Pese a la decisión, podría abandonar la prisión en marzo de 2004, para aclarar dudas
Conceden libertad provisional a mexicana que ha permanecido 22 años en cárcel de EU
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Los Angeles, 6 de abril. El gobernador de California, Gray Davis, otorgó la libertad condicional a una mujer mexicana que permaneció 22 años en prisión acusada de haber asesinado a un hombre que abusó de ella, informaron aquí autoridades estatales.
Esta fue la cuarta ocasión -en 194 casos- que Davis ha autorizado la libertad a un convicto de asesinato, informó un comunicado de prensa.
Sin embargo, el gobernador indicó que aún podría dejar a María Suárez en la prisión estatal de Azusa hasta marzo del 2004, debido a algunas interrogantes que retrasan la decisión sobre su papel en el asesinato y que justifican otros 11 meses de prisión.
"El caso es difícil y parece que la verdad nunca se sabrá", indicó en una declaración. Anotó que estaba convencido de que Suárez sufrió abuso físico, social y económico, así como aislamiento por parte de Anselmo Covarrubias, en su relación de cinco años.
Familiares de Suárez, de 42 años, agradecieron la decisión del gobernador, pero mostraron su desaliento porque su liberación haya sido retrasada. "Estamos felices, ya que ha sido una larga pelea para llegar a este punto", afirmó Patricia Valencia.
"Hacer que ella espere otro año es una tortura y algo muy triste, porque su delito lo ha pagado con exceso", añadió Valencia, sobrina de Suárez y quien encabezó múltiples demandas para lograr su liberación.
En junio pasado el mandatario estatal revocó una recomendación que había dado para que la acusada fuera liberada. Davis reconsideró su decisión, luego que el caso fue retomado por defensoras de mujeres maltratadas que se encuentran en una prisión de Estados Unidos.
En esa ocasión Davis recomendó a la junta de libertad condicional realizar una profunda investigación sobre si la mujer había participado en una conspiración para asesinar a Covarrubias.
En noviembre pasado Suárez volvió a solicitar la revisión de su caso y fue aprobada su libertad al considerarse que había sufrido abusos extremos que incluían violación sexual, golpizas y que no había evidencias de conspiración para dar muerte a su abusador.
Según los documentos de la junta, Suárez llegó de México a la ciudad de Duarte -a 60 kilómetros al noreste de Los Angeles- cuando tenía tenía 16 años y empezó a trabajar en la limpieza de la casa de Covarrubias, que entonces tenía 68 años de edad.
En agosto de 1981 un vecino, René Soto, dio muerte a Covarrubias porque éste lo golpeó con la pata de una mesa de madera. Autoridades dijeron que Suárez había conspirado con Soto para matar al anciano. Ella y el asesino fueron declarados culpables de homicidio en primer grado.