sólo unos cuantos".
Polenvsky aseguró que "quien desde el gobierno esté planteando políticas generales para el campo no sabe lo que hace, porque lo que se necesitan son trajes a la medida para cada producto, dependiendo de la región, incluso la cultura de los productores. Si se invierte en el campo ocurrirá como con las empresas, a las que se dedicó dinero para el desarrollo tecnológico, las cuales ya han pagado 9 por ciento más de impuestos que lo que se les prestó".
En este sentido, el especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, José Luis Calva, precisó que en este momento no hay tal acuerdo nacional para el campo ni lo habrá si no se establece un presupuesto suficiente para el campo y si no se establece un tratamiento conveniente para el maíz y el frijol en el capítulo agropecuario del TLCAN.
Asimismo, Polevnsky y Calva coincidieron con Enrique Dussel en que, además de la problemática general del campo, existe otra en particular, que es la de la agroindustria, sector que se encuentra en crisis ante la carencia de visión a largo plazo, atención regional, financiamiento y coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
Al respecto, el director de Promoción de la Secretaría de Economía, José Becerra, reconoció que la dependencia no ha tenido capacidad para impulsar políticas de desarrollo empresarial dedicadas a las micro, pequeñas y medianas empresas, que es donde se concentran las agroindustrias, y admitió que de no atenderse a la brevedad este sector, estaría en riesgo la sustentabilidad y viabilidad del país. "Prueba de ello son las movilizaciones campesinas iniciadas en diciembre", señaló.
Enrique Dussel destacó que los complejos agroindustriales o clusters en México se enfrentan a graves rezagos tecnológicos y además, a la falta o carencia de información para los productores sobre tecnología y productos, amén de que para este sector también están cerrados los créditos y financiamientos.
En análisis de Dussel sobre la agroindustria se concentró en la producción de limón en Colima y de piña en Isla y Loma Bonita, Veracruz, ambas mecas de cada producto y también ambas en crisis, pero con características muy particulares, por lo que sugirió que el gobierno y los productores traten de manera individual los mecanismos para sacar adelante a este sector.
Dussel expuso los casos de la piña y el limón, pero, dijo, las propuestas son aplicables a otros productos, con la profundización de un proceso abierto de diálogo y búsqueda de consenso entre las partes de la cadena de valor; un proceso de coordinación de instituciones públicas y privadas a todos los niveles y que las propuestas sean específicas por segmento de dicha cadena de valor y por tamaño de la empresa.
Asimismo, señaló que se requieren programas y mecanismos considerando el corto, mediano y largo plazos para cada segmento, un cambio de "racionalidad" en el sector agrícola que permita "producir para vender" y la creación de instituciones que respondan de manera específica a las necesidades de cada región productora.